1 - fatuus.

Una noche de vuelta a casa, tras un día muy largo de trabajo, debido al inventario, fui capturado.

Impostura, calumnia. Cosas que no son.

Diccionario del satán.

IGNIS FATUUS. Amor.

Escarificación. Penitencia dolorosa.

Mi nombre es FATUUS, no es tal, me fue asignado después de mi captura, fui apresado en la noche, ya madrugada cuando volvía a casa después de un largo día de trabajo y lo extraño es que fue a pocos pasos de mi portal, estaba muy cansado debido al inventario del almacén, y solo recuerdo el golpe en la cabeza, un destello brillante a la vez que me hundía en las sombras...

Un día de trabajo

En el trabajo se iba a celebrar una convocatoria para que los empleados de nuestra empresa nos conociéramos y de paso limáramos las posibles rencillas que siempre hay en los lugares de trabajo. Mi compañera más cercana a mi por el trabajo que yo realizaba por entonces, venía de Madrid

En el trabajo se iba a celebrar una convocatoria para que los empleados de nuestra empresa nos conociéramos y de paso limáramos las posibles rencillas que siempre hay en los lugares de trabajo. Mi compañera más cercana a mi por el trabajo que yo realizaba por entonces, venía de Madrid. Por razones que ahora no vienen a cuento, no puedo explicar los motivos que llevaron a hacer la reserva del hotel de forma precipitada. El caso es que al conocer el limitado número de habitaciones que hotel disponía, los orga...

Mi novia, su virginidad y mi suegra. (parte 1)

La virginidad es un tema tan serio que las madres no deberían hurgar en él.

No es de extrañar que una historia como esta, se haya grabado a fuego en mi mente hasta tal punto de provocarme una erección.

Tanto Sara como yo, estábamos teniendo una semana muy mala en la Universidad, los exámenes no nos estaban saliendo como esperábamos y para colmo no paraban de mandarnos cada vez más y más prácticas. Le propuse que por qué no usábamos el fin de semana como excusa para irnos a la playa a relajarnos y de paso comer por allí. Sin embargo, declinó mi oferta con el argumento de que s...

Mi novia, su virginidad y mi suegra (Parte 2).

La virginidad es un tema tan serio que las madres no deberían hurgar en él.

Sara y yo empezamos a preparar las pizzas a medida que su madre iba poniendo la mesa. La cena transcurrió como otra cualquiera. Carla contaba qué tal le había ido el trabajo durante la semana y esto desencadenaba lo mismo en Sara y en mí, los cuales terminábamos contando algo gracioso que nos había sucedido con nuestros amigos en clase o algún profesor que nos estaba amargando la vida.

Después de cenar, Sara y yo empezamos a recoger la mesa, sin embargo fue mi suegra la que permaneció todo el rato sen...

Mi novia, su virginidad y mi suegra (Parte 3).

La virginidad es un tema tan serio que las madres no deberían hurgar en él.

Cuando Carla llegó al salón, le dio el vaso de leche caliente con miel a Sara y nos dijo que se iba a la cama, ya que se encontraba bastante cansada de todo el trabajo que había hecho durante la semana y necesitaba descansar.

Sara y yo permanecimos en el salón, así que cuando terminó la película, recogimos un poco  el salón y nos fuimos a la cama. Al llegar a la habitación, no pasaron ni tres segundos cuando Sara se me abalanzó sobre mí y empezó a quitarme la ropa. Primero la camiseta, luego los panta...

Jornadas de trabajo con sorpresa II

Después de una noche de sexo con un compañero en un evento de trabajo tocó dar una vuelta de tuerca a la situación y compartir a este hombre con la que era mi "rival" en la lucha por él. Inolvidable la experiencia compartida, mi primer trío.

Hola de nuevo, voy a seguir mi historia donde la dejé el otro día, siguiendo con aquellas jornadas de convivencia de la empresa entre compañeros de la empresa de distintos sitios.

Aquella mañana después de la noche tan apasionada con Luís al salir de su habitación me crucé con Laura que puso bastante cara de sorpresa al verme salir de allí a primera hora de la mañana y con mi aspecto algo desaliñado, no hacía falta ser muy perspicaz para saber lo que había pasado. Recordemos que Laura, una preciosa ru...

Merche 01: cuarenta y dos

Un nuevo cuentecillo de cornudo. ADVERTENCIA: contiene sexo homosexual

Titubeé antes de pulsar el botón del portero automático. Me detuve un momento frente a la puerta del chalet, nervioso, o inquieto, no se, antes de decidirme a apretar el botón plateado, situado bajo una cámara evidente.

  • ¿Sí? -respondió una voz de mujer evidentemente centroamericana al cabo de unos segundos-.

  • Hola, soy Andrés Gallardo, estoy citado con Marco.

  • Adelante.

Un chasquido, y el portón de hierro se abrió para franquearme el paso. Caminé hasta la puerta por la vereda de...

Merche 03: No es pedir mucho

Seguimos con el proceso de degradación

A mi, de aquellos primeros tiempos, me queda una sensación ambigua. Creo que los viví sumido en el desconcierto, dejándome llevar por lo que sucedía, por aquello de que, al menos aparentemente, yo mismo había desencadenado con la extraña idea de contratar a Marco y Max para que se follaran a Merche delante de mí.

Después, cuando supe lo de Carlos, comencé a cuestionármelo. No es que me arrepintiera, no quiero que se me malinterprete. No. Más bien es que, de repente, la idea de que Merche me hubiera pu...

Merche 04: doblar su ropa interior

¿Podemos llegar más lejos? Sí ADVERTENCIA: contiene escenas de sexo homosexual

Aquella abstinencia a que Merche me forzaba parecía proporcionarle un enorme placer. Tras el primer mes, y con solo el mínimo respiro del orgasmo vergonzante y miserable del dildo en el culo, decidió que íbamos a prolongarla, y continuó añadiendo al suplicio todos cuantos estímulos se le ocurría.

Yo, de alguna manera, seguía podríamos decir que fascinado por el nuevo juego de roles. Imposibilitado de obtener lo que hasta entonces habría llamado “placer”, privado de eyacular -por simplificarlo-, encont...

Merche 05: uizás no hiciera falta...

Un mínimo giro en los acontecimientos

Aquello duró una semana eterna. Durante siete días completos, con sus noches, Sancho vivió en casa. Merche y él se comportaban como auténticos tortolitos. Ni me miraban, ni me hablaban. Era como si yo no estuviera. Sencillamente follaban, se besaban, se sentaban juntos… Yo me limitaba a ir y venir de mi trabajo y, mientras estaba en casa, a atender las cada vez más numerosas ocupaciones que Merche me tenía asignadas y que, naturalmente, incluían servirles la cena, hacerles la cama, y ocuparme de que no les...