Bernardo

Cuando el alcohol hace ciertos efectos.

Bernardo

1 - Introducción

  • ¿Qué te pasa Bernardo? Te veo muy triste. No entiendo por qué faltas a las clases y te sientas aquí solo mirando a ningún sitio.

  • Prefiero estar solo, David. A veces, la soledad es más reconfortante que una compañía; aunque sea buena.

  • ¡Lo siento! – le dije -, no quería molestarte. Sé que lo que me dices es cierto, aunque muchos piensen lo contrario. Voy a dar una vuelta.

  • ¡Espera, por favor! – extendió su brazo con la mano abierta -.

-...

No era una broma

Cortito, como a muchos les gusta...

No era una broma

Aguanté mis ganas de orinar porque quedaban sólo diez minutos para salir de la oficina. Cuando todos empezaron a levantarse para irse, me fui corriendo a los servicios. Ya no había allí nadie y pronto no habría nadie en toda la oficina. Me acerqué a un orinal, me la saqué y sentí el placer de notar cómo se vaciaba mi vejiga.

Terminé y me lavé las manos rápidamente, pero cuando estaba secándomelas en el secador, alguien se agarró a mi brazo.

  • ¡Hola, Ramón! – me dijo m...

El sargento de piedra

El militar se acostumbra a ser duro y distante; a dar órdenes.

El sargento de piedra

1 – El ataque

Sabía que andaba por un barrio no muy seguro, pero mis ropas eran normales y no iba llamando la atención de ninguna manera. La acera era estrecha y con una fila de árboles en el lado de la calzada. En ningún momento sentí miedo ni me puse alerta. La gente que paseaba por allí me pareció normal. Estaba atardeciendo, pero ya habían encendido las farolas y no me sentí inmerso en la oscuridad. Sin embargo, me esperaba una sorpresa. Bueno; una sorpresa o vari...

El fruto prohibido

Cuando buscas un fruto y el fruto te encuentra a ti.

El fruto prohibido

1 – El mercado

Desperté aquella mañana pensando en pintar una fruta inexistente. Quizá, yendo al mercado y buscando entre todas ellas, podría plasmar en el papel una fruta nueva; algo que no existiera en la naturaleza y que fuese atrayente hasta el punto de que el que la mirase sintiese deseos de tenerla en sus manos y comerla. Una fruta a la vez colorida, ácida, dulce, fuerte y suave

Quizá no me importaba tanto la forma (ni el color) como su aspecto exótico, disti...

Desde la tercera guardia

Un cuartel es lugar peligroso para declararse, pero no es imposible.

Desde la tercera guardia

1 – La primera noche

Cuando ingresé en el ejército no pensé que entrar en la policía militar iba a ser tan duro. Comencé haciendo servicios generales (limpieza, cocina…) y ejercicios de tiro, pero cuando supe usar las armas, todo cambió. Me avisaron de que al hacer las pruebas de tiro no diese demasiado en la diana, pues a los buenos tiradores los seleccionaban para los puestos de más riesgo. Por suerte o por desgracia, no hice ni un solo disparo con los ojos cerra...

El soldado que me amó

Parte de la vida de Diego y Francisco.

El soldado que me amó

1 – Promenade

Era mi costumbre tomar el coche y salir de la ciudad al campo, a sitios que me aconsejaban por su belleza. Había visitado vastas planicies frondosas atravesadas por riachuelos de agua helada, cuevas misteriosas, alturas casi inaccesibles que me permitieron ver gran extensión de paisajes bellísimos alrededor y bosques aparentemente inexpugnables.

Buscando en un mapa, descubrí por casualidad un lugar muy aislado. Pensé inmediatamente que podría encont...

Mi vida en una tómbola

Cómo Lucas pasa de una vida sedentaria a otra transhumante arrastrado por el amor.

Mi vida en una tómbola

1 – En un bar

A pesar de que mi vida como programador era más bien sedentaria por estar medio día escribiendo código y el otro tecleándolo en un ordenador, un mal paso al subir unas escaleras dañó mi tobillo derecho. Tal circunstancia no me impidió seguir trabajando y acudía a diario a la empresa a la que le estaba programando sus sistemas.

  • ¡Pase, pase, señor Cárdenas! – dijo el jefe del departamento contable -; me gustaría tener una pequeña charla con usted. ...

El puzzle

Un juego donde se mueven muchas piezas. Mi relato no. 100

El puzzle

1 – La primera pieza

  • ¡Oye, Blas! - le dije a un compañero en las duchas -, tu padre nos va a matar con tanto ejercicio; y eso que yo estoy acostumbrado a los deportes y la gimnasia.

  • ¡No creas! – me dijo -, él sabe hasta dónde aguantamos. Puede ser que nos lleve al límite, pero no va a pasarse, Marcos. Lo conozco muy bien. Nos observa meticulosamente ¿Te importa dejarme el jabón? ¡Me lo he dejado en casa!

Salimos de allí, nos secamos, nos vestimos y volvimos despac...

El efecto Alfa y Omega

Una relación que comienza de forma no imaginable. Una relación basada en la filosofía oriental.

El efecto Alfa y Omega

1 – Introito

Estaba aquella tarde demasiado saturado y, aprovechando que casi todos estaban en clase, di una vuelta por el campus para despejarme y acabé entrando a tomar café en uno de los bares más cercanos a la facultad. No había casi nadie, la música estaba apagada y el camarero estaba al fondo de la barra leyendo alguna revista. Al verme entrar, se acercó a mí, me preguntó y me sirvió el café. Lo cogí con cuidado y fui a sentarme a una mesa junto a la ventana, d...

Mano dura

Un relato sin chicos perfectos.

Mano dura

1 – Paseo nocturno

Estaba harto de dar clases en la facultad para micurrios que, sin saber por dónde pasa el Pisuerga, se creían conocedores de la llamada cultura profunda y se atrevían a llamarme Manolo, en vez de don Manuel, que es el tratamiento mínimo que debería dársele a alguien de 50 años que te está enseñando cómo crear, cómo construir belleza, cómo encajar esa belleza en el paisaje y cómo hacer delicioso tanto el exterior como el interior de un edificio.

Entré en u...