Aplicando justicia (30)

Me divierto en la isla, salgo a cazar y las dos mujeres se quieren poner al día.

ACTIVIDADES EN LA ISLA -

Estuve un rato despierto esperando por Herminia, pero no apareció, en todo ese rato me quedé pensando que esa mujer tendría toda una historia detrás, Jacinto no daba el tipo por el cual las mujeres corrían detrás de él y me hice mi propio guion.

Quizás hubiese sido una bailarina que también trabajaba en la prostitución, quizás un embarazo no deseado o un “escape” apurada para tratar de zafar de quienes la explotaban, la aparición de Jacinto ...

Aplicando justicia (31)

Además de la pasión, surgen otras novedades en la isla.

DEJANDO DE SER ISLEÑOS -

Las dos estaban que se “salían de la vaina” para ir a ver las cosas que se habían comprado, las ayudé a entrar todos los paquetes y Herminia le dijo a la hija que antes de ponerse a revisar encendería el fuego, necesitaba brasas para poner el disco con la carne del carpincho, María José también se aguantó las ganas y se puso a pelar papas y otras verduras pues se debía cocinar todo junto.  Pregunté si necesitaban algo de ayuda y fue Herminia la qu...

Memorias de un portero de noche (37)

El aprendizaje de Flor iba viento en popa, la mujer iba paso a paso y yo no tenía prisa de terminan las lecciones, aunque las malas noticias hicieron que condensara las últimas demostraciones. “Mis mujeres” se portaban admirablemente y compartían conmigo sus progresos y sus pretensiones.

Me dormí feliz abrazado a las dos futuras madres de mis hijos, yo mismo me sorprendí al pensar esto, siempre fui reacio a ligarme a nadie, por suerte o desgracia disfruté muy joven de la vida mucho más de lo esperado, ni yo comprendía la facilidad que tenía para conectar con el sexo femenino, a veces pensaba que nadie creería que había tenido tantas experiencias sexuales y con tantas mujeres diferentes.

Me consideraba un tipo normal, con un físico de lo más corriente y, aunque tenía una polla que a de...

Aplicando justicia (29)

La empresa estaba encaminada y yo me iba a dar un gusto, que resultó gustazo

EMPRESA EN ORDEN - LA ISLA.

Entramos directamente desde el estacionamiento y Helena, cuando estábamos adentro del ascensor, no se privó de besarme y abrazarme, era un pulpo, sus manos y brazos parecían tentáculos y su boca una sopapa que quería absorberme.

  • Que me hayas defendido de esos tipos me puso del tomate, parece que toda la adrenalina la tuviera en mis agujeritos, nunca imaginé que fueras tan expeditivo.
  • ***Ya te lo dije, no me gusta que me jodan o que jodan a las personas...

Memorias de un portero de noche (36)

Al estar mucho tiempo junto a una persona me di cuenta de que el contacto favorece la comunicación. Flora me confió su mayor secreto, yo me sentí honrado por esta revelación e intenté ayudarle. Andrea me demostró que me quería más allá de lo esperado.

Después de desayunar Flor y yo salimos a dar un paseo, ella me llevaba del brazo por si tenía un tras pies por llevar las manos vendadas, parecía mi madre y me trataba como si lo fuera, preguntamos en Recepción y nos recomendaron que nos acercáramos al Monumento Nacional a la Bandera, no nos pareció que estaba demasiado lejos y decidimos ir paseando por la acera.

Preguntamos a un matrimonio que cruzaba la calle y nos recomendaron que visitáramos también el parque Urquiza, aún estaba lejos, pero teníam...

Aplicando justicia (28)

Se hace bastante movida la estancia en Paraná.

CHICAS ACOMODADAS Y FISCAL SALVADA.

Me levanté temprano, desayuné en el mismo hotel y me fui para la empresa, eso ya era un remolino de periodistas y noteros, allí me encontré con Julio y los dos hombres que había mandado Lucas , los conocía a ambos de mi anterior paso como Jefe, ellos no habían tenido injerencia en todo lo que se llevó a cabo porque el tema de la Seguridad lo había manejado Sergio y más que bien por lo que me contaban, de hecho, en ese mismo momento tenía dis...

Memorias de un portero de noche (35)

El viaje a Rosario con Flor empezó bien, fue como una excursión que sirvió para conocernos mejor, pero terminó mal, se complicó bastante, para mí sobre todo. Martina adivinó mi estado de ánimo e hizo lo que más necesitaba.

Mi preocupación primordial era demostrar que sabía conducir lo suficientemente seguro para que tanto Flor como su hermano Horacio confiaran en mí y me dejaran la furgoneta, no sólo para el trabajo sino para mi uso privado.  Por eso cuando Flor me propuso llevarla a Rosario me lo tomé como la prueba de fuego, la misión era simple, ir a la ciudad vecina, recoger un mueble antiguo y volver a Santa Fe.

Ni siquiera debía preocuparme demasiado por el estado del mueble pues su destino era ser restaurado por...

Aplicando justicia (27)

Otra vez gente de las filiales de la empresa jodiendo mi tranquilidad.

EMPLEADOS DESLEALES - “LA” FISCAL.

“Usted que es tan amable me va a tener que hacer un favorcito” , -le dije a la secretaria de Sergio -.  La chica me miró cambiando su actitud, se puso seria y me contestó:

  • Yo no estoy para hacerle “favorcitos” a nadie, si usted viene a ver al señor Sergio , tome asiento y lo espera, ahora no se lo puede molestar.
  • ***No me mal interprete, supongo que tampoco me va a decir quiénes son los señores que vinieron a hacer la Auditoría desde...

Aplicando justicia (26)

Con las chicas en el motor-home, mejor no me podría ir pero había que buscarles trabajo.

MIS TRES “PUTITAS”.

Charlamos un rato largo con Alicia , era una buena acompañante de viaje, aunque había momentos en que se quedaba callada, pensando seguramente en los días pasados en esa casa obligándolas a tener sexo con los propios secuestradores y con extraños.  Para sacarla de algunos de sus silencios le pregunté qué pensaban hacer ahora ellas dos…

  • Sinceramente, no lo sé, supongo que deberemos buscar un trabajo nuevo, yo lo hacía en un supermercado, era cajera y Carolina*...

Memorias de un portero de noche (34)

Ya empecé a trabajar en serio con el profesor, me encargó en ponerme al día con los cobros atrasados y no lo hice mal del todo. Andrea me demostró una empatía especial con Susi que me asombró hasta mí.

Don Horacio me recibió con una sonrisa, lo vi mirar su reloj de reojo, yo sabía que lo iba a hacer, por eso llegué muy puntual, ya me esperaba en la puerta de su taller, muy ceremoniosamente me dio la bienvenida y me invitó a entrar, era mi primer trabajo en tierra, eso me llamó la atención pues el barco pese a ser grande, al final tenía un límite, con sólo saber que detrás de la puerta seguía la calle y más, me sentía más… contento.

Detrás del mostrador donde recibía a los escasos clientes estaba el...