Hércules. Capítulo 31. La verdad duele.

Detrás de aquellos muros estaba Afrodita. No sabía muy bien como le recibiría. ¿Estaría tan ansiosa como él por el reencuentro? ¿O ya le habría buscado a algún sustituto?

Capítulo 31:La verdad duele.

De camino a La Alameda, sentado en el asiento trasero del viejo taxi, Hércules estuvo tentado varias veces de abrir la caja. Por primera vez entendía a Pandora. La curiosidad por saber si lo que había dentro era el fin de la humanidad o un cuento de viejas hacía que sacase una y otra vez aquel objeto aparentemente anodino del bolsillo de la gabardina.

La sacó una vez más y esta vez el taxista desde el otro lado del espejo retrovisor se dio cuenta.

—¿Un rega...

Hércules. Capítulo 30. La Caja.

El placer era intenso, era dulce y amargo a la vez. Hércules siguió apuñalándola con saña haciéndola subir y bajar en una especie de montaña rusa en la que las emociones y el placer se mezclaban haciéndola sudar y llorar, gritar y gemir, pedir paz y pedir guerra...

Capítulo 30. La caja.

La travesía fue una continua fiesta. El barco navegaba por un mar en calma a medía marcha, sin apresurarse. El champán regaba la cubierta y las noches se prolongaban hasta terminar en borracheras y orgias en las que los únicos que no participaban eran Hércules y Arabela, que se habían retirado a su camarote donde follaban en la intimidad.

Arabela estaba totalmente enamorada de ese joven. Deseosa de compartir su fuerza y juventud infinitas. Jamás se había sentido tan col...

Hércules. Capítulo 29. Amor Griego.

Arabela apartó su mirada de la caja y sus ojos verdes se fijaron en Hércules. El calor y la suavidad de sus manos se expandieron por su cuerpo provocando una placentera sensación. Hércules notó la excitación de la mujer y lo aprovechó para desviar su atención de la caja.

Capítulo 29. Amor griego.

La tempestad se hizo eterna, pero finalmente terminó y el barco pudo abandonar al mediodía el refugio de la ensenada para dirigirse a la costa este del islote. Tardaron menos de veinte minutos. Todos estaban ansiosos y expectantes. Todos podían sentir lo cerca que estaban de su objetivo y no podían contener su nerviosismo. El yate ancló a unos cien metros de la costa y bajaron un par de Zodiacs. En la primera iba Arabela, Hércules y los doctores Prados y Kovacs y en la ot...

Hércules. Capítulo 29. Una Clase de Historia.

El primer instinto es llevárselo a su madre para que lo esconda junto a los ahorros de la familia o para comprar unas cuantas cabras más que añadir al rebaño que ya tienen, pero al salir a la calle, con la plata ardiéndole en la mano y ver la fachada del prostíbulo más lujoso de toda Sodoma, no se puede contener.

SEXTA PARTE: LAS CÍCLADAS.

Capítulo 28. Una clase de historia.

Atracaron en una pequeña bahía que les protegía  del fuerte viento de levante que se estaba levantando. El islote en sí no era ninguna belleza. Era un peñasco de unos dos kilómetros de largo por uno y medio de ancho. Sobre el terreno, pedregoso y árido, apenas crecían unos pocos matojos que a duras penas sobrevivían al sol inclemente, los vientos y la escasez de lluvias. Los únicos habitantes visibles eran unas pocas especies...

Hércules. Capítulo 27. Capitulación.

Gruesos lagrimones corrían por las mejillas de la mujer haciendo que se corriese el rímel en gruesos churretones por su cara. Arabela sentía como el oxígeno se iba agotando, pero hipnotizada por aquella profunda mirada no hizo ningún gesto de rebeldía.

Capítulo 27. Capitulación.

A la mañana siguiente Arabela se despertó en la misma postura. La fresca brisa del mar entraba por el ojo de buey poniéndole la piel de gallina. Se tapó con la sabana y el movimiento despertó a Hércules por un instante, que medio en sueños la acogió entre sus brazos apretándola contra su cuerpo y trasmitiéndole su calor. Se volvió a dormir hasta que unos suaves golpes sonaron en su puerta y la voz de la capitana se filtró preguntándole si se encontraba bien.

