Mi inolvidable tarde con una modelo (Parte cinco).

Esta es mi última historia. Espero que os guste y la disfrutéis.

Además de la sesión sexual conjunta que, a diario y por la tarde, Ingrid mantenía con Michael y Peter primero en el bosque y más tarde en el domicilio del segundo hombre en donde la joven se hartaba de chupar el nabo a Michael, incluso después de haberla dado “biberón”, mientras Peter se recreaba insultándola, pasándola reiteradamente el felpudo por el coño, introduciéndola el vibrador y forzándola con él cada vez que se encontraba próxima al clímax para terminar poseyéndola vaginalmente, con sus amenazas M...

La última fue la primera (Parte diez).

Décima y última parte de esta interesante historia que espero haya sido del agrado de mis lectores.

Pero, tras solucionar aquella situación, me di cuenta de que, al igual que la sucedía a Marisol, tampoco tenía demasiadas ocupaciones que atender ya que en la facultad se llegó a notar demasiado el mecenazgo de la hembra y hasta mis compañeros se percataron del manifiesto favoritismo que los profesores demostraban por mi persona y que me estaban aprobando a pesar de que muchos exámenes los dejaba en blanco puesto que, al estar mucho más centrado en el sexo, no encontraba tiempo para estudiar. Por desgracia...

Mi inolvidable tarde con una modelo (Parte cuatr).

Esta es mi última historia. Espero que os guste y la disfrutéis.

Cuándo Peter terminó de darla aquellas explicaciones el chocho de Ingrid se encontraba de lo más caldoso a cuenta de los continuos sobamientos que la había realizado por lo que el hombre la ayudó a tumbarse, la quitó la braga, se acomodó entre sus piernas y manteniéndola bien abiertos los labios vaginales con sus manos, la efectuó un meticuloso examen del coño antes de comérselo hasta que la joven, totalmente salida, alcanzó en pocos minutos tres orgasmos y acabó meándose en su boca, cosa que a Peter no le...

La boda de mi primo (parte ocho).

Octava parte de mi penúltima historia, que acabé de escribir en el pasado mes de Mayo. Espero que guste a mis lectores y que sigan engachándose a lo acontecido.

Como tardó casi medía hora en regresar dispuse de tiempo para poder recuperarme y reponer líquidos mientras la minga se mantenía totalmente tiesa cosa en la que colaboró Andrea, la madrina, que no dejó de movérmela con su mano mientras me acariciaba los huevos y se tomaba una copa conmigo intentando extraerme la leche para no perderse detalle de como la echaba y me proponía mantener una nueva sesión sexual en su habitación para que se la “clavara” por vía vaginal y “descargara” una ó más veces dentro de su...

La última fue la primera (Parte nueve).

Novena parte de esta interesante historia.

Salimos de la habitación y una vez más, la seguí por los pasillos hasta llegar a la cocina donde Judith, la criada, se encontraba recogiendo los platos de la comida después de haberlos fregado. Mientras Marisol me comentaba que era hija de la cocinera, me fijé en ella con más detenimiento observando que era tal su belleza que cada segundo que pasaba deseaba con más ganas disfrutar de su “arco del triunfo”, de su boca, de su culo y de sus tetas. Debí de permanecer en las nubes unos instantes hasta que oí que...

La última fue la primera (Parte ocho).

Octava parte de esta interesante historia.

Pero al darse cuenta de que aún tenía libres la tarde de los martes y miércoles y la mañana del sábado, doña Ursula consideró que había que “exprimirme” más para que no me faltara sexo y echara cada día unos cuantos polvos. Al principio, sólo tuve ocupada la tarde-noche del martes pero, pasado un mes, mi actividad sexual se convirtió en diaria y los sábados tanto por la mañana como por la tarde. Pero, aunque me las prometía muy felices con ello y no me importaba que me hubieran asignado a unas cuantas mujer...

La boda de mi primo (parte siete).

Séptima parte de mi penúltima historia, que acabé de escribir en el pasado mes de Mayo. Espero que guste a mis lectores y que se vayan engachando a lo acontecido.

Aunque la orgía siguió en la discoteca puesto que había varias parejas de jóvenes y una lesbiana que parecían no tener límite, pude permanecer sólo y tranquilo durante algo más de tres cuartos de hora lo que me permitió recuperarme y poder saborear un par de copas de un delicioso combinado, especialidad del hotel, hasta el momento en que Martina, vestida con una bata muy corta y fina con la que me pareció una autentica “calientapollas”, entró por la puerta y después de buscarme con la mirada, se dirigió has...

Mi inolvidable tarde con una modelo (Parte tres).

Esta es mi última historia. Espero que os guste y la disfrutéis.

Mientras sentados en una de las mesas de una cafetería cercana dábamos debida cuenta de un combinado típico del país, me explicó que Ingrid era de ascendencia nórdica y que se había desarrollado a una edad temprana. Como era una autentica preciosidad no tardó en verse asediada por los chicos que pretendían y algunos con éxito, “meterla mano”. En cuanto se enteró de que la almeja de las mujeres servía para algo más que para mear, descubrió que la resultaba muy placentero “hacerse unos dedos” en la cama al ac...

La boda de mi primo (parte seis).

Esta es la sexta parte de mi penúltima historia, que acabé de escribir en el pasado mes de Mayo. Espero que guste a mis lectores y que se vayan engachando a lo acontecido.

Al quedarme de nuevo solo volví a centrarme en la descomunal orgía en que se había convertido la boda pero sin dejar de pensar en lo excitante y placentero que me resultaría ver desnuda y poder tocar a Anne Lise. Estaba tan absorto en ello que no me percaté de que cinco mujeres que, aunque se conservaban muy bien, iban vestidas con ropa que las daba un aspecto bastante juvenil y estaban de lo más potable, andaban en torno a mi edad y que, al permanecer vestidas, evidenciaban que aún no se habían estrenado s...

La última fue la primera (Parte siete).

Séptima parte de esta interesante historia.

Llevaba casi dos meses dejándome ultrajar por aquellos grupos de pedorras cuándo una noche, al salir de la ducha tras un fin de fiesta en el que me dieron por el culo cuatro mujeres, me encontré esperándome a una de aquellas golfas que, completamente vestida y manteniendo su cara cubierta, me hizo acompañarla a una de las habitaciones donde, quitándome la toalla con la que cubría mis atributos sexuales y tocándome continuamente mi maltrecha pirula y los cojones, me indicó que estaban obteniendo un rendimien...