Ahh, lujuria! (I)
Tres meses atrás me senté frente a la compu y escribí esto; en parte como ejercicio de exorcismo y en parte con la vaga intención de alguna vez publicarlo aunque, luego, me dio vergüenza hacerlo y sólo lo guardé para mí.
Qué palabra de extraño designio.
Cuántas veces escuché en boca de otros esa palabra, algunos ensalzándola, otros detestándola.
Cuántas veces supe - o por lo menos, creí saber - su significado. Quiero decir, no sólo conocía lo que significaba o lo que expresaba esa palabra sinó que, mucho más allá, en distintas oportunidades y circunstancias quedé convencida que había experimentado en mí su significado más profundo.
Y, sin embargo, estaba equivocada.
Creí saberlo a los diecinueve...