Progressive
Un regalito para que os entrengáis mientras pasan los largos días de enclaustramiento. Un poco de todo, como siempre: cornudo, mamá, papá, un maromo del gimnasio... Hasta un poquito de incesto homosexual. A veces las cosas se complican extraordinariamente.
Si Alfredo hubiera sido más atento, si le hubiera dado más importancia al asunto, Keka nunca se hubiera embarcado en aquello. Alfredo era un buen hombre, y le quería. Llevaba dinero a casa, mucho dinero, y era educado y amable pero, a sus cincuenta, Keka había sentido por primera vez un apremio, como una toma de conciencia del tiempo que pasa, que la impelía a desear algo más que aquellos polvos rapiditos de sábado: un estrujón en las tetas, un pellizco en los pezones, dos dedos en el coño, y unos cuantos a...