Otro adiós (VI)

Algunas historias nunca estarán del todo enterradas. Algunas personas nunca consiguen olvidarse. Algunos pasados insisten en volver. Algunas palabras duelen tanto que ni siquiera cuando se pronuncian cobran sentido.

Ciertamente, el tiempo ha empeorado. Las nubes son cada vez más oscuras y parecen amenazar lluvia. Seguís deambulando por las principales arterias de la ciudad. Charlais animadamente sobre cómo la edad os ha hecho refinar vuestros gustos en todas las facetas, cuando, hablando de moda y estilismo, te parece percibir como Anna te admira el trasero. ¿Es posible? Rápidamente decides desechar el interrogante, porque tanto si te respondes a ti mismo que sí como que no, te meterás en terrenos que no quieres volver...

Otro adiós (VII)

Algunas historias nunca estarán del todo enterradas. Algunas personas nunca consiguen olvidarse. Algunos pasados insisten en volver. Algunas palabras duelen tanto que ni siquiera cuando se pronuncian cobran sentido.

Evidentemente recuerdas que fuiste tu quien insistió en que si hoy os veíais no fuera en el hotel, pero a estas alturas no te quedan muchas alternativas.

-Anna, no te acuerdas de lo que acordamos?

-Jopetas, Víctor, sí ya lo sé... que en el hotel no... pero las cosas han ido como han ido, nadie tiene la culpa de que se haya puesto a diluviar así, no? -Se acerca a ti, se inclina a tu oido, y te susurra: - venga va, que no te voy a comer...

La cadencia de su dulce voz en tu oído y su actitud...

El reloj que congelaba el tiempo (1 de 3)

Claudia y Mario, dos amigos adolescentes, encuentran un extraño dispositivo que congela el tiempo. Comenzarán una aventura de exploración de sus fantasías y las posibilidad del extraño artilugio

Buenas a todos, me presento: mi nombre es Mario. Nunca me he considerado una persona que crea en lo fantástico o lo sobrenatural. Sinceramente, todo eso de los fantasmas, alienígenas y esas estupideces siempre me han parecido una chorrada inventada por alguien desesperado por conseguir sus cinco minutos de fama en la tele. Pero bueno, supongo que todo el mundo puede cambiar de opinión, y a mi eso me sucedió cuando encontramos ese extraño reloj.

Era una tarde tormentosa de octubre. Vivo en un pequeño...

El reloj que congelaba el tiempo (2 de 3)

Tras la experiencia en los vestuarios del gimnasio, Claudia y Mario deciden dar un paso más: están dispuestos a experimentar con Clara, una amiga de los dos

Cuando llegó el lunes, Claudia y yo quedamos como siempre para ir juntos al instituto. Yo todavia no podía apartar de mi mente lo que había pasado el viernes, pero la verdad es que a mi amiga se la veía muy tranquila.

-¿Qué? ¿Te has tocado mucho con las fotos de la rubia del gimnasio?-

-¡Oye! ¿Qué clase de pregunta es esa? ¿A ti que más te da?- Dije yo un poco molesto

-Vale, vale, no te cabrees. Simplemente lo decía por si lo habias pasado bien y punto. Yo la verdad es que no me he p...

El reloj que congelaba el tiempo (3 de 3)

Claudia y Mario no pueden contenerse después de lo que ha sucedido con Clara y deciden romper las ultimas barreras que quedaban

Terminamos de vestir a Clara, la dejamos en su posición inicial y reanudamos el tiempo. El descanso terminó a los pocos minutos, pero algo había cambiado. Tanto Claudia como yo nos habíamos quedado con el calentón y las horas que quedaban hasta llegar a casa se nos iban a hacer muy pero que muy largas. Mientras nos dirigíamos a clase, Claudia me agarró del brazo y me paró:

-Mira, Mario, yo así no voy a poder aguantar dos horas de matemáticas y una de historia- El semblante de su cara era muy serio,...

Mi cuñadita Laurita (06)

Función estelar

Tras esos gratificantes momentos, me deje caer de lado y apenas si me limpie con mi ropa interior. Laurita me dio algunos besos y se acurruco a mi lado. En poco rato me quede dormido, me sentía cansado por las recientes exprimidas que me había dado mi cuñadita, aparte que estaba de vacaciones, deseaba descansar un poco… hasta que…

-          Ya Laurita… déjate de cosas… dije malhumorado.

Sentí un roce en mi entrepierna, parecía que la niña quería más… sentí que apenas habían pasado unos minutos…...

Domingo de Soraluce. Prólogo.

Introducción a una serie de relatos ambientados en el Siglo de Oro español. Este primer relato no contiene escenas eróticas.

-Me habéis preguntado muchas veces, Pascual, por qué he terminado embarcado en este maldito cascarón de nuez, lóbrego y pestilente, para cruzar la mar océana y poner el pie en el Nuevo Mundo.

¿De verdad queréis saberlo?

Está bien, está bien. No insistáis más. Os lo cuento, pero tendréis que prometerme que lo escucharéis desde y hasta el final, sin preguntas, sin interrupciones, porque no pienso repetirlo. ¿Estáis cómodo así? De acuerdo pues. Empiezo.

Era la muchacha más preciosa que he con...

Las cruzeix y la conquista (Parte 1.)

Se narra la historia de Helena, reina de Prato una región de Italia, en la lucha que tiene contra el clan de vampiras Cruzeix. Vampiras conocidas por esclavizar mujeres y ser sádicas y perversas. La lucha no la librará sola, siempre estaría acompañada de su sacerdotisa Géminis.

El fin

Pisadas se escuchaban por todo el bosque, me sentía perseguida, aquellas mujeres o cosas que decían las leyendas estaban por atraparme y quizás matarme en un futuro incierto. Los árboles se movían al son del poco viento que había en esa oscura noche. La luna estaba competa y su luz alumbraba toda la tierra, que servía como camino para mi fugaz trote que llevaba en ese momento.

-Atrapadla, por la Dama Cruzeix, atrapadla y átenla a los caballos súbditas mías – gritaba una mujer, blanca c...

Mi cuñadita Laurita (05)

La comida más importante del dia

Llegando a casa, ya en la cochera, desperté a Laurita que, aunque cansada, se desperezo feliz, llegándome a dar un beso desde el asiento de atrás.

-          Hey… no hagas eso… ya estamos en casa, tengo vecinos, nos pueden ver… le advertí.

-          Esta bien… respondió como niña regañada.

-          Ahora ayúdame con las cosas… quizás tu hermana ya nos vio llegar…

Salimos con las cosas y Valeria nos recibió aliviada, como madre preocupada. En el camino había parado un momento a com...

Mi compañera de piso 2

Me veo obligado a alquilar una habitación de mi piso y acabo compartiendo piso con Miriam, pero ella no es lo que parece. Mi obsesión por ella irá creciendo día a día y a la vez me hará replantearme mis principios. Un relato lleno de enredos, mentiras y deslices.

Estuve toda la semana impaciente hasta que llego el fin de semana y con él la mudanza de mi nueva compi de piso. Por suerte no traía demasiados trastos aunque me aseguró que quizás se traería cosas de su pueblo más adelante ahora que por fin se había asentado. El primer día estuvo muy bien. Estuvimos hablando sobre nuestros horarios, normas de convivencia y reparto de tareas, etc.

  • Entonces cuando te subas a la novia, me quedo en mi habitación, desaparezco...

  • No, no tengo novia...

  • ¿En...