Adicto al sexo (Parte veintisiete).

Una semana más aquí tenéis otra parte y nos vamos acercando al final, de una de mis historias. Es la veintisiete de la última que he escrito que, además, es la más larga. Espero que mis lectores más asiduos sigan enganchandos a ella y para bien ó para mal, me dejen sus comentarios que os agradezco.

Dos meses más tarde y una vez que Cristina se convenció de que ninguno de los “yogurines” a los que había “catado” podía llegar a darla tanta satisfacción sexual como yo puesto que la inmensa mayoría de ellos no eran capaces de echar más de un polvo y los demás no habían adquirido el adiestramiento y aguante suficientes como para llegar a culminar en más de dos ocasiones, decidimos modificar el calendario inicialmente acordado para poder mantener nuestros encuentros los lunes, miércoles y viernes, al termin...

Adicto al sexo (Parte veintiséis).

Una semana más y para que podaís disfrutarla durante este puente festivo, aquí tenéis otra parte y nos vamos acercando al final, de una de mis historias. Es la veintiséis de la última que he escrito que, además, es la más larga. Espero que sigaís enganchados a su lectura y que os guste.

Al terminar su narración cogió una botella de agua que tenía delante de ella en la mesa y bebió parte de su contenido sin apartar su vista de mí. Mientras volvía a dejar la botella en su lugar supuse que me iba a pedir que, al igual que había hecho ella, la efectuara un pormenorizado relato de lo que, hasta entonces, había sido mi vida sexual pero, evidenciando que no tenía ningún interés por conocer mi pasado, lo que hizo fue apretarse más y ofrecerme sus labios diciéndome que lo primero que quería probar...

Adicto al sexo (Parte veinticinco).

Una semana más aquí teneís parte de una de mis historias. Es la veinticinco de la última que he escrito que, además, es la más larga. Espero que las personas que la lean se vayan enganchando a ella y para bien ó para mal me dejen sus comentario que, de antemano, agradezco.

*“El que Amanda disfrutara al mismo tiempo que me daba satisfacción sexual me mantenía de lo más excitada pero mi cabeza continuaba pensando en la forma de recuperar a mi cónyuge que una tarde regresó a casa a una hora bastante más temprana a la habitual y al entrar en el dormitorio, nos sorprendió en plena faena. Amanda me estaba forzando vaginalmente con su puño, lo que había incluido en su repertorio pocos días antes tras la penetración que me efectuaba con la braga-pene y Akira, mirándonos y sonriéndono...

Adicto al sexo (Parte veinticuatro).

Una semana más aquí teneís parte de una de mis historias. Es la veinticuatro de la última que he escrito que, además, es la más larga. Espero que las personas que la lean se vayan enganchando a ella y para bien ó para mal me dejen sus comentario que, de antemano, agradezco.

*“Para recuperarme del trauma sufrido necesité y durante bastante tiempo, ayuda psiquiátrica pero a medida que me iba restableciendo comencé a sentir unas ganas enormes, que cada vez eran más frecuentes, de “hacerme unos dedos” ó usar uno de los dos vibradores que escondía en mi habitación para darme satisfacción sexual. El utilizar estos “juguetes” con tanta asiduidad ocasionó que llegara a ansiar que una buena polla ocupara el lugar del vibrador por lo que me decidí a disfrutar lo más posible del sexo fac...

Adicto al sexo (Parte veintitrés).

Una semana más aquí teneís parte de una de mis historias. Es la veintitrés de la última que he escrito que, además, es la más larga. Espero que las personas que la lean se vayan enganchando a ella y para bien ó para mal me dejen sus comentario que, de antemano, agradezco.

A pesar de mi gran experiencia sexual me encontraba realmente nervioso mientras hablaba con ella y sentía como el lateral izquierdo de su cuerpo rozaba continuamente con el derecho del mío. Cristina debió de notarlo y para romper el hielo, cruzó sus piernas, me acarició la cara y me hizo un pormenorizado resumen de lo que había sido su vida sexual hasta entonces.

