Indefensa
Cuando no sirve de nada esconderse, cuando no hay salida y la bestia despierta dispuesta a devorarte
Te sientes vulnerable, como una muñeca de trapo. Dejas de esperar respuesta de tu mente y tu cuerpo, que en este momento le pertenece a él, se va deshilachando de pies a cabeza bajo sus manos.
Se humedecen tus ojos y te sientes desnuda, exhibiendo emociones que afloran sin tu permiso y pensabas que podías controlarlo…
Nunca has estado tan indefensa como en este momento, nunca tu cuerpo y tu alma han estado más desconectados y, sin embargo, sabes que tú lo has buscado.
Tantos añ...