Diario de un Consentidor (21)

Esta es una historia de deseos, emociones, placeres, dudas, decisiones y pensamientos, es la historia del camino que nos llevó a Carmen, mi mujer, y a mí a lanzarnos a vivir las fantasías inconfesables que sin saberlo compartíamos en silencio cada vez que hacíamos el amor; Esta no es una historia de penetraciones y orgasmos, aunque también lo es; Así que si tu, lector que has llegado hasta aquí, buscas un desahogo rápido de tus pulsiones te recomiendo que abandones este texto y busques algo mas inmediato.

  • "Carmen, ¿puedes pasarte por mi despacho, por favor?"
  • "Dame diez minutos, Roberto"
  • "Los que necesites, te espero" – su estilo, de una amabilidad estereotipada y empalagosa, le resultaba tan desagradable que no pudo evitar hacer un gesto de fastidio mientras colgaba el teléfono; Julia, sentada frente a ella no perdió ese gesto.
  • "¿Y ahora que quiere ese?"
  • "Incordiar, ya sabes, los viernes siempre se le ocurre alguna cosa destiempo, parece que se aburre"

Se demoró innecesariamente durante...

Diario de un Consentidor (20)

Esta es una historia de deseos, emociones, placeres, dudas, decisiones y pensamientos, es la historia del camino que nos llevó a Carmen, mi mujer, y a mí a lanzarnos a vivir las fantasías inconfesables que sin saberlo compartíamos en silencio cada vez que hacíamos el amor; Esta no es una historia de penetraciones y orgasmos, aunque también lo es; Así que si tu, lector que has llegado hasta aquí, buscas un desahogo rápido de tus pulsiones te recomiendo que abandones este texto y busques algo mas inmediato.

Pasamos el fin de semana en casa, yo no podía evitar hacer alguna alusión a la prueba que me había planteado y de la que apenas tenía datos, quería saber más y Carmen parecía disfrutar frustrando mi curiosidad.

La semana transcurrió con cierta tensión flotando en el ambiente, yo no quería ceder a la presión que Carmen intentaba ejercer sobre mi y por eso evité preguntarle, aparentando un desinterés que en absoluto sentía. El viernes a media mañana sonó mi móvil en plena reunión; era Carmen y cort...

Diario de un Consentidor (19: La prueba)

Esta es una historia de deseos, emociones, placeres, dudas, decisiones y pensamientos, es la historia del camino que nos llevó a Carmen, mi mujer, y a mí a lanzarnos a vivir las fantasías inconfesables que sin saberlo compartíamos en silencio cada vez que hacíamos el amor; Esta no es una historia de penetraciones y orgasmos, aunque también lo es; Así que si tu, lector que has llegado hasta aquí, buscas un desahogo rápido de tus pulsiones te recomiendo que abandones este texto y busques algo mas inmediato.

Nos levantamos muy tarde al día siguiente, me dolía la cabeza y tenía la boca extremadamente seca por culpa del exceso de alcohol, Carmen no estaba mucho mejor y mientras ella se daba una larga ducha fría yo recordaba lo sucedido la noche anterior con otra perspectiva.

Me asombraba que me hubiera dejado llevar de tal forma hasta actuar de una manera que, ahora, me parecía totalmente vulgar, una cosa era una insinuación velada y otra muy distinta hacer una zafia exhibición de Carmen, me sentía co...

Diario de un Consentidor (18)

Esta es una historia de deseos, emociones, placeres, dudas, decisiones y pensamientos, es la historia del camino que nos llevó a Carmen, mi mujer, y a mí a lanzarnos a vivir las fantasías inconfesables que sin saberlo compartíamos en silencio cada vez que hacíamos el amor; Esta no es una historia de penetraciones y orgasmos, aunque también lo es; Así que si tu, lector que has llegado hasta aquí, buscas un desahogo rápido de tus pulsiones te recomiendo que abandones este texto y busques algo mas inmediato.

Lanzarote era para nosotros un refugio en el que desconectábamos de todo lo que nos pudiera recordar nuestro ritmo de vida durante el resto del año; Siempre dejábamos que la sensualidad traspasara los límites férreos que la sociedad impone, pero nunca habíamos llegado demasiado lejos; Aquel ambiente libre, donde nadie nos conocía, me daba la opción de proponer fantasías cada vez más atrevidas que mi esposa aceptaba tarde o temprano; Lanzarote había sido el lugar donde Carmen se habituó al top less no...

Diario de un Consentidor (17)

Esta es una historia de deseos, emociones, placeres, dudas, decisiones y pensamientos, es la historia del camino que nos llevó a Carmen, mi mujer, y a mí a lanzarnos a vivir las fantasías inconfesables que sin saberlo compartíamos en silencio cada vez que hacíamos el amor; Esta no es una historia de penetraciones y orgasmos, aunque también lo es; Así que si tu, lector que has llegado hasta aquí, buscas un desahogo rápido de tus pulsiones te recomiendo que abandones este texto y busques algo mas inmediato.

Pasaron los días, las semanas y yo no conseguía librarme de estas ideas, seguía mirando a Carmen como si de una mujer diferente se tratase, más libre, más audaz, incluso… menos mía. El hecho de que Carlos le hubiera tocado el coño era lo que más me impactaba; era un antes y un después para mí. Carmen era otra.

