Serrvirr de ejemplo

No me gusta tirrar mi dinero

Una a una las doce chicas son inmovilizadas y amordazadas por los sicarios del

Ruso

; una a una son depositadas como fardos en el interior de un pequeño zulo que está hábilmente disimulado bajo un falso muro.

La pequeña prisión huele a humedad, a orín y a deposiciones secas. Está tan oscuro que no pueden ver a las cucarachas pasear sobre ellas.

Un rato más tarde las fuerzas del orden desalojan a la clientela del local y lo recorren minuciosamente buscando a las esclavas s...

La espera

La historia de una mujer que no quiso esperar. Y tú... ¿A qué esperas?

Su abuela esperaba cada noche a que su abuelo se durmiese después de forzarla para llorar sus miserias en silencio.

Su madre esperó durante años a que su padre volviera a ser el hombre cariñoso del que se enamoró y no esa bestia que le llenaba la piel de moratones.

Pero ella no. Ella ni siquiera esperó a que su novio le levantase la mano. En cuanto escuchó de sus labios el primer "puta", se decidió. La venda cayó de sus ojos y en un solo instante notó los celos, las inseguridades, la rab...

Despatarrada

Me pudo la tentación de ponerle la mano en el muslo y subir hacia el infierno, hacia sus nalgas desnudas.

Juan entró en el salón de sus amigos ligeramente preocupado, Toni se encontraba sentado en el sofá con ambos pies escayolados sobre un puff. Le alivió comprobar que solo era eso.

—No sé si reírme o lamentarme de ti viéndote en esa situación, ¿me vas a contar ahora que te ha ocurrido?

Toni agudizó el oído para comprobar por donde andaba su mujer en la casa.

—Es tan absurdo que cuesta creer incluso que haya ocurrido de verdad, que me haya ocurrido a mí concretamente.

Vol...

Primera infidelidad

¿Qué, a que es más gorda que la de tu marido?

—¿Qué, a que es más gorda que la de tu marido?

No contestó; ni le interesaba darle pistas de si tenía pareja ni le parecía apropiado que se la recordara mientras la follaba. Pero tenía razón: aquella polla era más gruesa que la de Juan; normalita también, pero algo más gruesa. De cría, durante su verano salvaje, había podido constatar que todas las pollas eran iguales para un coño ávido. Y el suyo, con la oportuna discreción, las albergó entonces de todos los tamaños y colores. Luego volvió a...

Caricias

Caricias en breve

Al sentir de nuevo sus manos sobre mi piel, me crispé. Me parecieron cosquillas, pero la humedad que fluía por mis piernas delataba otra cosa. La postura tampoco ayudaba: piernas separadas, falda recogida sobre los muslos, y esa brisa insolente que se empeñaba en recordarme lo excitada que estaba.

-Relájate-dijo, acariciándome -desliza tus dedos suavemente...., nótalo dentro, déjalo fluir.

Y fluyó. Y estalló. Y contraje mi cuerpo, enmascarando mi placer en una mueca de paroxismo casi bíbl...

Mi amante, Pascual

La calentura en un día caluroso, me hace involucrarme con el mejor amigo de mi hermano, Pascual, al que conozco desde hace mucho tiempo.

La calentura en un día caluroso, me hace involucrarme con el mejor

amigo de mi hermano, Pascual, al que conozco desde hace mucho tiempo.

¿Cómo comenzar a contar lo que me sucedió hace tiempo? No lo sé, lo que sí sé, es que fue la experiencia más excitante de mi vida, al menos, hasta ese momento. Era un día algo caluroso, por lo que andaba semidesnuda por la casa, solo con mi brasier y una pequeña tanga de hilo que apenas me cubría lo suficiente. Estaba sola, y a cada minuto mis pensamiento...

Sexogenaria

Algunas veces la tercera edad es la primera

A Andrés le guardé luto tres meses. En el pueblo se formó un pequeño escándalo, de esos que les gustan a las devotas pías, pero en realidad yo pienso que me sobraron dos. Me dejo en el debe muchas sonrisas y en el haber demasiadas lágrimas. Andrés no era malo, ni bueno, era Andrés. Si estuve con él cuarenta y tres años no sería justo ahora echarle la culpa. Vendí el bar. Yo no podía atenderlo sola, y con sesenta y un años y una economía ya saneada de por sí, no quise pasar un día más encerrada en la cocina...

¡Terrible, Terrible!

Una fábula del reino de relaToR

Cuenta la leyenda que, desde tiempos inmemoriales,  en el reino de relaToR existió un gran escenario. Un lugar  donde su rey Magno I, el silencioso,  permitía a juglares aficionados compartir sus  odas con mayor o menor acierto.

Pese a que algunos de las composiciones adolecían de métrica, ritmo y su arpegio musical dejaba mucho que desear,  contaban con el apoyo de  un numeroso público. Un público valoraba su trabajo y le hacía saber mediante estrellas lo mucho o poco que le había gustado  y, en...

La ira viste de cuero

Rio de Janeiro, 1973. Un inmigrante europeo en Brasil disfruta de su retiro en el país contratando los servicios de chicas que cumplen sus fantasías. Una de ellas le llevará a límites que él no podía imaginar.

Río de Janeiro, 1973.

El viejo Max no se podía creer la suerte que había tenido. Se había llevado un buen chasco cuando le llamaron para decirle que su chica habitual se encontraba indispuesta, pero la sustituta estaba superando todas sus expectativas.

La joven, que se hacía llamar Jessica, no había perdido el tiempo en ordenarle que se desvistiera. Apenas habían pasado cinco minutos desde el inicio de la cita y él ya tenía las cuatro extremidades esposadas a las esquinas de la cama. En...

Homenaje

Lo breve si breve es breve

Elección.

  • ¿ Ella o yo? .

  • Ella.

Deseo.

  • Ve y que te den por culo.

  • Dame.

A Monterroso, el maestro del relato corto, leer La oveja negra

es un placer indescriptible, donde se mezcla la inteligencia con el humor. Dicen que escribió el cuento más corto en castellano:

El dinosaurio.

Y

a Machi que se atrevió a inspirarse en dicha historia y logró un magnífico relato....