*“Perdí la virginidad siendo muy joven en una fiesta de celebración del año nuevo a la que acudí acompañada por dos amigas. Era la primera ve...

Adicto al sexo (Parte veintidós).

Una semana más aquí teneís parte de una de mis historias. Es la veintidós de la última que he escrito que, además, es la más larga. Espero que las personas que la lean se vayan enganchando a ella y para bien ó para mal me dejen sus comentario que, de antemano, agradezco.

Bastante contrariada por haberla obligado a tomar parte activa en los intercambios, desde que regresamos de aquel periodo vacacional y aunque seguimos inmersos en una actividad sexual frecuente e intensa, Paloma comenzó a plantearme la conveniencia de convertirnos en pareja estable para poder vivir juntos con idea de, llegado el momento, casarnos y adoptar a una ó dos niñas chinas para que más adelante no la recriminara que no me hubiera podido dar descendencia. A pesar de que la joven me gustaba a rabiar,...

Adicto al sexo (Parte veintiuna).

Una semana más aquí teneís parte de una de mis historias. Es la veintiuna de la última que he escrito que, además, es la más larga. Espero que las personas que la lean se vayan enganchando a ella y para bien ó para mal me dejen sus comentario que, de antemano, agradezco.

Andrea, demostrándome que además de ardiente y viciosa era envidiosa, mala y rencorosa, no tardó en hablar con Paloma a la mañana siguiente para decirla que me había pasado varias horas dándola por el culo lo que, lógicamente, sentó fatal a la joven que, tras indicarme que se sentía vilmente traicionada después de haber depositado toda su confianza en mí y que la había demostrado que era un cabronazo que sólo pensaba en recibir satisfacción a través del rabo y en echar “lastre”, se enfadó conmigo situación...

Adicto al sexo (Parte veinte).

Una semana más aquí teneís parte de una de mis historias. Es la veinte de la última que he escrito que, además, es la más larga. Espero que las personas que la lean se vayan enganchando a ella y para bien ó para mal me dejen sus comentario que, de antemano, agradezco.

Dos meses más tarde uno de los directivos de la empresa, que estaba a punto de jubilarse, tuvo el gran detalle de invitar a todo el personal de las oficinas a pasar un fin de semana con todos los gastos pagados en la ciudad en la que había nacido con el propósito de que la conociéramos y pudiéramos recorrer su provincia. Nos alojamos en un confortable y moderno hotel en el que, al quedarme el último en el reparto, me dieron una amplia y luminosa habitación de dos camas que estaba ubicada justo enfrente de l...

Adicto al sexo (Parte diecinueve).

Una semana más aquí teneís parte de una de mis historias. Es la diecinueve de la última que he escrito que, además, es la más larga. Espero que las personas que la lean se vayan enganchando a ella y para bien ó para mal me dejen sus comentario que, de antemano, agradezco.

Mención aparte merece esta última. Paloma era una chica soltera muy mona de cabello moreno, delgada y de altura normal con una muy particular manera de andar, lenta y pausada como si tratara de una modelo que participara regularmente en desfiles, a la que gustaba vestir de una forma elegante y recatada con ropa de marca por lo que siempre me pareció que su mayor pasión era la moda y que llegaba a invertir en ella buena parte de su sueldo. Al contrario de lo que sucedía con Andrea era muy raro verla con pant...

Adicto al sexo (Parte dieciocho).

Una semana más aquí teneís parte de una de mis historias. Es la dieciocho de la última que he escrito que, además, es la más larga. Espero que las personas que la lean se vayan enganchando a ella y para bien ó para mal me dejen sus comentario que, de antemano, agradezco.

Fátima, la tercera de las incorporaciones, era una chica de cabello rubio, alta y de complexión normal, con muchos menos aires de grandeza y suficiencia que Andrea, que aún vivía con sus padres en una vivienda cercana a la mía aunque tenía novio con el que pensaba casarse en breve. Como era con la que más me relacionaba laboralmente, en poco tiempo cogimos bastante confianza aunque pasaron varios meses antes de que comenzáramos a enrollarnos sexualmente y fue a cuenta de que, al acabar mi jornada laboral, s...