Arabel...

Hércules. Capítulo 26. Arabela Planta Cara.

Hércules no la hizo caso y cogiéndola por el pelo la obligó a levantarse estrellando su cuerpo contra el mamparo con una fuerza cuidadosamente calculada. La mujer soltó un suspiro ahogado sorprendida por la violencia de la respuesta de Hércules.

Capitulo 26. Arabela planta cara.

Las oraciones de Arabela no fueron escuchadas y Hércules se presentó puntualmente, vistiendo un traje de lino blanco y una sonrisa de desfachatez que casi le sacó de quicio. Con una naturalidad desarmante subió por las escalerillas del pequeño buque y saludó a todos los presentes antes de acercarse a ella.

—Hola, querida, te garantizo que esta travesía no la olvidarás. —dijo a modo de saludo.

Arabela le devolvió un frío beso en la mejilla, intentando m...

Hércules. Capítulo 25. Duelo de Voluntades.

—¿Sabes esa criada Dominicana tan mona que tienes? La del culo potente y jugoso y esos ojos grandes y castaños que siempre mantiene bajos, pero que cuando los levanta son capaces de traspasarte como si fueses de papel. Pues ahora podría estar en tú cama, conmigo, desnuda, esperando pacientemente que le dedique mis atenciones.

Capítulo 25: Duelo de voluntades.

Una vez en el barco, Arabela dio las instrucciones a los distintos miembros del equipo. Mientras hablaba, sentía los restos de semen de Hércules  ardiéndole en el vientre y el sudor y sus propios flujos orgásmicos, haciéndole cosquillas en las piernas, teniendo que recurrir a toda su fuerza de voluntad para  evitar que trasluciese su incomodidad por sentirse sucia y excitada.

Cuando terminó la reunión pensó en volver a casa, pero no se sintió con fuerzas par...

Hércules. Capítulo 24. Pico y Pala.

Dios, que difícil era aquello. Decirle que no a aquel dios desnudo, separarse de ese torso musculoso, de esos labios sensuales y de esa mirada dulce y traviesa...

Capítulo 24. Pico y pala.

Nunca había sentido nada parecido. Para Arabela el sexo siempre había sido eso, sexo. Le encantaba, disfrutaba de cada minuto y disfrutaba de los hombres y las mujeres, mientras más jóvenes y hermosos mejor. Pero jamás había sentido esa imperiosa necesidad de mantener a una persona junto a ella. No lo podía creer, estaba encoñada.

Creyó que la oferta del cine había sido una broma, pero Hércules no se cortó y la llevó a una sala cochambrosa a ver como un tipo calvo d...

Hércules.Capítulo 23.La Libertad Guiando al Pueblo

—¿Ves como tenía razón? Pelirroja natural, no falla. —la ignoró Hércules mostrándole triunfante un par de pelos rizados de un intenso color rojo—

Capítulo 23: La libertad guiando al pueblo.

En realidad no era la primera vez que estaba allí. Su abuelo le había llevado cuando cumplió diecisiete años a ver Otelo, pero a mitad del primer acto se había largado para irse de birras con los amigos.

Nunca le habían gustado ese tipo de actos, el smoking le apretaba en el cuello, los bíceps y los muslos y el ambiente de lujo y derroche, con todas esas joyas y esa ropa de marca le ponían enfermo. Toda esa gente eran como pavos reales, lo principa...

Hércules. Capítulo 22. El Corazón de Afrodita.

Tras unos segundos... ¿O habían sido años? Afrodita se separó y le quitó la ropa, aprovechando para dejar que sus manos tropezaran y acariciaran el duro cuerpo de su hermano.

QUINTA PARTE: PANDORA

Capitulo 22: El corazón de Afrodita.

Afrodita se apresuró por los pasillos de la mansión a recibirle. No sabía por qué, pero estaba ansiosa por verlo. Le recibió con una sonrisa y le felicitó por haber salvado la vida a la joven hija del cónsul.

Hércules tenía un aspecto cansado, pero por debajo podía percibir su excitación después de varios días observando a una pareja hacer el amor constantemente y de mil maneras distintas.

De repente, una intensa neces...