Sociedad limitada

Reuión de trabajo

Hacía apenas dos meses que había abandonado mi anterior empresa Para venir a trabajar a la actual; por petición expresa de los propietarios; como director técnico, cuando Ramiro, uno de los propietarios, me llamó a su despacho a través de la megafonía.

Ya sentado ante él, me dijo:

-Pasado mañana es la cena anual que tenemos los dos socios para comentar como marcha la empresa. Como tú eres ya una parte muy importante de ella, nos gustaría que asistieses.

-De acuerdo, sin ningún inconvenient...

Servicio a domicilio

Las amigas de mis amigas...

PRIMERA PARTE

Esa tarde, como tantas otras cuando la ocasión era propicia, me llamó mi amiga Marga para preguntarme si podía venir a verme.

-Claro –contesté-, sabes que tú siempre puedes.

-Ya, pero… ¿Puede venir mi amiga Rosa conmigo?

-¿Rosa?

-Sí, la conoces, la has visto muchas veces con su marido en el bar donde cenamos.

-No caigo, pero si a ti te parece bien, por mí no hay ningún inconveniente

-Entonces estaremos ahí a eso de las cinco.

Me quedé un tanto so...

Laura

Una historia real en un pub existente en Madrid

El pub en cuestión, llamado “La Selva”, parecía siempre la cantina de un cuartel por la cantidad de hombres, unida a la escasez de mujeres, que siempre había en él. Pero como estaba muy cerca de mi casa y no había ningún otro con mejores perspectivas cerca, lo visitaba casi a diario.

Lo normal era que me dejase caer por allí a eso de las siete o siete y media de la tarde, que me tomase un par de copas mientras intercambiaba algunas opiniones de fútbol con los camareros, y una hora u hora y media más t...

Una buena suegra

Las madres antes que las hijas

Me iba a casar con Irene dentro de quince días, después de casi dos años de noviazgo. Éramos unos novios ‘tardíos’, puesto que ella tenía 28 años y yo 30, lo que quiere decir que la noche de bodas no sería, por supuesto, nuestra ‘primera noche’.

Casi cada día, a eso de las seis de la tarde iba a su casa, unas veces para salir a algún sitio, otras par quedarnos allí viendo televisión a alguna película en el vídeo. Aquel jueves también lo hice, pero Irene no estaba, fue mi futura suegra quien me abrió l...

El complaciente marido de pili

Continuación de "PILI LA EXHIBICIONISTA"

No había olvidado que, al principio, me había dicho que a su casa no podíamos ir porque estaba el marido, así que pregunté:

-¿Pero no está tu marido?

-Creo que sí, pero dormirá profundamente, no te preocupes.

-Si no te preocupas tú. A mí no me va a pedir el divorcio, te lo aseguro.

-Venga, vamos.

Conduciendo yo, que iba un poco menos exaltado que ella, emprendimos el camino de su casa que, por cierto, estaba muy cerca de la mía.

Subimos, era un cuarto piso, y en el ascens...

Pili la exhibicionista

Una historia real

La canícula se cebaba con Madrid a primeras horas de la tarde de aquel final de julio. En el interior de mi cubículo el calor era soportable, pero los ruidos de las obras de derribo parcial del inmueble, que se habían reanudado a las tres de la tarde, no. De forma que decidía salir a buscar un poco de tranquilidad al parque cercano a mi domici-lio.

Las calles, que desprendían vapores del asfalto reblandecido por el sol, estaban literalmente desiertas. El pequeño parque no presentaba un aspecto mucho m...

Radiografía de una mamada

Vamos a intentar componer aquí un relato imaginario de una de las fases normales de una relación sexual: la mamada, bajo el punto de vista de las dos partes.

EL: Tenía el pene duro y erguido, con esa pequeña humedad lubricante que pone en él la excitación extrema, al verla a ella desnuda, sobre mí, a horcajadas sobre mis piernas, sabiendo que muy pronto iba a sentir su labios besándome la punta, introduciéndolo poco a poco en su boca, primero un poco, luego totalmente, hasta empezar a masturbarme con ella, con sus labios mientras sus manos acariciaban mis testículos. Sólo de pensar en el momento tan cercano sentía una especie de miniorgasmos continuados. La poll...

El chalet de las sorpresas

Una historia real

La verdad es que no soy muy dado a eso de las reuniones sociales, menos si son de compromiso, pero uno de mis jefes se había comprado un chalet “con todas las comodidades” en el parque del Conde de Orgaz y quería inaugurarlo con toda la pompa y el boato de que gustan tanto estas personas adineradas.

De modo que cuando recibí la emperifollada y carísima tarjeta de invitación, no tuve más remedio; que un jefe es un jefe; que confirmar mi asistencia con la tarjeta de aceptación y el sobre ya franqueado i...

Un buen viaje

Una historia real

Confieso que yo suelo volar en esas compañías de bajo costo, porque no me gusta derrochar y porque mis viajes no suelen ser muy largos.

Pero esta vez tenía que desplazarme a Colonia, a una feria de maquinaria para cine y fotografía: Cámaras, reveladoras, positivadoras, iluminación… Pagaba la empresa y se decidió que fuese en primera clase en una compañía internacional.

En principio la primera clase no se distingue de la turista más que en el espacio que hay entre los asientos, en que hay menos,...

Orgía en la oficina

(Continuación de "EL ASCENSOR")

ORGÍA EN LA OFICINA.

Continuación de “El ASCENSOR”

Llegamos al piso 17. Cuando se abrió la puerta del ascensor ya había fuera cuatro o cinco personas esperándolo. Yo no podía aguantar, me chorreaba el coño y en un minuto que las tuve puestas tenía las braguitas empapadas a despecho del salvaslip, de forma que les dije con un gesto que me siguieran y enfilé escopetada hacia mi despacho.

Nada más entrar me desnudé precipitadamente y me tumbé en el sofá diciendo:

-¡Venga, que alg...