Nota media 01: revisión de exámenes

Como tenía un caos de numeraciones que no había manera de aclararse, renumeramos los capítulos, aprovechamos para retocar algunas cosillas, recuperamos algunos capítulos perdidos, y volvemos a subir revisada esta seria que a mi es una de las que más me gustan, y que tengo intención de continuar.

Cada día, llego temprano a la facultad y permanezco un ratito en la puerta fumando hasta que llega el autobús. Es un vicio menor, los tengo mucho peores: me gusta ver bajarse a los rebaños de putillas asustadizas de primero. A primera hora, los autobuses vienen cargados de chiquillas de primero, todavía impresionadas por la universidad, que se mueven titubeantes en grupos, o en rebaños, con ese aire de chicas de instituto.

Qué se le va a hacer. Me gusta verlas. Me gustan todos los modelos: la sabidill...

Nota media 06: flashback

Vamos a echar la vista atrás para conocer mejor a Miriam. (CONTIENE ESCENAS DE SEXO HOMOSEXUAL)

No tuve una infancia fácil, pero me pareció que había sido el paraíso cuando llegué al instituto para hacer BUP. En el colegio, los demás niños eran mis amigos. Nos habíamos criado juntos y, aunque tenía que soportar que me llamaran nena, o marica cuando discutíamos, no resultó especialmente duro. Yo siempre había sido un niño “blandito”, por así decirlo, afeminado.

En el Insti las cosas se complicaron. En aquella etapa, los demás muchachos ya eran adolescentes con sus consabidos desarreglos hormonale...

Nota media 07: repaso estival

Lupita se rinde a la evidencia y se deja llevar por sus instintos

Aquel día en que Carolina apareció en casa de Marisa, no fue ella mi único descubrimiento. Ya ha quedado escrito, aunque sea someramente -tiempo habrá para volver a ello-, la importancia que aquella “putilla de primero” acabó teniendo en mi vida. Lupita, sin embargo, aunque fuera de manera secundaria, tuvo también su importancia, hasta el punto de convertirse durante un tiempo en una ardiente obsesión para mí.

Había percibido en ella una expresión de carácter y resolución que no le había impedido some...

Nota media 02: recuperación

A Marisa, la doctora, Carlota y Miriam, se suma Lupita, que tendrá también un papel destacado en su momento.

Así que, a las cinco de la tarde, a las mismísimas cinco en punto de la tarde, mando a Miriam a abrir la puerta sin esperar a que suene el timbre, y vuelve con Carlota. Como sugerí, viene vestida exactamente igual que por la mañana, con su faldita verde oliva corta, el top de tirantes blanco, y unas medias cortas blancas que le llegan justo por debajo de las rodillas, muy estiradas, que calza en unas manoletinas negras nuevecitas.

-          Buenas tardes, Carlota.

-          Buenas tardes.

...

Nota media 08: Lupita on fire

Seguimos conociendo a Lupita, y la presentamos en sociedad.

-          ¿Sí?

-          Soy Gua… Lupita… Soy Lupita.

-          ¡Ah! Pensé que no vendrías. Espera, que bajo.

La dejo un rato en la calle mientras me acabo de arreglar y espero a que llegue el taxi. Me gusta la idea de hacerla sentir insegura. Lo he aprendido de Marisa.

Cuando bajo, la saludo de pasada, como sin prestarle atención, y señalo la puerta del coche. Entra sin titubeos. Parece desconcertada, pero ha aprendido a obedecer. Comprendo que, aunque trata de disimular por la c...

Zorra 05: molto vivace

Proseguimos el martirio de Zorra mientras Marta y Sole profundizan en su amistad. Resulta difícil encuadrarlo en una categoría, así que seguiremos con la del capítulo 1.

Marta apareció a las once y veinticinco con una botella de crema de orujo, una caja de bombones, y un juego de esposas. Tomamos un par de copitas y comimos bombones durante un rato en el salón, como animándonos, mientras Zorra esperaba en mi dormitorio. Fue ella quien rompió el hielo besándome en los labios. Lo hizo de improviso: andábamos riéndonos de vete a saber qué cosa cuando, sin previo aviso, se inclinó hacia mí, me besó en los labios y, retirándose, se quedó mirándome a los ojos con una sonrisa tími...

Zorra 01: introito

Una historia más de cornudo mariquita.

Primero fue la sorpresa. Después la rabia. Sin saber exactamente por qué, sentí una rabia intensa, como si me insultara. No me importaba verle allí, hecho una puta. Lo sabía. El muy cerdo lo sabía, y le gustaba. Me sentí despreciada, personalmente insultada. Lo sabía y le gustaba.

Por alguna razón, aunque nuestro matrimonio hubiera dejado de funcionar años atrás, convertido en un hábito, en un triste remedo de pareja; aunque hubiera buscado en Jaco lo que Pedro no me daba, la evidencia de que no le im...

Zorra 02: segundo movimiento

Segunda escena en la primera noche.

Empecé a maltratarle. Sin saber por qué, humillarle me causaba una terrible excitación que navegaba entre la satisfacción de la venganza y el puro placer de poder hacerlo.

Pedro asumió su papel sin trauma aparente. Se convirtió en un marido sumiso, dispuesto siempre a satisfacerme sin exigir nada a cambio. Con total naturalidad, se había convertido en mi esclavo, por así decirlo, y yo gozaba torturándole. Dedicaba gran parte del día a maquinar maldades que ponía en práctica al llegar a casa.

Com...

Zorra 03: andante

Avanzamos hacia la normalización

Con el tiempo, fui cogiendo afición a torturarle. Él asumía su condición diríase que con deleite, aunque, tras una serie de severos castigos cuando se excedió, conseguí que evitara exteriorizar cualquier sentimiento. Me excitaba su expresión hierática mientras su polla cabeceaba en el aire mientras me masturbaba frente a él sin dejar que participara de modo alguno en mi placer, como no fuera sufriendo su castigo.

Empecé a visitar asiduamente un sex-shop discreto en una callejuela cercana. Al principio...

Zorra 04: intermezzo

Nuestra protagonista sale de casa y descubre nuevas y prometedoras posibilidades. CONTIENE ESCENAS DE SEXO HOMOSEXUAL

Durante el siguiente mes o mes y medio, mantuve la misma dinámica: impedía que se corriera, pero le tenía permanentemente excitado. Yo misma me encargaba de su aseo. Marta me había dicho que algunos se las apañaban para masturbarse y correrse incluso con la cápsula, y quería evitar el riesgo. Se la quitaba manteniéndole las manos atadas a la espalda; lo enjabonaba bien, evitando un roce excesivo que pudiera llevarle a correrse; y me duchaba frente a él procurando que me viera enjabonarme las tetas, el culo...