Pandemia 05: evolution

La enfermedad avanza y la seguridad del centro de control se ve comprometida. Parece haber un cambio evolutivo (ADVERTENCIA: mantengo la categoría por mantener la serie, aunque cada vez se añaden nuevos temas).

-          Por lo menos…, ya estamos más tranquilos.

-          ¿Pero… la han violado, dices?

-          Bueno, eso sí… Pero está viva y a salvo.

-          Ya… parece lo normal ahora… Por lo menos…

-          Sí.

-          ¿Y tú?

Stacy titubeó apenas un instante, lo suficiente para poner a Nina en la pista de que algo no funcionaba como debiera. Trató de sonreír como queriendo quitarle importancia y se encontró con su mirada inquisitiva.

-          La verdad es qu...

Diarios de doña Clarita (04)

Donde se desvela la maldad de la señora.

*“A Sabina la tuve antipatía desde el primer momento, por no poder perdonar aquella sonrisa suya al azotarme ni la rabia con que me insultó -ganándose así el castigo que ya he contado antes-; y porque, como así era, y yo una chiquilla de la misma edad que ella, me encargué en cuanto pude de tomarme mis venganzas, y todo ello devenía en una antipatía mutua que no hacía más que crecer, una rivalidad que, la pobre, no parecía comprender que la tenía perdida por ser ambas quienes éramos, y que le deparó muchos...

Diarios de doña Clarita (03)

Sigue el doctor aplicando a doña Clarita su particular tratamiento mientras profundiza en el conocimiento de sus muchos padeceres y desdichas conyugales.

“Al día siguiente de aquello, tuvo mi marido que partir hacia Vigo para embarcarse camino de Inglaterra, donde había de resolver algunos problemas con los consignatarios que debían encargarse del transporte de unos vinos portugueses que tenía allí vendidos y no conseguía hacer llegar.

*Antes de marcharse, muy temprano, apenas salido el sol y cuando todavía no había terminado de asearme, me mandó llamar, causándome temblores ante la perspectiva de que pudiera querer repetir alguno de aquellos vicios c...

Diarios de doña Clarita (02)

Donde se sigue con la narración del tratamiento contra la histeria de doña Clarita, y se sabe de alguna otra de sus desventuras durante su corta vida marital.

A la hora acordada, fui recibido nuevamente por el servicio y conducido en aquel caso a la sala de recibir de doña Clarita, adjunta a su dormitorio, de cuyo apartamento formaba parte a la manera de las suites de los hoteles, y esta apareció al cabo de unos minutos ataviada de amazona y con pantalones de montar en vez de falda, pues, según me dijo, venía de atender algún asunto en su finca -creo recordar que de asistir al parto de una de sus reses-, y aquello le era más cómodo y más seguro para moverse entre...

Diarios de doña Clarita (01)

El doctor San Martín, famoso por sus aportaciones al tratamiento de los sofocos femeninos a finales del siglo XIX, nos ofrece las notas de su investigación y tratamiento de doña Clarita, viuda de don Blas de Leiria y Contreras, señor de Casilheiras y octavo marqués de los Molinos.

Doña Clarita enviudó con tan sólo diecisiete años, apenas ocho meses después de desposarse con don Blas de Leiria y Contreras, Señor de Casilheirias y octavo marqués de los Molinos, un caballero de gran familia y mayor fortuna, vividor de costumbres disolutas, que alcanzada la cincuentena decidió descansar en su casa solar y no se le ocurrió mejor manera de hacerlo que buscar la compañía de aquella muchachita de buena cuna, mediada fortuna, y merecida fama en su señorío por su belleza, agudeza de ingenio, y...

Nota media 10: aquel día

Damos un salto en el tiempo (si has llegado hasta aquí ya sabrás que lo hacemos a menudo), y asistimos a un momento crucial.

Los siguientes años podría perfectamente resumirlos como un camino de perdición, rememorando una vieja película: día a día me sumergía en la vorágine depravada de aquel sexo sin límites ni escrúpulos al que, tras mis primeras experiencias con la Doctora Ibáñez y Miriam, me había entregado de una manera enfermiza.

Mantenía con ellas un contacto muy estrecho. Seguía viéndolas en la Facultad, en casa de la doctora, en la de Miriam… En cierto modo, nuestra relación, con no poder considerarse inocente ni m...

Nota media 03: reválida

Y aparece Jose, el noviecito de Carlota. (CONTIENE ESCENAS DE SEXO HOMOSEXUAL)

Bueno, pues por la mañana, mientras me fumo mi cigarrillo en la puerta, reuniendo estímulos para el día, veo a mi putita Carlota de la mano de un muchacho angelical. Una cosa deliciosa: rubio, de cabello rizado y piel morena, ojos azules, perfectamente lampiño, delgadito, con una de esas caras nórdicas aniñadas, como de ángel. En fin: una preciosidad.

Yo nunca he sido de hombres. Cuando nos dejó mamá tenía dieciséis años. Papá estuvo varios años desorientado. Volvía a casa tarde, casi siempre bebido,...

Nota media 09: Lisa

Carlota comprende y consigue. (CONTIENE SEXO HOMOSEXUAL)

No necesitó un gran esfuerzo para convencerme. Realmente, nunca lo necesitaba. Desde el primer día fui suyo. No es que me dominara. No lo necesitaba. No le hacía falta imponerse, porque, en el fondo, era como si conformara mi voluntad a su antojo. Ella lo deseaba, y yo me moría por ello. Lo que fuera, por disparatado que resultara. Quería lo que ella quisiera para mí, y superaba cualquier dificultad para proporcionárselo.

Sin embargo, parecía gozar de cierto placer envolviéndome en sus fantasías, elab...

Nota media 04: te voy a llamar Lola

Carlota experimenta un cambio de perspectiva que cambiará su vida y la vida de su chico. (CONTIENE ESCENAS DE SEXO HOMOSEXUAL)

Los años con la doctora Ibáñez los recuerdo como una confusa mezcolanza entre mi relación con ella, que era de absoluta sumisión, y mi propia trayectoria, que ella misma supervisaba, y que me convertía minuto a minuto en una mujer dominante y, al mismo tiempo, me llevaba a entregarme a prácticas degradantes que nunca he terminado de abandonar del todo. A priori, podría pensarse que se trataba de una monumental contradicción. Yo misma lo sentí así en muchos momentos, y padecí la angustia de lo que entonces m...

Nota media 05: público y notorio

Seguimos progresando en la sumisión de Jose (CONTIENE ESCENAS DE SEXO HOMOSEXUAL)

Dos meses después, la locuacidad de mi partenaire -que resultó ser alumno de mi facultad- en aquel encuentro casual del autobús, me había convertido en la putita del Campus. Lejos de molestarme, aquella publicidad sirvió para encontrarme con que, progresivamente, iba siendo requerida cada vez con mayor frecuencia por un número cada vez mayor de compañeros, con quienes repetía a menudo experiencias parecidas.

Más allá del placer momentáneo que aquellos encuentros me proporcionaban, mi nuevo estatus me...