Cerdas y cachondas (Parte número 10).
Parte número diez de esta nueva y larga historia, a la que he dado un título muy sugerente, que espero sea del agrado de mis lectores a los que ruego que, para bien ó para mal, me hagan llegar sus comentarios.
“ *Pensaba que aquel suplicio terminaría en cuanto mi madre consiguiera vencer su proceso gripal o Josephine regresara de su gira pero no fue así y Jacques, a pesar de que tuvo que dejar de ir a buscarme, siguió perseverando y encontrando el momento idóneo para obligarme a exhibirme desnuda ante él en el trastero con el propósito de poder sobarme a conciencia y seguir ofreciéndole mi lluvia dorada y prodigándome con mis estímulos bucales y manuales para darle satisfacción. A pesar de que me repudiaba el ve...