La sirvienta caliente
Su esposa no se daba cuenta del furtivo juego erótico que tenía su marido con la recién llegada sirvienta.
Esta experiencia fue única, de las mejores de mi vida. Casado con una mujer excelente, hubo necesidad de contratar a una empleada para las labores domésticas y cuidara al niño. Habíamos tardado en encontrar a la candidata idónea. Mi mujer la halló. Al entrar ese día con ella a la casa, quedé impactado con la chiquilla, que nada tenía de provinciana ni tenía facha de sirvienta. Delgada, cara fina, bella, tetas prominentes, boca carnosa, morena, pelo largo que le caía sobre en los senos, piernas tornead...