Mi madrina de boda

Primera parte de una saga

Porque tanto los interesados y “afectados” como nosotros estuvimos de acuerdo, nuestros padrinos de boda fueron mi hermano mayor y su hermana pequeña. Debo aclarar que yo tenía 26 años cuando me casé mi mujer 24 y su hermana 23.

El meollo de esta historia empezó la noche de mi despedida de soltero. Naturalmente, a mi edad tenía amigos que había corrido ya de todo; me incluyo claro está; por lo que entre todos elegimos un local de striptease en el que las chicas hacían favores a los clientes por una ca...

No me como una rosca

En los probadores se prueba

Andaba yo por una de esas grandes superficies, o hipermercados, empujando un carrito y más despistado que un caimán en un garaje, ya que no era capaz de encontrar las cosas que necesitaba. Me había detenido allí porque me cogió de paso de vuelta a casa y quise aprovechar para adquirir algunas cosas que me hacían falta, pero como ya he dicho no encontraba nada. Así que decidí armarme de paciencia y recorrer, despacito, pasillo por pasillo, viendo lo que había y tratando de “descubrir” mis necesidades.

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Nuevas amistades, viejos conocidos (2)

Una historia real y reciente

II

No había pasado una semana de aquello cuando una mañana sonó mi móvil.

-Dígame.

-Jose, soy Diana, la madre de Iria.

-Hola Diana.

-Mira tengo un problema con el ordenador de la tienda y me han dicho que tú entiendes algo de esas cosas.

-Algo, pero soy autodidacta, no profesional.

-Ya, pero podrías venir a mirarlo, si puedes hacer algo bien, si no ya llamaré a un técnico.

-De acuerdo. ¿Cuándo te viene bien?

-¿Te parece esta tarde a las ocho, cuando...

Nuevas amistades, viejos conocidos (y 3)

Una historia real y reciente

III

Al día siguiente volví, le arreglé el ordenador; que sólo tenía desconectado el disco duro; tuvimos otra sesión de sexo salvaje y al despedirme, mera curiosidad, le pregunté que con qué nombre estaba en mi grupo, “Lanzada”, me dijo, y recordé que algún comentario sí había visto de ella. No me atreví, por no levantar alguna liebre, a preguntarle si sabía de la pertenencia de su hija al grupo, aunque supongo que sí pues ésta sí estaba con su nombre y foto.

La respuesta, o la confirmación d...

Nievas amistades, viejos conocidos (1)

Una historia real y reciente

I

Como todo el mundo tengo una cuenta en Facebook, y dentro de esa red social soy propietario de un grupo secreto donde los miembros pueden poner lo que quieran sin censura alguna. Yo lo llamo un grupo erótico, otros dicen que es un grupo pornográfico, y pueden que tengan razón por las cosas que algunos miembros colgamos.

Uno de los ciento sesenta y pico de miembros era una jovencita de 24 años a la que nunca supe quien invitó a entrar en el grupo. El caso es que yo nunca hablé con ella, jam...

Aprender sobre el terreno (Cena de conf. 2)

Documentación práctica

APRENDER SOBRE EL TERRENO (segunda parte de cena de confraternización)

Pasó un mes de aquel incidente y yo ya casi lo tenía olvidado aunque, eso sí, desde entonces leía con más atención los relatos de Georgina semanales en la revista.

Pero una tarde sonó mi teléfono:

-Hola, soy Georgina. ¿Te acuerdas de mí?

Yo no se lo había dado, pero no es difícil conseguir un número trabajando en el mismo sitio.

-¿Cómo no? ¿Qué se te ofrece?

-Me preguntaba si querrías, y podrías, t...

Cena de confraternización

Una mujer tímida

PRIMERA PARTE

Actualmente es muy frecuenta nuestro caso, por aquello de la comodidad y facilidad que ofrecen las nuevas técnicas. Me explico: Georgina y yo trabajamos para la misma editorial, pero no nos habíamos visto nunca, aunque sí leído; (debo aclarar que yo trabajo para varias, pero de intereses y temas totalmente distintos, por lo que no hay problema de incompatibilidad). No quiero decir que los autores ligados a una editorial se conozcan todos, ni antes ni ahora, pero actualmente que ni si...

Padre por encargo

Tratamiento de fertilidad

Todos los días salía, a eso de las once de la mañana, a darme una vuelta por el pueblo y tomarme el aperitivo en una de esas terrazas habilitadas para los fumadores, por lo que se había convertido en una rutina.

Uno de esos días me encontré, en la mesa de enfrente de la que yo me sentaba, una pareja de entre 35 y 40 años. Si me fijé en ellos fue porque la mujer llevaba una minifalda que, según estaba sentada, casi permitía ver sus bragas y unos muslos impresionantes. “Qué suerte tiene el condenado”, p...

Un trío inesperado

Uno tiene que ver de todo

Casi como siempre, había coincidido con Jesús; un onubense la mar de simpático y dicharachero; en Don Simón, “mi” piano-bar aparte de Tony2.

La única pega que se le podía poner a mi amigo es que siempre andaba loco por ligar, y la verdad es que con frecuencia lo conseguía.

Esa noche estaba yo cantando y él dedicado a su deporte favorito con dos mujeres muy atractivas sentadas al final del piano. Cuando terminé la canción me fui a sentar al taburete, al lado de ellas y de él, donde tenía mi copa....

Favor completo (y 3)

Una historia real

El día siguiente no llegó antes de la hora, si no apenas cinco minutos antes de la hora normal de su conexión.

-Vamos a la habitación –Dijo-, quiero enseñarte algo.

Como no venía con el habitual pijama, sino con una camiseta superescotada y una minifalda que era más un cinturón ancho, pensé que lo que querría enseñarme sería algo de ropa interior provocativa, o algo así, pero en cuanto llegamos al dormitorio se sentó ante el ordenador, lo encendió, y en cuanto se hubo iniciado buscó entre sus e-...