Por su parte Carmen también evolucionaba en su forma de recordar lo sucedido; si al principio parecía desbordada por los recuerdos, sumida a veces en un pudor que le hacía asombrarse de lo...

Diario de un Consentidor (16)

Esta es una historia de deseos, emociones, placeres, dudas, decisiones y pensamientos, es la historia del camino que nos llevó a Carmen, mi mujer, y a mí a lanzarnos a vivir las fantasías inconfesables que sin saberlo compartíamos en silencio cada vez que hacíamos el amor; Esta no es una historia de penetraciones y orgasmos, aunque también lo es; Así que si tu, lector que has llegado hasta aquí, buscas un desahogo rápido de tus pulsiones te recomiendo que abandones este texto y busques algo mas inmediato.

Durante la comida ambos evitamos hablar de Carlos, intentábamos aparentar una naturalidad que no sentíamos; Ninguno de los dos afrontó la conversación.

Casi en los postres Carmen abordó de nuevo el tema

  • "Quizás tengas razón, lo mejor será no provocar situaciones ambiguas que le hagan hacerse ilusiones, ya ha sido bastante violento cuando comenzó a insistir"
  • "Es lo mejor, si le damos más oportunidades podemos vernos en una situación desagradable"

Volvimos al hotel dando un paseo, la...

Diario de un Consentidor (15)

Esta es una historia de deseos, emociones, placeres, dudas, decisiones y pensamientos, es la historia del camino que nos llevó a Carmen, mi mujer, y a mí a lanzarnos a vivir las fantasías inconfesables que sin saberlo compartíamos en silencio cada vez que hacíamos el amor; Esta no es una historia de penetraciones y orgasmos, aunque también lo es; Así que si tu, lector que has llegado hasta aquí, buscas un desahogo rápido de tus pulsiones te recomiendo que abandones este texto y busques algo mas inmediato.

Desde la cama Carmen escuchaba mis movimientos por la habitación sin moverse, sin dirigirme la palabra, se sentía enfadada con todo y con todos y yo era el objetivo más a mano para descargar su enfado.

-"Luego hablamos" – Carmen resistió la tentación de responderme, había escuchado en silencio todos mis movimientos en la ducha, en el baño y luego al vestirme; Durante todo ese tiempo había luchado consigo misma para no levantarme el castigo que su silencio suponía para mí. Continuó callada mientr...

Diario de un Consentidor (14)

Esta es una historia de deseos, emociones, placeres, dudas, decisiones y pensamientos, es la historia del camino que nos llevó a Carmen, mi mujer, y a mí a lanzarnos a vivir las fantasías inconfesables que sin saberlo compartíamos en silencio cada vez que hacíamos el amor; Esta no es una historia de penetraciones y orgasmos, aunque también lo es; Así que si tu, lector que has llegado hasta aquí, buscas un desahogo rápido de tus pulsiones te recomiendo que abandones este texto y busques algo mas inmediato.

"Vámonos Mario, pide un taxi y volvamos al hotel, por favor" – la noté crispada, impaciente por acabar aquella velada; No quise insistirle mas y comenzamos a caminar hacia la entrada principal, bordeando el edificio y dejando a un lado la entrada a la discoteca.

El silencio se tornaba incómodo por momentos, no sabía como arrancar una conversación; Carmen caminaba a mi lado con los brazos cruzados mirando al frente, muy lejos.

Las imágenes se me venían a la cabeza como ráfagas, ¿cómo er...

Diario de un Consentidor (13)

Esta es una historia de deseos, emociones, placeres, dudas, decisiones y pensamientos, es la historia del camino que nos llevó a Carmen, mi mujer, y a mí a lanzarnos a vivir las fantasías inconfesables que sin saberlo compartíamos en silencio cada vez que hacíamos el amor; Esta no es una historia de penetraciones y orgasmos, aunque también lo es; Así que si tu, lector que has llegado hasta aquí, buscas un desahogo rápido de tus pulsiones te recomiendo que abandones este texto y busques algo mas inmediato.

Mis ojos seguían clavados en la imagen que me llegaba de mi mujer en brazos de Carlos. Intenté retrasar lo que pude el momento en el que la perdería de vista hasta la siguiente vuelta, me esforcé por grabar en mi memoria cada detalle de aquella trascendental escena: sus ojos cerrados, su cabeza ligeramente ladeada ofreciendo su cuello, dando facilidades para que los labios de Carlos encendieran el intenso placer que le provoca cualquier caricia en esa zona. Sus labios entreabiertos iban perdiendo tens...

Diario de un Consentidor (12)

Sobre mi silencio y otras reflexiones.

8 de febrero de 2008

El silencio

Varios de mis lectores me escriben interesándose por la continuación de mi diario, alguno incluso da por supuesto que he abandonado el proyecto y se siente ofendido por mi silencio.

Ante todo, gracias a los que esperan cada nueva entrega de mi diario, gracias por sus comentarios que, en muchos casos, me alientan a continuar robando tiempo de sueño y de otras actividades para depurar lo que ya llevo escrito.

Y gracias a los que detestan este relat...