La sobrina
Sí, mi tío era la guinda en el pastel de nuestra relación. Él que luchaba fervientemente contra la culpabilidad que sentía cada vez que me deseaba y la necesidad de tomar lo que le ofrecía.
Como el otro se pueden leer por separado, pero en los otros dos se forjan un poco los personajes. Esta es la ultima parte de la triologia y espero que os guste.
Me desperté en el mejor sitio del mundo… entre sus brazos.
Aun antes de abrir los ojos supe que él me estaba mirando. Los abrí y comprobé que tenía razón, en su mirada había tanta ternura… que comparar esa mirada con la oscuridad de su otra mirada, la de anoche cuando me follaba como un poseso le hacían parecer dos personas disti...