Las bragas de la señora Rosita (2)
Le doy un masaje en el pie, mientras ella se masturba
Anteriormente…
En el relato anterior titulado “Las bragas de la señora Rosita“ os explicaba cómo empezó mi relación fetiche con la señora Rosita, la vecina madura, amiga de mi madre. Como adolescente en pura efervescencia sexual, sentí una atracción muy fuerte por una mujer madura que satisfice disfrutando del contacto y el olor de su ropa interior. Empecé por la que guardaba bien limpita y perfumada en los cajones de la cómoda y terminé rebuscando en el cesto de la ropa usada, lo que me permitió...