Natalia, mi sobrina tenaz (1de2)
Intenté dormir y dejar de pensar en ella, pero media hora después me di por vencido y liberando mi dura erección me masturbé casi con furia por entrar en su juego y no ser capaz de mantenerme en mis trece, no paré hasta correrme como un loco manchando las sabanas
Voy a intentar volver a cruzar la acera y contaros la historia desde el lado masculino. Espero que os guste.
Por fin había terminado la semana. Llegué a casa y me dispuse a darme una ducha. Mientras me desnudaba creé el plan en mi mente, me apetecía salir a cenar algo y luego regresar a casa y ver un rato la tele tranquilamente. Estaba secándome ya cuando sonó el timbre y maldiciendo me puse un pantalón de deporte que usaba para estar por casa.
-Hola, ¿tú debes ser Adolfo no?
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