Tesoro en konoha parte2

Esta es una historia basada en el conocido anime naruto

Había anochecido en la aldea de Konoha, ya era muy tarde. Las personas de la aldea, la gran mayoría ya estarían en sus casas, descansando para el día siguiente, legendaria princesa de las babosas, ella su día había acabado, salía de su despacho, dispuesta irse a casa. Cuando a lo lejos, vislumbro al rubio hiperactivo, aquel chico al que en cierto modo, le había hecho volver a esta aldea, después de tantos años… Pero se percato de por la hora que era, no era la hora para un niño como el anduviera por la alde...

Aventuras de una niña bonita (3)

Sobre el carro con dos desconocidos

Daniel y Miluska dedicaron todo el tiempo que podían usar a demostrarse en mil y unas poses, toda la pasión que guardaban dentro, la cual desataban cada vez que se veían, más aún si Daniel llegaba una vez al mes a la ciudad donde se encontraba ella.

Sucede pues que, en uno de esos grandes encuentros, Daniel alquiló un automóvil para salir de la ciudad y hospedarse en un bungalow donde podrían, sin nadie que los interrumpa, entregarse en cuerpo y alma en pasión descontrolada. Y así fue, dado que apen...

Aventuras de una niña bonita (2):

Miluska entrega el culito al ritmo del despacito.

Miluska bajó rápidamente del avión, agitada por la aventura suscitada con sus compañeros de vuelo y nerviosa pensando que alguien la había visto.

Daniel, quien iba atrás de ella, llegaba también en el vuelo a visitar a su familia.

Al bajar rápidamente, Miluska tropezó y casi cae por las escaleras, siendo ayudada a tiempo por Daniel, quien se ofreció a acompañarla al ver que a Miluska le dolía mucho el pie.

Daniel y Miluska intercambiaron números telefónicos y poco a poco, empezaron u...

Por tus buenos consejos

Historia de unos buenos consejos

Esta historia, por lo que sé, debió suceder creo a finales del siglo XIX, principios del XX, en una ciudad cercana a la costa.

Un buen día llego a la ciudad una mujer de entre 35 y 40 años acompañada de sus tres hijas y de sus padres. Nada mas llegar compro una casa en uno de los barrios de la ciudad y se instalo en ella. Lo primero que hizo después de instalarse, y como buena cristiana, fue ir misa a la iglesia de su nuevo barrio. La mujer observo detenidamente el interior de la iglesia. Una vez term...

Aventuras de una niña bonita (1): Turbulencias en

Este es el inicio de una serie de relatos que describen la historia de Miluska, una preciosa jovencita, en un nuevo país, en busca de nuevas aventuras.

Luego de un vuelo tranquilo de su país hacia el Perú, en busca de nuevas oportunidades laborales, Miluska tomó el vuelo de conexión rumbo a su destino final, sin esperar que el vuelo iba a ser turbulento pero a la vez.... excitante.

Miluska era una chica despampanante, un cuerpo precioso que se asemejaba a una guitarra, con una cintura de avispa y unas caderas que eran la envidia de muchas de sus amigas, terminando por un culito que cualquiera al verla pasar pagaría por morderlo.

Por mala (o...

Otro adiós (I)

Algunas historias nunca estarán del todo enterradas. Algunas personas nunca consiguen olvidarse. Algunos pasados insisten en volver. Algunas palabras duelen tanto que ni siquiera cuando se pronuncian cobran sentido.

Acaba la jornada laboral y recuperas, igual que los demás, tu vida personal. Tu teléfono marca tres llamadas perdidas de un número desconocido. Aún te preguntas de quien puede tratarse cuando vuelve a sonar, y esta vez puedes cogerlo.

Es Anna. Es la cuenta pendiente que los hados se quieren cobrar por tu felicidad. Es el saldo negativo de tus errores pasados mandando aviso de cobro. Es un faro, que de modo sincopado te baña de esperanza y de pavor.

Te sientes confuso. Tu joya por oir su voz se o...

Otro adiós (II)

Algunas historias nunca estarán del todo enterradas. Algunas personas nunca consiguen olvidarse. Algunos pasados insisten en volver. Algunas palabras duelen tanto que ni siquiera cuando se pronuncian cobran sentido.

Es noche cerrada. La terraza dispone de una barra mirador directamente sobre la barandilla. Dejais allí vuestras bebidas mientras seguís charlando. Una suerte de bucólico electrónico chill out pone la banda sonora, y la oscuridad de una noche de luna nueva con las ténues luces de la ciudad por debajo aportan el telón de fondo. ¿Es por la situación, que cada vez la miras más como mujer? ¿Es por las cuatro copas de vino y el cóctel, que cada vez te es más imposible soslayar tu mirada de la redondez exhuberant...

Otro adiós (III)

Algunas historias nunca estarán del todo enterradas. Algunas personas nunca consiguen olvidarse. Algunos pasados insisten en volver. Algunas palabras duelen tanto que ni siquiera cuando se pronuncian cobran sentido.

La verdad es caprichosa y esquiva, no obstante, ya quisieras conocerla tú. ¿Cuál és? ¿Que la deseas? ¿Que amas una mujer y sin embargo deseas también a otra? ¿Que amas a Thais sin dejar de sentir ternura por Anna? Años cargando en solitario esta carga te tienen exhausto. A veces ya no puedes más, y estallas corriéndote sólo en casa, cuando tu esposa no está, pensando en tu exnovia. Y a veces, como ahora, estallas de mal humor.

-Joder, Anna ¡No es tan difícil!

-¡Eh!, tranquilo, ¿por qué te pones...

Otro adiós (IV)

Algunas historias nunca estarán del todo enterradas. Algunas personas nunca consiguen olvidarse. Algunos pasados insisten en volver. Algunas palabras duelen tanto que ni siquiera cuando se pronuncian cobran sentido.

Algunas veces (pocas, por suerte), la vida nos remueve de tal manera que necesitaríamos que el mundo entero se detuviera para recobrar el equilibrio. Pero nunca lo hace.

Has dormido lo que has podido y has pensado más de lo que deberías cuando el trabajo vuelve a reclamarte. Con el corazón en parada técnica, encuentras en tu reserva de emergencia los arrestos necesarios para arreglarte un día más y dirigirte a tu despacho. Incluso te esmeras más de lo habitual en ponerte guapo para compensar por fuera...

Otro adiós (V)

Algunas historias nunca estarán del todo enterradas. Algunas personas nunca consiguen olvidarse. Algunos pasados insisten en volver. Algunas palabras duelen tanto que ni siquiera cuando se pronuncian cobran sentido.

Son las 18:40 cuando llegas al hotel de Anna, y descubres acongojado que los nervios te corroen por dentro. Como si fueras un adolescente ante su primera cita con una chica, las ansias te han hecho llegar demasiado pronto, y ahora no sabes que hacer. Esperas con las manos en los bolsillos, pero cuanto más esperas sin nada que hacer más alterado te sientes. Además, el día se ha ido nublando, y este fresco atardecer primaveral te está destemplando, así que acabas decidiendo entrar y pedir una cerveza en el ba...