Ninfómana y obediente (Parte número 06)).

Sexta parte de esta historia que, en primicia, brindo a mis lectores esperando que sea de su agrado y la sigan con interés.

Estaba a punto de acabar de cursar mis estudios colegiales cuándo realicé con mis compañeros un viaje de fin de estudios por el centro de Europa durante el cual me fui dando cuenta de que me había convertido en una joven tan atractiva y seductora que, sin proponérmelo, levantaba pasiones entre el sexo masculino al que le motivaba mi forma de andar, de hablar, de sonreír y por supuesto, de vestir ya que me gustaba usar ropa juvenil con escotes pronunciados y cuándo era posible con la espalda al descubierto y...

Ninfómana y obediente (Parte número 05).

Quinta parte de esta historia que, en primicia, brindo a mis lectores esperando que sea de su agrado y la sigan con interés.

A cambio de mi discreción Michael me hacía regalos, me compraba conjuntos de ropa interior calados y con tanga a mi gusto y estaba pendiente para que nunca me faltara algo de dinero en el bolso pero lo que más me gustaba era que, cada vez que me la mostraba, la “tranca” luciera bien tiesa hacía arriba. Llevaba algo más de un mes meneándosela y sacándole la leche casi a diario en el garaje ó en el trastero de su domicilio cuándo una tarde y mientras se la “cascaba” lentamente, me indicó que había llegado a m...

Ninfómana y obediente (Parte número 04)

Cuarta parte de esta historia que, en primicia, brindo a mis lectores esperando que sea de su agrado y la sigan con interés.

Cierto día conocí a Michael, un seductor compañero de trabajo de mi padre, con el que, a pesar de que me doblaba en edad, fui haciendo amistad y cogiendo confianza. Como vivía en la misma zona residencial que nosotros solía ir con él a hacer ejercicio, sobre todo footing y a jugar al tenis y los fines de semana a pasear. Me complacía el observar que, cuándo estaba conmigo, se le marcaba un buen “paquete” en el pantalón y que parecía que se le iban a salir los ojos de las órbitas cada vez que me veía en biki...

Ninfómana y obediente (Parte número 03).

Tercera parte de esta historia que, en primicia, brindo a mis lectores esperando que sea de su agrado y la sigan con interés.

Desde el momento en que Jacqueline empezó a lucir “bombo” mi padre me obligó a dormir en mi habitación. Semejante imposición causó que perdiera todo mi interés por verles en acción mientras se daban tralla. Unos meses después de nacer Judith nos fuimos a vivir a una moderna zona residencial, situada a pocos kilómetros de Copenhague, en la que mayoritariamente se alojaban familias que no eran originarias del país. Allí conocí e hice amistad con una chica de origen finlandés, llamada Helena, que era cinco año...

Ninfómana y obediente (Parte 02).

Segunda parte de esta historia que, en primicia, brindo a mis lectores en primicia esperando que sea de su agrado.

Por la mañana, cuándo se levantaban, a Jacqueline la encantaba pajearle. La mayoría de los días se colocaban ante el espejo situado sobre el lavabo donde la gustaba verle echar la primera meada del día mientras le sujetaba con su mano el erecto pene antes de proceder a “cascárselo”, alternando movimientos manuales rápidos con otros más lentos, hasta que le brotaba la leche y mi madre no se perdía ningún detalle de su salida. Su posición me permitía ver a Jean Pierre la abertura y el capullo y observar que s...

Ninfomana y obediente (Parte número 01).

Después del periodo vacacional vuelvo a ponerme en contacto con mis lectores ofreciéndoles, en primicia, la primera parte de una nueva historia que espero sea de su agrado.

Aunque toda mi familia era de ascendencia belga y francesa, mis progenitores, Jean Pierre y Jacqueline, decidieron emigrar a los Países Escandinavos al recibir una buena oferta laboral lo que ocasionó que me engendraran en Noruega y que mi alumbramiento se produjera en Dinamarca, donde se habían asentado y llevaban unos cinco meses trabajando. Me convertí en la primera de sus dos hijas y a pesar de que tenían pensando llamarme París, a última hora cambiaron de opinión y me pusieron el nombre de mis dos abue...

Pervertido y semental (Parte número 31).

Parte treinta y una y última de esta larga historia, con contenido escatológico, que confío en que sea del agrado de mis lectores más fieles y que, los que aún no hayan leído nada mío, la sigan con interés. Gracias a todos y para bien ó para mal, espero vuestros comentarios que os agradezco.

Cuándo regresamos Paula, que me pareció una “pijipi” que gastaba lo que ganaba en potingues, en ropa y en los establecimientos en los que podía tomar rayos uva en bolas con intención de lucir durante todo el año su cuerpo armoniosamente dorado, me indicó que trabajaba en una entidad bancaria y que, excepto los jueves, estaba disponible por la tarde mientras que Sonia, al encontrarse en el paro, tenía mucho tiempo libre pero prefirió que me la follara a primera hora de la mañana por lo que me puse de acuerdo...

Pervertido y semental (Parte número 30).

Parte treinta y penúltima de esta larga historia, con contenido escatológico, que confío en que sea del agrado de mis lectores más fieles y que, los que aún no hayan leído nada mío, la sigan con interés. Gracias a todos y para bien ó para mal, espero vuestro comentarios que agradezco de antemano.

El estado emocional de Sole y el que se enterara de la situación idílica en la que a sus espaldas y desde hacía varios años vivía con mis compañeras, me ayudó a hacerla comprender que, al llevar bastantes años juntos, era normal que me hubiera cansado de ella. Aunque la costó muchas lágrimas y durante un tiempo no se dejó de reprochar el no haberse ocupado durante los últimos años con más intensidad de darme satisfacción sexual, al final decidió facilitarme que me fuera a vivir con Espe con la condición de...

Mi pequeña colita bien, gracias (Parte número 15).

Parte quince y última de esta historia, con contenido escatologico, en la que su protagonista, contandonos su vida, pretende animar y homenajear a los muchos varones que, por desgracia, no se encuentran demasiado bien dotados. Espero que la historia haya sido del agrado de todo el que la ha leido.

Conseguido esto Rubí decidió iniciar la segunda fase que era el evitar que descargara con tanta celeridad en cuanto el rabo se me ponía tieso. Para ello, siguió estimulándome analmente con sus dedos y en cuanto el “plátano” lucía erecto y con el capullo bien abierto, me colocaba unas gruesas gomas en la base que me apretaban de tal forma que, aunque llegaba a sentir y con mucha intensidad el gusto previo, impedían la salida de mi “salsa”. Por si aquello no era suficiente solía presionarme la base con sus de...

Pervertido y semental (Parte número 29).

Parte veintinueve de esta larga historia, con contenido escatológico, que está llegando a su final y que confío en que sea del agrado de mis lectores más fieles y que, los que aún no hayan leído nada mío, la sigan con interés. Gracias a todos y para bien ó para mal espero vuestros comentarios.

Para desagraviar a mi ojete de la penetración anal que me había realizado el supuesto chulo de Ivanka, Svetlana y Yordanka, hice que Andrea, Bárbara, Carolina, Espe, Inés, Judith, Lidia y Sole dedicaran un buen rato a satisfacerme a través del ojete, realizándome el “beso negro” y el “colibrí”. Ninguna se opuso a darme placer a través del orificio anal sin importarlas que me llegara a pedorrear en su cara pero, como me obligaba a prolongar varios minutos más los contactos sexuales que mantenía en la oficina...