Mi Suegrita

Un hombre, algo aburrido en las relaciones sexuales con su esposa, se la ingenia para poder gozar de su suegra.

Mi historia es la siguiente, estoy casado con Ana mi mujer desde hace 2 años ella es una bella mujer de 24 años, muy sensual y bonita, aunque un poco fría en la cama, yo fui su primer hombre sexualmente hablando así que todo lo que sabe se lo he ido enseñando yo, mas sin embargo la falta de experiencia en la cama hace que a veces yo quede aún muy caliente después de algunas de nuestras sesiones de sexo. Yo en lo personal soy un hombre de 26 años, practico mucho deporte así que me mantengo en muy buena forma...

Solidaridad agradecida

Un ejecutivo descubre, tras una noche de juerga, que dos inmigrantes, dos jovencitas negras, se esconden en su urbanización de la policía. Las acoge en su casa, en un acto de solidaridad que es fogosamente agradecido.

Era la última semana de septiembre, mis apacibles aunque viciosas vacaciones estaban terminando, se me acababa el chollo y el alquiler de mi precioso chalet, en la localidad gaditana de Bolonia; eran las cuatro de la mañana, llevaba acostado más de una hora, pero la cocaína me impedía conciliar el sueño, cuando un ruido en el patio hizo que me alarmara primero y me acojonara después, paranoias de la coca, ya se sabe; me armé de valor y, con el albornoz y un bate de béisbol, salí al patio, mi sorpresa fue ma...

Un día de mis vacaciones (I)

Dos chicas se hacen amigas en un lugar turístico. Están a todas horas juntas y, tanta es la proximidad que terminan por caer en brazos de Lesbos.

A mis 17 años he viajado bastante poco, nunca he salido del país y conocí el mar en unas vacaciones hace casi dos años, esa ocasión duró sólo 4 días, esta vez, en este paseo, tardaré casi dos meses porque mis padres, aparte de disfrutar sus vacaciones, intentarán cerrar un negocio que tienen pendiente en un lugar que está a casi media hora de aquí.

Las playas de aquí son hermosas, la gente es muy amena y el ambiente, a pesar de ser sol todo el día, es agradable. Aún no tengo muchos amigos, sólo conozc...

Enamorada de mi verga

Un chico viaja al sur del país para trabajar en un barco, y acaba manteniendo relaciones sexuales con la dueña de la casa donde vive, una mujer de 40 años, iniciándola en las relaciones anales.

Esta historia sucedió el otoño pasado en una ciudad del sur del país, donde yo llegué a vivir, para trabajar en un buque. La dueña de la casa era ya una señora, como de unos 40 años, pero estaba muy bien conservada. Tenía buenas piernas y buen culo, redondo y al parecer durito, porque practicaba deporte. Era separada y no tenía novio, por lo tanto yo pensé que tenia unas ganas acumuladas de culear.

A veces yo le pedía prestado el baño y encontraba sus tangas recién quitados, tenían rastros de jugos va...

Debutando prematuramente

Un joven estrena su sexo con la caliente criada.

Cuando yo tenía 18 inocentes años recién cumplidos y nunca había tocado una chica aún, en casa había una muchacha para los quehaceres domésticos, Graciela, que también tenía 18 años y estaba muy buena, muy bien proporcionada y bastante tetona. Usaba un uniforme abotonado, demasiado pequeño para su talla, que comenzaba con un generoso escote por el cuál se veía una buena parte de sus pechos, mínimamente sujetos por un corpiño que apenas le cubría el pezón, y que terminaba a media pierna. Ella era motivo de m...

Cuñada supercachonda

Nuestro protagonista, aprovechando la ausencia de su esposa, invita a su cuñada, una mujer de 47 años, a una cena que tendrá de postre su propio cuerpo.

Mi cuñada es una mujer que no está nada mal: debe medir 1.57, es delgadita, pero con unas tetas muy generosas para su constitución física, y un culito pequeño, pero redondo y respingón, aunque tiene 47 años, viste moderno y con cierto look de tía con pasta. Es bastante morena y el pelo, más bien corto, teñido color caoba, le da un aire muy interesante, y cierto morbo. Mi cuñada está separada, es profesora, y solemos coincidir en fiestas, comidas, cenas y en verano en la playa, me encanta verla en bikini y p...

Las Aventuras de Eduard

Un joven "profesional" pasa una noche tomando alternativamente a dos hermanas, con el marido de una durmiendo, borracho, en la habitación contigua.

Con frecuencia leo los relatos de fidonet y deseo felicitarlos, de igual forma narrar uno que es real pero prefiero cambiar los nombres para evitar conflictos aunque tengo la autorización de la protagonista.

Mi nombre es Eduard tengo actualmente 30 años vivo en una ciudad turística de Colombia y me dedico a complacer a las señoras que de una u otra forma no consiguen placer en su hogar, con esto me gano la vida a veces se me presentan muchas citas, y otros días no tengo ni una sola.

Un día en que n...

Mi secretaria

Mi secretaria...

  • El empleo es suyo

Cerró la carpeta con un golpe seco, la dejó encima de la mesa y apoyó ambas manos sobre ella.

  • De todos los candidatos usted ha sido el que mejor ha superado todas las pruebas. Creemos que el puesto de jefe de la sección de ventas le vendrá como anillo al dedo. Pero recuerde que en esta empresa somos un equipo. Las individualidades no están bien vistas porque...

Bla, bla, bla. Siempre el mismo cuento. Cada vez que entras a trabajar en una empresa te sueltan las mismas ...

Tendida en la cama

Él la sorprende dormida y con gran suavidad y tras besarla apasionadamente la ata a la cama y comienza el juego amatorio, la cascada de orgasmos...

Allí estabas, tendida sobre tu cama boca arriba, dormida plácidamente, con una sonrisa en los labios, lo que demostraba que soñabas algo placentero, quién sabe por dónde andaría tu imaginación en ese momento...

Muy despacio me acerco hasta tu boca y apoyo levemente mis labios lo que te provoca tu leve cosquilleo y abres los ojos. Aún un poco dormida me tiendes tus brazos y me abrazas en un largo y profundo beso.

Te tomo de las manos las llevo por encima de tu cabeza, mientras te beso apasionadam...

La Hija espía (II)

El cariño entre madre e hijas y el sexo vivido sin complejos hacen que todas disfruten de una sesión lésbica el día del cumpleaños de la pequeña.

Después de aquel encuentro en que ayudé a satisfacer los apetitos sexuales de mi mami, pasaron muchos días en que no volvimos a tocar el tema. Obviamente y de vez en cuando yo seguía espiando furtivamente las sesiones de masturbación de ella. Quizás tanto ella como yo no llegamos a asumir lo que había pasado, porque el hecho de ser madre e hija significaba de acuerdo a la "moral social" una distancia que impedía compartir juntas experiencias sexuales. Por otro lado, la mente me martillaba constantemente en...