Mi inolvidable tarde con una modelo (Parte seis).
Sexta parte de mi última historia. Espero que os guste y la disfrutéis.
Aquel fue el último verano que pasó en el pueblo puesto que, al fallecer su abuelo, sus padres vendieron sus posesiones y se llevaron a vivir con ellos a la abuela por lo que a Ingrid no la quedó más remedio que insinuarse a hombres maduros para poder mantener relaciones sexuales con ellos sin importarla que se encontraran casados, separados, solteros ó viudos ya que lo único que pretendía es que la dieran tralla en plan sádico y para ello, tampoco era necesario que dispusieran de una potencia sexual encomi...