Mis cuentos inmorales, Capítulo 6

De aquella noche mágica

Capítulo 6

La noche mágica

Estíbaliz no me gustaba como mujer, pero su ternura y su sinceridad me cautivaron. Unido a ese cuerpo tan hermoso, decidí que esta, su primera noche de amor, como dije antes, la iba a recordar de por vida.

-Cariño, le dije poniendo la voz más dulce que podía. -Sé que te gustaría que esta fuera tu noche de bodas, y que yo sea ese hombre con el que te acabas de desposar. Cierra los ojos, y vívela como si fuera realidad.

Cerró los ojos y se dispuso a co...

Mis cuentos inmorales. Capítulo 5

De aquella despedida de Estíbaliz

Capítulo 5

De aquella despedida de Estíbaliz

La madre, que se olía nuestra relación furtiva, estaba al acecho de lo que su hija hacía; no le quitaba ojo. Lo que no sé, es cómo Sara no se percato esa tarde, seguramente creyó que su mamá hacía la siesta, ¡pero sí, si! La muy "lagarta" (la madre, no Sara) seguro que se hizo la dormida, pero con un ojo abierto.

La siguió, y ¡Catapum! el estacazo que me arreó por la espalda en la cabeza fue de órdago. Allí me dejó tirado sin s...

Mi decameron. Capítulo 4

Los lios amorosos de un chico guapo

Capítulo 4

Lo que pasó después

Quedé tan conmovido después de aquella tarde con Sara, que me sobrevinieron grande dudas.

-¿Si no estaba enamorado de ella, porqué no la apartaba de mi pensamiento?

Con veinte años, y creyendo que el mundo femenino es inmaculado y blanco como la Virgen María; pues como ya he apuntado, creía que las mujeres vienen al mundo para se esposas ejemplares y madres abnegadas, la actitud de Sara me sobrepasaba.

-¿Seis años de novia, y folla conmigo...

Los líos amorosos de un niño guapo

Continuación del capítulo 3

Contnuación del capítulo 3

Sara subió a su casa, y me dirigí al pabellón de los solteros, donde ya he dicho que yo era el único soltero que había en el cuartel.

Como al cuarto de hora, Sara llamó a la puerta; la verdad que no esperaba que llegara hasta mi dormitorio.

-Cómo te has atrevido a venir hasta aquí. Le dijo preocupado. ¡Mira que si te ven!

-No te preocupes, me he asegurado que nadie me vea. Además es la hora de la siesta y mis padres duermen.

-¿Y tú, no te echas l...

Los lios amoroso de un niño guapo. Capítulo 3

Los lios amoroso de un niño guapo de los años sesenta

Capítulo 3

Aquella moza del metro

A finales de Diciembre de 1960, después de tres meses de instrucción militar, fue destinado a un puesto de la Guardia Civil de la Provincia de Burgos. Vuelvo a pedir disculpas a mis lectores por ser tan vanidoso; pero la verdad; el uniforme me sentaba tan bien y realzaba mi figura, que más de una nena me miraba con descaro.

Antes de relatar lo que pasó en el cuartel, voy a contar una anécdota que tiene su gracia, ya que no es no habitual que las muj...

Recordando mi pasado sexual. Capítulo 2

Recordando el pasado erótico sentimental de un joven de los años sesenta

Capítulo 2

Pepita, aquella moza de Trujillo. Año 1960

Sobre la confesión de mis pecados

Quedé desencantado del mundo femenino después de la mala experiencia que tuve con mi primera novia formal; de aquella Diana María, la que al principio de nuestro noviazgo me hizo creer que todas la mujeres del mundo eran tan puras como ella; como mi madre y como mi hermana.

Tenía a la sazón la vetusta idea, que la novia debe transitar ese periodo del cortejo por la senda de la decencia;...

Recordando mi pasado sexual. Capítulo uno.

Mi vida amorosa y sexual

Recordando mi pasado sexual

Capítulo 1

Debo decir aun a riesgo de parecer un pedante, que, tuve veinte años esplendorosos, teniendo en cuenta la época: año 1960. Medir un metro ochenta, una mata de pelo negra como el azabache, un rostro agraciado, y andares de torero, no es de extrañar que las mozas contemporáneas me vieran como a un "latin lover" , y se vinieran a mis brazo a la menor insinuación. (Aunque me gustaba más que ellas se me insinuaran)

A la sazón la mayoría de edad...

Subliminal escena lésbica

¡Qué hermoso debe ser el amor entre mujeres!

--Os deseo los mayores placeres. Nos dijo Darío, que yo me voy a acostar, estoy cansado, y la "entrepierna se me resiente". (Posiblemente de la operación) ¿O fue un excusa para dejarlas solas? No lo sé, la verdad.

Quedamos  en el salón de la cafetería del Hotel.

--¿Seguro Marga, estás decidida?

--Manolita: Como estoy segura de que pase lo que pase, lo vas a entender, voy convencida, no tengo ningún temor.

--Vamos a hacer una cosa Marga. Yo llevo la iniciativa, iré muy lentamente, poq...

Confesiones sicalípticas de un abuelo. Cap. 5 y 6

Mis remembranzas

Capítulo V

De aquel verano en el Real de San Vicente - 1954

Creo que fue el verano de 1954, o sea, que tenía 13 años. Lo recuerdo como si hubiera sido ayer.

Resulta que mi abuelo paterno, era natural de esta localidad toledana, y en la misma vivían varios primos hermanos; por lo que fui invitado por unas de mis tías a pasar ese verano.

En aquel entonces, el ser de Madrid parecía como ser algo especial, no sé, pero la gente te miraba o consideraba como de otra galaxia.

Y...

Confesiones sicalípticas de un abuelo. Cap. 3 y 4

Mis remenbranzas

Capítulo III

Mis erecciones pensando en Isabelita

La recuerdo con mucha alegría, pues alegría es lo que me producía mi vecina Isabelita. Era (y me figuro que lo será siendo) una preciosidad de niña, hoy mujer: delgadita, alta, morena con el pelo largo, y una carita de muñequita. Todavía siento en mis brazos su talle, el día que en la cocina de mi casa, en un momento que nos quedamos solos, bailamos una melodía imaginaria.

Mi hermana María, mayor que yo, era amiga de la hermana mayor...