Me excitó en el metro y me volvió insaciable

Era un hombre de unos 50 años, se metió en el metro conmigo, me estrujó contra la puerta, su mano entró por debajo de mi falda y de mis bragas. Me acarició y me acarició el chocho. Días después me llevó a una casa abandonada y allí me comió el coño y me folló brutalmente. Él me volvió insaciable.

Yo era una cría todavía, ya había follado pero muy poco y con chavales inexpertos como yo, viajaba todos los días en metro y en el tren de cercanías. Seis estaciones en el metro y cinco paradas en el tren.

Iba a clase a un colegio privado. Fue cuando descubrí que me gustaban las situaciones morbosas y los hombres turbios y oscuros. Me los cruzaba a diario, notaba el deseo en sus ojos cuando me miraban y trataban de ponerse a mi lado, me sentía atraída por ellos.

El metro iba muy lleno casi siemp...

Delicioso viaje en autobus

Un rico viaje en autobus

Delicioso viaje en autobus

Este es mi primer relato, empezare describiéndome, tengo 30 años, no soy alta mido 1.58 y de cuerpo me considero que estoy bien, buen culo y una tetas ricas, bueno al menos eso es lo que siempre me dicen que tengo unas tetas muy ricas.

Bueno esta historia comienza hace un año, me inscribí a una pagina para encuentros sexuales, y ahi conocí a Evaristo, un hombre de 58 años, siempre me han gustado los maduros.

Iniciamos con una platica casual sobre que estaba buscan...

40 y 20, las mejores enculadas

- ¿Qué quieres que te haga? – Me preguntó - Métemela por el culo - ¿Cómo la quieres? - Es tu castigo, decídelo tú. Tu verga me gusta de todas las formas posibles. – Cuando le respondí cerre los ojos y aprete una almohada con mis manos, sabía lo que me esperaba.

Esta vez me gustaría contarles en qué va mi “relación” con Matías, el eterno soltero amigo de mi papá. Después de acostarnos en secreto por poco más de dos años,  estoy completamente enganchada a él y a su forma de cogerme. A pesar de sus 43 años se mantiene en forma,  creo que es porque se nota demasiado la diferencia de edad, yo tengo 24… y quizá también lo hace porque se enteró que ocasionalmente me acuesto con mi jefe.

Pero bueno, el protagonista de este relato es Matías. Él regresó a vivir al DF...

Desahogo

Un hombre maduro, un día complicado, un ángel en forma de joven mujer... La tensión debe liberarse de algún modo.

-Joder, las nueve de la noche pasadas… ¡Estupendo Javi! ¡ESTUPENDO! Hoy ni tan solo veras a los niños- Me gritaba a mí mismo en el coche mientras aparcaba en el parking de casa.

Había sido un día especialmente jodido. Sí, era una putada que mi jornada laboral se alargase hasta tan tarde, pero ya tenía asumido desde hacía mucho tiempo que cuando un cliente venía a auditar la fábrica mi horario de trabajo comprendía tantas horas como fuesen necesarias. Al menos podía escaparme de las cenas de negocios y...

Aquel maduro me folla y mi marido nos ve por Skipe

Este creció de una forma escandalosa y ahora se perfilaba en aquel fino y claro pantalón, una barra de carne dura y rígida que me hacía palpitar de gusto.

Había ido esa mañana a la playa sola, pues mi pareja Mario tenía asuntos que resolver  en hacienda, y aunque la mañana estaba algo fresca y nublada me apetecía un baño y un paseo por la arena.

Tome el sol,pero  como hacia algo de fresco y se comenzaba a nublar amenazando algo de lluvia, decidí pasear por la arena, llegando hasta un espigón donde suelen ponerse algunos a pescar.

Pase atrevidamente por las piedras hasta el fondo pues las vista desde allí de la playa son magníficas, cuando de pront...

Sublime aquel abuelo con su arte y su falo

Parecía medir con exquisitez y sapiencia, cada centímetro que me iba introduciendo de aquel deseado y hermoso falo que brillaba con luz propia esa mañana.

La semana estaba siendo de un ritmo difícil de aguantar, pues a pesar de que soy una mujer que me cuido mucho,  tanto con la alimentación como con el deporte, y aunque parezca presuntuosa, no aparento mis años, aunque  estos últimos días parecía haber envejecido varios, ya que el lunes y martes José Manuel, Josema como a él  le gusta le llamen, me había dado tal sesión de rico sexo, con ese misil balístico transoceánico que tiene de dotación, que apenas podía sentarme.

El simple roce de unas braguitas...

Juan el tabernero

Una chica bien, con una vida monótona. Todo se rompe cuando encuentra la chispa de la vida.

Mi nombre es Miriam. Os quería contar algo que viví hace un tiempo. Por entonces yo tenía 25 años y hacía pocos meses que había comenzado a trabajar en las oficinas de una empresa farmacéutica en el centro de Barcelona.

Soy una chica mona: mido 1,73, peso 53kg, delgadita pero no plana, pelo rubio largo y ondulado, ojos verdes, risueña,… Hija única en una familia acomodada. Con facilidad para los idiomas porque mi padre es inglés. Me gusta ser coqueta, ir bien peinada, maquillada lo mínimo posible, s...

La atracadora de bancos IV (cruzando la frontera)

La atracadora llega a la frontera y logra atravesaría de la mejor manera que ella conoce.

El viaje estaba siendo muy agradable.  Brad era un hombre culto y de fácil conversación.   Tenia 35 años, era director comercial de una pequeña empresa importadora de neumáticos traídos desde Corea y su vida consistía en viajar alrededor del país visitando distribuidores locales.  Según me decía tenia que tirar mucho de coche por qué tenia demasiados puntos dispersos que visitar como para volar a ellos.

Comimos en un agradable restaurante de carretera.  Brad me comentó que solía comer en restaurante d...

Aquel abuelo reunía los requisitos de un semental

Mi mano buscaba con desespero ahora su enorme rabo, que rígido como el acero, acechaba en las inmediaciones dispuestas a acometer el trabajo que se le iba a encomendar rápidamente.

Estando Mario unos días fuera de casa para solventar unos asuntos familiares y mi zapatero con una gripe de caballo en cama, decidí salir de compras  por  la ciudad y así olvidarme de mi escasez momentánea de sexo.

Circulaba por una vía  de dos carriles cuando mi vista se fijó inconscientemente en un abuelo que se disponía a cruzar con una niña pequeña y su carrito por un paso de peatones, pensando para mi interior “menudo abuelo más rico, que cuerpazo, afortunada la abuela que se aprovecha de semejan...

Refollada gustosamente por los dos viejos hermanos

Un pase por la zapatería se convirtió en una mañana de mete y saca donde aquellos dos sementales casi ahogan mi conejito.

Fui a los dos días de mi último encuentro con el viejo zapatero, a recoger mis zapatos pues el día  de autos con la fogosidad del momento me los deje allí sin reparar.

Llegue y me lo encontré en la puerta con su hermano Luis, camino del bar a tomar un café, pero al verme llegar se pararon y dejaron que aparcara el coche para invitarme.

Me baje y me saludaron ambos efusivamente, pero fue Manuel el que agarrándome sin ningún tapujo mi trasero, me acerco hacia él, para darme un beso en la boca.

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