Por culpa de la oveja negra (9).
Marta era un problema, no había forma de desvirgarla, aun con la ayuda de mi hermana. Tuve la sorpresa de mi compañera de pupitre y luego fui elegido para obsequiar a la Directora, lo hice aún con alguna reticencia inicial.
Me estaba hartando de Marta, comprendía que se quejara, debía tener el himen híper resistente, por otra parte mi experiencia como “desflorador” sólo se limitaba a mi hermana y con ella tuve éxito, apenas se enteró o por lo menos lo “sufrió” con integridad, en cambio su amiga gritaba, lloraba y pataleaba cuando le acercaba la polla a su coño, deseaba que la follara pero era más fuerte que ella.
Pensé por un momento que se sugestionaba demasiado y tomé una decisión, iría a por todas, miré a mi...