Un chico normal

Me olvidé de que hay que saber elegir con quién se va uno.

Un chico normal

1 – Uno entre cientos

No he sido nunca un gran amante de esas salas de ambiente gay donde parece que la gente no va a otra cosa que a buscar a alguien con quien echar un polvo antes de irse a dormir, pero estaba tan aburrido en casa, que decidí dar un paseo hasta una que no estaba muy lejos.

Lo primero que me molestó fue que el tío que había en la puerta te miraba de arriba abajo si no te conocía y, si no te veía buena pinta te decía que aquello era sólo para socios. M...

Una nochevieja nueva

No imaginaba que una Nochevieja podría ser al mismo tiempo triste y alegre.

Una Nochevieja nueva

1 – Los inocentes

Faltaba ya poco para la Nochevieja cuando me hallaba tomando café con Jordi, un chico que me tenía loco pero, aparte de ser bisexual, era duro de pelar. Algunas veces, cuando habíamos salido por las noches a tomar copas hasta el amanecer, en el punto álgido de la noche, me besaba apasionadamente en cualquier sitio, sin esconderse y, cuando me soltaba viendo estrellitas, siempre le preguntaba por qué hacía aquello. Su respuesta era siempre la misma: «¡...

Leo: Una suite para dos

En sólo dos segundos, puede hacerse un compromiso para toda la vida.

Leo: Una suite para dos

1 – Un encuentro

Mi chofer viajaba a gran velocidad, pero el camino se me estaba haciendo ya demasiado largo. Viajar por Castilla es gozar en cada segundo, pero yo iba a evadirme y mi vista se perdía en los amarillentos chopos que se veían en fila en el horizonte. Al fin, me dijo Gustavo que llegábamos a la capital y comencé a mirar con más interés. Era aún muy temprano y el sol estaba bajo. Los destellos de los cristales me impedían ver lo que había delante, así qu...

Los soldados no lloran

Basado en hechos reales personales.

Los soldados no lloran

1 – Campamento

Todavía era obligatorio el servicio militar cuando me llegó la hora. Yo soy una persona demasiado sensible y creí que eso de hacer la mili no iba a poder soportarlo. El día que llegamos y nos entregaron el uniforme, la ropa de faena, las botas y todo lo demás, sentí que me quitaban la identidad. Afortunadamente, yo había decidido pelarme mucho para que no me metieran allí la maquinilla y me dejasen lleno de trasquilones, pero cuando me probé la ropa y m...

Manolito el pajitas - Epílogo

Me han pedido que continúe esta historia. Aquí está ¿Triste? ¿Feliz? Ahora os toca usar la imaginación.

Manolito «el pajitas» - Epílogo

Nota: Para mí, la historia de Manolito está más que acabada. Pensaba que ya no era Manolito, que había descubierto que amaba a Javier y que aquellos hombres que lo envidiaban por su suerte habían recibido un castigo. Pensaba que la sorpresa era parte del relato y que los lectores podrían imaginar qué podría pasar de ahí en adelante, pero, tengo que confesarlo, yo tengo mi propia continuación de esta historia y me han pedido que la continúe en esta web. En realidad...

Manolito el pajitas

Sin comentarios (Último de esta serie).

Manolito «el pajitas»

1 – La comida

Vivía casi en el centro de la ciudad. No puedo decir que el sitio era malo; ni mucho menos, pero debía asistir todos los días a mi trabajo en la fábrica que mi padre me había dejado y eso significaba perder muchas horas al día. Busqué un piso bastante lujoso a las afueras y hacia el lado de la fábrica y me mudé en poco tiempo. Ya podía salir con el coche y, sin atravesar la ciudad, estar en las oficinas en menos de media hora. En realidad, mi trabajo era...

Luís: Noli me tangere

(Noli me tangere=No me toques) - Relato de dulzura y amor más que de otra cosa. Dedicado sobre todo a mis incondicionales.

Luís: Noli me tangere (*)

1 - Abandonado

Estaba sentado en un banco del jardín cercano a casa, frente al estanque viendo a los patos nadar sobre aguas putrefactas, cuando se acercó lentamente un chico andando despacio y se sentó en el otro lado del banco. Era delgado, no demasiado alto, con ropa corriente, pero con un rostro bellísimo, suave, aterciopelado y afilado y labios muy sensuales. Desde que se sentó, como buen ligón que soy considerado, le miraba de reojo y observé un perfil que me...

Cartas rosas

¿Me escribe una extraña? ¿O es un extraño?

Cartas rosas

1 – Primera carta

No suelo abrir el buzón a menudo. Casi nunca recibo correspondencia. Cuando lo abro, siempre miro las cartas con desinterés. Suelen ser cartas de los bancos y de publicidad. Me fastidia muchísimo tener que andar rompiendo papeles o recolectándolos para reciclarlos. Pero un día, lo que creí que era otra carta más llena de publicidad, de color rosa, venía con mi nombre, sin remitente y un poco perfumada. Dejé de mirar el resto y la abrí en cuanto entré en casa....

Hilario

Un superdotado mental.

Hilario

1 – Las desapariciones

Aquel año coincidimos casi todos los estudiantes del curso anterior. Entre ellos, había un chico que prácticamente no hablaba con nadie, pero cuando hacía preguntas a los profesores, podía oír su voz sensual y misteriosa y la conversación que entablaba con el profesor era siempre bastante complicada. Me daba la sensación de que aquel chaval estudiaba más horas que vivía.

Al salir de clase un día a un descanso, fui a tomarme una Coca-Cola con mi compañer...

Soldadito de plomo

¿A quién se le escapa de la vista un soldadito? ¿Quién puede escapar de las garras de un soldadito?

Soldadito de plomo

1 – Encuentro

En aquel extrañísimo bar grande y muy iluminado, podían tomarse los aperitivos mejor elegidos del sur. Tomamos algunos platos exquisitos de Andalucía a modo de cena ligera acompañados por vino. Nos habíamos reunido cuatro amigos para comenzar el fin de semana pero sin ningún plan. Me acompañaban Alonso, Rodrigo y Teresa y pensamos en ir un poco más tarde a una disco hasta el amanecer, pero, aparte de que aquel lugar era muy conocido por todos ellos, la casu...