Diario de un Consentidor (11)

Esta es una historia de deseos, emociones, placeres, dudas, decisiones y pensamientos, es la historia del camino que nos llevó a Carmen, mi mujer, y a mí a lanzarnos a vivir las fantasías inconfesables que sin saberlo compartíamos en silencio cada vez que hacíamos el amor; Esta no es una historia de penetraciones y orgasmos, aunque también lo es; Así que si tu, lector que has llegado hasta aquí, buscas un desahogo rápido de tus pulsiones te recomiendo que abandones este texto y busques algo mas inmediato.

Media hora más tarde seguíamos sin noticias de Carlos, no habíamos vuelto a hacer ninguna alusión al tema, ambos leíamos en uno de los salones del hotel. Carmen me sacó de mi lectura cuando dijo.

"Bueno, casi mejor así, una preocupación menos" – aquel comentario aislado la delataba, oculta tras su papel de lectora concentrada bullía una mujer ansiosa por volver a sentir y temerosa de dejarse llevar. La miré y le sonreí.

"Nos organizamos por nuestra cuenta, dentro de un rato nos vamos...

Diario de un Consentidor (10)

Esta es una historia de deseos, emociones, placeres, dudas, decisiones y pensamientos, es la historia del camino que nos llevó a Carmen, mi mujer, y a mí a lanzarnos a vivir las fantasías inconfesables que sin saberlo compartíamos en silencio cada vez que hacíamos el amor; Esta no es una historia de penetraciones y orgasmos, aunque también lo es; Así que si tu, lector que has llegado hasta aquí, buscas un desahogo rápido de tus pulsiones te recomiendo que abandones este texto y busques algo mas inmediato.

Camino del hotel mi cabeza bullía bombardeada por ideas, pensamientos y sentimientos enfrentados; Me parecía imposible que en el transcurso de unos pocos días aquello que hasta ese momento había sido una fantasía erótica compartida con Carmen se estuviese convirtiendo en una realidad para la que dudaba que estuviésemos preparados. Intentaba decirme a mi mismo que eso era lo que llevaba deseando tanto tiempo, Carmen había besado a aun hombre, se había dejado acariciar, si tanto lo deseaba ¿por qué ahor...

Diario de un Consentidor (9)

Esta es una historia de deseos, emociones, placeres, dudas, decisiones y pensamientos, es la historia del camino que nos llevó a Carmen, mi mujer, y a mí a lanzarnos a vivir las fantasías inconfesables que sin saberlo compartíamos en silencio cada vez que hacíamos el amor; Esta no es una historia de penetraciones y orgasmos, aunque también lo es; Así que si tu, lector que has llegado hasta aquí, buscas un desahogo rápido de tus pulsiones te recomiendo que abandones este texto y busques algo mas inmediato.

Dejó que el agua cayera por su rostro y descendiera por su pecho, apoyó las manos en la pared y bajo la cabeza para permitir que el chorro frío golpeara su nuca; Las imágenes brotaban incontroladas, se fundían unas con otras y creaban momentos inéditos, gestos nuevos no vividos. Volvía al momento en el que Carlos rozaba sus piernas, cuando ella interrumpió su avance y decidió marcharse del parque; Esta vez ella callaba y Carlos hacía que sus dedos resbalasen entre sus muslos, firmemente pero sin viole...

Diario de un Consentidor (8)

Esta es una historia de deseos, emociones, placeres, dudas, decisiones y pensamientos, es la historia del camino que nos llevó a Carmen, mi mujer, y a mí a lanzarnos a vivir las fantasías inconfesables que sin saberlo compartíamos en silencio cada vez que hacíamos el amor; Esta no es una historia de penetraciones y orgasmos, aunque también lo es; Así que si tu, lector que has llegado hasta aquí, buscas un desahogo rápido de tus pulsiones te recomiendo que abandones este texto y busques algo mas inmediato.

Me quedé con el teléfono en la mano sin reaccionar. De Carlos me podía esperar algo así, lo que me dejaba fuera de juego era que Carmen hubiera aceptado salir con él, ¿Qué habría hecho Carlos? ¿Cómo se habría propasado?..

Carmen se estaba terminando de secar el pelo cuando sonó el teléfono de la habitación, salio del baño y lo cogió

"¿Si?"

"Buenos días" – enseguida reconoció la voz de Carlos, no pudo evitar que una sensación de desasosiego la invadiera; Era una tontería, pero est...

Diario de un Consentidor (7)

Esta es una historia de deseos, emociones, placeres, dudas, decisiones y pensamientos, es la historia del camino que nos llevó a Carmen, mi mujer, y a mí a lanzarnos a vivir las fantasías inconfesables que sin saberlo compartíamos en silencio cada vez que hacíamos el amor; Esta no es una historia de penetraciones y orgasmos, aunque también lo es; Así que si tu, lector que has llegado hasta aquí, buscas un desahogo rápido de tus pulsiones te recomiendo que abandones este texto y busques algo mas inmediato.

"Mario, ¿te puedo preguntar una cosa, en confianza?" – un cosquilleo recorrió mi espalda

"Carmen y tu… en fin, tengo la impresión de que lleváis una relación muy… digamos liberal"

"Dentro de un orden, si; nos gusta experimentar cosas nuevas" – improvisaba sobre la marcha, aunque estos días había imaginado cien veces una escena como ésta, no estaba preparado del todo.

"Os escuché hablar antes, cuando íbamos al restaurante" – sonreí dándole a entender que sabía a lo que se refería...

