A.C. (2:La Viuda)
Tras la muerte de Agaúr, Sera debe decidir quién tomará el mando del pueblo del Gran Río.
Sera supo que algo había ido mal desde el momento en que vio la columna de humo manchar el cielo. Los cadáveres de uno de los dos bandos ardían en la hoguera, llenando el viento del asqueroso aroma de aceites, tela y carne quemados que la esposa del Gran Jefe conocía bien a pesar de llevar muchos inviernos sin oler.
Quemar los cadáveres de los enemigos caídos significaba que su bando había despertado un odio atroz contra el rival. Sólo así se entendía que el vencedor negara a los muertos un lugar dign...