Donde menos se piensa...

Cosas del destino

INTRODUCCIÓN

Aquello fue una historia de amor y pasión como tantas otras de las que, irremisiblemente, están condenadas al fracaso, pero que duró mientras duró antes de quedar archivada en el armario de los recuerdos agridulces.

Fue hace mucho tiempo, en 1995, cuando Internet lo tenían sólo algunas empresas y particulares muy privilegiados. La dama en cuestión tenía dos hijos, hija e hijo, ya mayorcitos, y yo casi me llevaba mejor con los hijos que con la madre.

Tras varios intentos de ‘re...

El ascensor

Subidón

Me llamo Irene. Soy jefa del departamento de Recursos Humanos en una empresa de publicidad. Tengo 42 años, estoy casada y mi vida ha sido siempre de lo más ordenada y tranquila, aparte de los avatares de trabajo.

Mi lugar de trabajo está en una de esas enormes torres de Madrid, en el piso 17, un despacho con enormes ventanales a la calle, de casi50 metroscuadrados, con mueble bar, televisión por cable, y todo lo que puedan imaginar.

Aquella tarde, como todas, tras la comida en el restaurante de...

Del tormento al éxtasis

Cambiar de punto de vista

Mi nombre es Begoña. Soy una mujer de 39 años, casada, trabajo en una cadena de televisión local de esas con poca audiencia pero con mucha tarea, precisamente para ir captando esa audiencia. Mi marido se llama Alfredo. Nuestra vida no es monótona, pero sí bastante regulada.

A causa de nuestros trabajo no teníamos una vida social demasiado intensa, Pero sí teníamos un amigo entrañable: Pablo, que llenaba casi todos nuestros ratos libres. Venía con frecuencia a casa, donde jugaba al ajedrez con Alfredo,...

Cantando bajo la lluvia

Las ventajas de llevar paraguas en verano

Eran las siete de la tarde. Había hecho un día espléndido, soleado, un día de otoño de lo más agradable. Yo regresaba del pub de un amigo al que había ido a ver tras un tiempo, me había tomado un par de copas, y me había devuelto un paraguas que me dejé en ese mismo sitio hacía ya casi un año, con lo que mi imagen era un tanto incongruente con el paraguas bajo el brazo en una tarde despejada. Nadie me podía haber dicho que semejante artilugio iba a jugar un papel tan importante en los acontecimientos poster...

Polvo y paja

Una historia real

Es sábado o domingo y, por alguna razón, estamos los dos solos en la casa. Hemos terminado de comer, cada uno por nuestra parte, por supuesto, y ella se ha tumbado en el sofá a hacer la siesta mientras yo me siento en mi sillón a mirar la televisión.

Ella lleva puesta la camiseta de Mickey Mouse larga, que le permite no llevar nada debajo, y yo el consabido pantalón corto azul.

En un principio, y como para evitar que yo pueda verla nada, ha colocado una de sus manos entre sus piernas para que la...

Sandra y aurora

Una historia real

Los antecedentes:

La consulta de un 'naturópata' a la que había ido a acompañar a una amiga. La sala de espera, con seis o siete personas, donde no se podía fumar. Yo saliendo al pasillo para encender un cigarrillo. Una mujer, con un niño, que me miraba cuando pasaba por la abierta puerta. Miradas que se cruzan. Y empieza mi 'actuación'.

Los hechos:

Hice unos gestos con la lengua, como de lamer algo, esperando que ella se mostrase ofendida y molesta. Cual no sería mi sorpresa cuando...

Beatriz (12)

Una historia real

XII

El teléfono parece que se quedó «tranquilo» tras la segunda llamada de Pepa avisándome de la «incertidumbre» de su visita vespertina.

Tuve intención de llamar yo mismo a Beatriz para decirle que esa tarde tenía «compañía» prevista (si no la tenía tampoco pasaba nada). Para que no se le ocurriese bajar sin avisarme antes. Pero ella no me había dado su número; aunque lo tenía registrado tras su primera llamada; por lo que ignoraba si el llamar a su casa me estaba «permitido» o no hasta que...

BEATRIZ (y 13)

Una historia real

XIII

Sin un motivo que lo justificase, estoy de acuerdo, estaba echando pestes de ella. No entendía que todo el «entusiasmo» del día anterior se hubiese convertido en esta indiferencia. En este no llamar siquiera para darme los buenos días o saber cómo estaba.

Porque estaba sin tabaco apenas. Porque me apetecía comer algo «decente» para variar. Porque mis existencias de café y leche eran tan escasas que cuanto menos estuviese en casa, y por lo tanto «tentado» de consumirlos, mejor. Pero sobr...

Beatriz (11)

Una historia real

-XI-

El miércoles a las nueve y media de la mañana me despertó el teléfono. Antes incluso de mirar la pantalla supe que era ella.

—¿Te he despertado?

—Sí, pero no importa. ¿Has dormido bien?

—¿Te hace mucho trastorno subirte a desayunar conmigo? —Preguntó sin contestar.

—No, si me das media hora para lavarme un poco la cara.

—Venga. Yo me doy una ducha mientras tanto.

Me levanté y me dirigí al baño. Por un momento pensé que aquello estaba siendo un poco demasiad...

Beatriz (9)

Una historia real

IX

Pronto sus labios buscaron de nuevo los míos y su cuerpo se rozaba con el mío con excitada sensualidad. No quiso dejar de bailar durante unos cuantos temas, alternando los besos con algunos tragos a nuestras copas. En un momento preguntó:

—¿Quieres hacerme el amor?

—Sí quiero. Pero no voy a hacerlo.

Se apretó más contra mí y me susurró al oído:

—¡Gracias! ¡Muchas gracias! Cuídate mucho, debes ser el único ejemplar de tu especie que quede en el mundo.

Temía haberme equi...