Diario de un Consentidor (6)

Esta es una historia de deseos, emociones, placeres, dudas, decisiones y pensamientos, es la historia del camino que nos llevó a Carmen, mi mujer, y a mí a lanzarnos a vivir las fantasías inconfesables que sin saberlo compartíamos en silencio cada vez que hacíamos el amor; Esta no es una historia de penetraciones y orgasmos, aunque también lo es; Así que si tu, lector que has llegado hasta aquí, buscas un desahogo rápido de tus pulsiones te recomiendo que abandones este texto y busques algo mas inmediato.

A las ocho y media de la mañana salí de la habitación intentando no despertarla, puse el cartel de "no molestar" en la puerta y desayuné algo rápido en el buffet del hotel; al llegar al curso encontré a Carlos saliendo del aula

"¿Buenos días, iba a tomarme un café, ¿te vienes?" – por supuesto que iba, se me ofrecía la posibilidad de empezar el juego antes de lo previsto

"Pues si" – dije fingiendo un bostezo – "un café doble no me vendrá mal"

"¿Noche agotadora? – había entrado al...

Diario de un Consentidor (5)

Esta es una historia de deseos, emociones, placeres, dudas, decisiones y pensamientos, es la historia del camino que nos llevó a Carmen, mi mujer, y a mí a lanzarnos a vivir las fantasías inconfesables que sin saberlo compartíamos en silencio cada vez que hacíamos el amor; Esta no es una historia de penetraciones y orgasmos, aunque también lo es; Así que si tu, lector que has llegado hasta aquí, buscas un desahogo rápido de tus pulsiones te recomiendo que abandones este texto y busques algo mas inmediato.

La encontré sacando de las bolsas la ropa que se había comprado, me acerqué a ella y la rodeé con mis brazos, aspiré el olor de su pelo.

"No me dio tiempo de advertirte cariño, lo siento"

"Siempre tienes que salirte con la tuya, ¿no?" – no tenía excusa y pensé que empeoraría las cosas si trataba de inventar una.

"Me dejé llevar, cuando quise reaccionar ya lo había dicho"

"¡Ah vaya! Me vas a decir ahora que no pudiste controlarte" – no acababa de saber con exactitud si esta...

Diario de un Consentidor (4)

Esta es una historia de deseos, emociones, placeres, dudas, decisiones y pensamientos, es la historia del camino que nos llevó a Carmen, mi mujer, y a mí a lanzarnos a vivir las fantasías inconfesables que sin saberlo compartíamos en silencio cada vez que hacíamos el amor; Esta no es una historia de penetraciones y orgasmos, aunque también lo es; Así que si tu, lector que has llegado hasta aquí, buscas un desahogo rápido de tus pulsiones te recomiendo que abandones este texto y busques algo mas inmediato.

La actitud de Carmen me comenzó a inquietar, temía que su despecho la llevase a comportarse de una forma que luego se arrepintiera, su carácter le hace tolerar mal los engaños y, aunque había intentado avisarla, estaba seguro de que consideraba mi conducta como una trampa premeditada.

Centrado en estos pensamientos, había perdido el hilo de la conversación, Carlos contaba anécdotas de su juventud y de los primeros años de carrera y Carmen me ignoraba ostensiblemente; me estaba castigando eso esta...

Diario de un Consentidor (2b)

Esta es una historia de deseos, emociones, placeres, dudas, decisiones y pensamientos, es la historia del camino que nos llevó a Carmen, mi mujer, y a mí a lanzarnos a vivir las fantasías inconfesables que sin saberlo compartíamos en silencio cada vez que hacíamos el amor; Esta no es una historia de penetraciones y orgasmos, aunque también lo es; Así que si tu, lector que has llegado hasta aquí, buscas un desahogo rápido de tus pulsiones te recomiendo que abandones este texto y busques algo mas inmediato.

Los días siguientes atravesé por tantos estados de animo tan encontrados y opuestos que me tenían confundido: la vergüenza, la rabia, el deseo, la sensatez y el compromiso de olvidar lo sucedido se sucedían unos a los otros, pero cada noche al acostarnos y verla desnuda a mi lado volvía a ver los ojos de aquellos hombres clavados en mi mujer y me excitaba como nunca, tanto que Carmen lo notó y mas de una vez me preguntó, feliz, que era lo que me pasaba.

Comencé a imaginar situaciones en las que...

Diario de un Consentidor (3)

Esta es una historia de deseos, emociones, placeres, dudas, decisiones y pensamientos, es la historia del camino que nos llevó a Carmen, mi mujer, y a mí a lanzarnos a vivir las fantasías inconfesables que sin saberlo compartíamos en silencio cada vez que hacíamos el amor; Esta no es una historia de penetraciones y orgasmos, aunque también lo es; Así que si tu, lector que has llegado hasta aquí, buscas un desahogo rápido de tus pulsiones te recomiendo que abandones este texto y busques algo mas inmediato.

Juegos

Cuando surgió la posibilidad de asistir a aquel curso de verano, no lo dudé ni un segundo. Llevaba dos años intentando cuadrar mis vacaciones con las fechas del curso y por fin este año todo encajaba, incluso Carmen, que disponía de unos días por librar, propuso venirse conmigo a Sevilla y hacer turismo mientras yo asistía a las clases. Para tener más margen de maniobra decidimos ir en coche, disponíamos de un dia completo antes de que comenzase el curso y viajamos sin prisas.

P...