¿Dónde está Wilmar?

De cómo hundí la vida de un chico durante un tiempo hundiendo la mía.

¿Dónde está Wilmar?

Una historia suavemente erótica

1 - Primeros recuerdos

Yo siempre volvía de la facultad a una hora distinta y siempre encontraba a Wilmar sentado en el banco del jardín esperándome. En invierno y en verano. Aunque lloviese. Cuando me veía aparecer, notaba cómo cambiaba su rostro, se levantaba y corría hacia mí. Era un chico bastante tímido, así que nunca me besaba en público ni me abrazaba, pero su mirada lo decía todo. Era tan grande su atracción por mí, que a vec...

Ida y vuelta (y 2)

Volver, quizá, es no irse.

Ida y vuelta (y 2)

Me volví lentamente y besé la frente de Felipe. Estaba profundamente dormido, pero debería despertarlo para aprovechar el día.

¡Felipe, Felipe! – le dije susurrando y acariciándolo -, deberíamos levantarnos.

Abrió los ojos y al verme sonrió:

  • Pensaba que todo lo que ocurrió anoche fue un sueño – dijo entre dientes -, pero estás a mi lado.

  • Pues tócate el pecho – le dije – y comprobarás que necesitaremos asearnos un poco.

Sin decir nada me besó y m...

Ida y vuelta (1)

A veces pensamos en hacer viajes sin retorno, pero el destino puede cambiar las cosas como no lo imaginamos.

Ida y vuelta – Parte 1

No había demasiada gente en la estación. El fin de semana – según habían dicho – iba a ser poco soleado y pensé que la gente había decidido quedarse en casa. Aún así, se veía algo de movimiento y, como faltaba más tiempo de la cuenta, me salí a la calle a fumarme un cigarrillo. Cuando volví a entrar ya se veía más animación y me dirigí a mi tren sin prisas buscando el vagón que me tocaba. La temperatura dentro del tren era más o menos la misma de la estación, pero decidí s...

Delito de Manu (2)

El delito de Manu crece hasta la histeria...

Delito de Manu: Jornada Segunda

1 – Llámame

¡Vengo agotado! – me tiré en el sofá -; traedme algo de refresco isotónico.

Es la primera vez que te oigo decir – exclamó Daniel – que vienes agotado después de pasar cinco días en un hotel de lujo y sin tocar ni una noche. Ten cuidado con esos «agotamientos», que ya tienes mala experiencia.

¡Llaman a la puerta, Alex! – grité -; abre, por favor.

Entró Ramón sonriente al vernos otra vez en casa y nos besó a todos.

¿Y tú, Tony...

Delito de Manu

La primera parte de una historia tormentosa...

Delito de Manu: Jornada primera

1 – La confesión

Se acababa ya el mes de más trabajo y preparábamos el equipaje para unas galas de cinco días, cuando recibí una llamada de Manu. Apenas habló. Yo entendí que, ocurriera lo que ocurriera, no nos fuésemos hasta hablar con él. El lugar de la cita sería mi pequeño escritorio en la salita que habíamos dejado para estudio de música.

Ramón se ofreció a ayudarnos; muchas cosas estaban perdidas con la mudanza y las maletas iban a ir muy llenas d...

De cintura para arriba

Algunos se pierden muchas maravillas por no sintonizar bien.

De cintura para arriba

Llegamos a casa derrotados de tantas galas, tanto viaje y… tanto follar. Empezaba a darme cuenta de que «en todos lados cuecen habas». Los homosexuales de los pueblos se esconden mucho más que los de las ciudades por miedo a que lo sepa todo el pueblo (es lógico, les hacen la vida imposible), pero cuando las personas que se les acercan no son del pueblo, sino de la ciudad, la cosa cambia al extremo contrario, es decir, procuran aprovechar esa ocasión como sea asegurándose...

¡Al turrón!

...¡duro y dulce, turronero!

¡Al turrón!

Aquella noche, al terminar la gala, Daniel y yo decidimos acostarnos y dormir, pero era tanto el calor que hacía, que ni teniendo la ventana abierta de par en par, podía conciliar el sueño. Me había fumado ya tres cigarros (aunque se suponía que allí no se podía fumar). Fui echando las cenizas en un paquete de tabaco vacío hasta que decidí que la mejor forma de relajarme era salirme a la terraza, aspirar profundamente el aire limpio de la sierra y volver a intentar dormirme.

Me...

El mancebo en la rebotica

Un mancebo, en una rebotica, me enseñó lo triste que es ser gay y no saber cómo disfrutar de ello.

El mancebo en la rebotica

Quedaba sólo un día para salir de viaje a las galas. Esta vez, hacíamos unas hasta el fin de semana, partíamos hacia otro lugar y comenzábamos otras galas hasta el miércoles, día que España está llena de fiestas, y seguíamos al día siguiente en otro lugar hasta el domingo. Teníamos luego tan sólo dos días de descanso y seguíamos trabajando. En realidad, ya no descansábamos hasta finales de agosto. Andrés había planeado quedarse todo ese tiempo en casa de su nuevo novio...

Alex y Manu

Un secreto entre un policía y un chaval.

Alex y Manu

¿Os pillo en mal momento? - preguntó Manu cuando le abrí la puerta -.

¡Manu! – me abracé a él - ¡Qué sorpresa! ¿Qué haces tú por aquí a estas horas?

¡Calla, calla, Tony! – me dijo con mala cara -, que he tenido que salir a levantar un cadáver con el juez. Un pirao que se ha tirado desde un noveno piso.

¡Joder! – exclamé - ¿Quieres un refresco o prefieres esperar?

Pues la verdad es que me tomaba ya una caña bien fría – me dijo -. Oye ¿Estás solo?

Nooo – le...

Dos pájaros de un tiro

Miguel tiene tatuados dos pájaros, uno en cada nalga, que son bastante atractivos.

Dos pájaros de un tiro

1 – La plática

Tony – Lo siento Miguel. No sabía que iba a surgirme un asunto urgente ni era mi intención dejarte tirado.

Miguel – Soy yo el que debería disculparme, Tony. Aquella noche no pude bajar. No me dejaste plantado. Si no hubieras tenido ese asunto de trabajo, te hubieras quedado esperando tú.

T – Bueno, ninguno de los dos acudimos a la cita. Somos un poco informales, pero a veces las cosas son así. ¡Toma! Te he traído un regalito de Grecia. Es un...