Donde menos se piensa...
Cosas del destino
INTRODUCCIÓN
Aquello fue una historia de amor y pasión como tantas otras de las que, irremisiblemente, están condenadas al fracaso, pero que duró mientras duró antes de quedar archivada en el armario de los recuerdos agridulces.
Fue hace mucho tiempo, en 1995, cuando Internet lo tenían sólo algunas empresas y particulares muy privilegiados. La dama en cuestión tenía dos hijos, hija e hijo, ya mayorcitos, y yo casi me llevaba mejor con los hijos que con la madre.
Tras varios intentos de ‘re...