Loba 01
Una historia de cornudo complaciente.
Empieza en casa: me baño, en vez de ducharme, en agua muy caliente. Primero vierto unas gotas de aceite perfumado, y me sumerjo despacio, dejando que mi piel se acostumbre a su contacto ardiente. Mientras voy introduciéndome despacio, el aroma floral me envuelve y noto que me baja la tensión; las partes de mi piel que todavía no se han mojado se perlan de diminutas gotas de sudor.
Ya tumbada en la bañera, dejo que se me moje el cabello. Soporto el calor estoicamente. Noto la respiración cansina, esa e...