La vecina
-Ven, ven Ricardo, deja de hacerte pajas como un loco y prueba un coño de verdad- me dejó alucinado, me estaba diciendo que me la follara.
Me llamo Ricardo, soy de Sevilla, tengo el pelo moreno y la piel blanca, soy alto, fuerte y galán (según las mujeres). De lo más íntimo puedo decir que soy una fiera en la cama y de tamaño estamos bien. Tengo veintiocho años, aunque la historia que os voy a contar pasó ya hace once años. Estaba en el instituto, era un chico estudioso (vamos, que no suspendía) y muy amañado para los trabajos manuales, aunque en el tema de llevarme a una chica al huerto lo tenía más mal; no porque fuera feo, al contrario, por...