La culpa fue de ella - 4

Historia de una obsesión por mi cuñada, pero ahora es mi mujer la que descubre el placer fuera del matrimonio por culpa de su hermana

Algo más que un trío

¡Mi mujer acostándose con otro hombre! ¡Pero en qué país vivíamos! No sabía a donde íbamos a llegar si continuábamos con esas ideas. Mi mujer era solo mía. Solo yo tenía derecho a tocarla y a hacerla vibrar. Nadie mas podía darle placer. Era absurdo pensar otra cosa y totalmente imposible que ella pudiera sentir nada con otro hombre.

  • pues dice Lucia que hasta que no me acueste con Roberto, no habré completado el circulo sexual y mi conocimiento será incompleto.

Siem...

La culpa fue de ella - 3

Historia de una obsesión por mi cuñada, pero ahora con mi mujer delante, vuelvo a acostarme con su hermana.

Trío

  • ¡la culpa ha sido de ella!

  • ¡si hombre! Vino, se abrió de piernas y dijo: fóllame

  • si, así ocurrió prácticamente

  • mira, Vicentito, que son muchos años…

  • y me llamó así, como tú ahora; Vicentito. Rogándome…

El caso es que Conchi no aparentaba estar demasiado enfadada. Algo curiosa, incrédula tal vez. Cuando me preguntó si lo había hecho con Lucia parecía que solamente quería confirmar algo sabido, así que, para qué negarlo. Seguro que su hermana se lo había con...

La culpa fue de ella - 2

Lucia. Historia de una obsesión por mi cuñada y como conseguí follármela por fin.

Lucía

¡Como no iba a tener la culpa de lo que ocurría, si todo lo decía con doble sentido! Y si no lo tenia, yo se lo encontraba de alguna manera, aunque fueran las frases o actitudes mas inocentes. Parecía que todo lo que hacia o decía tenía una intención sexual, morbosa, para provocarme y excitarme.

Aquel día que nos pusimos ciegos de mariscos, nosotros dos, ella y su novio, antes de pedir los postres se vuelve hacia Roberto, pero mirándome a mí, y dice:

  • ¿sabes lo afrodisíaco que es e...

La culpa fue de ella - 1

Conchita. Historia de una obsesión por mi cuñada y su desenlace.

Conchita

¡Como me pone mi cuñada! Y lo malo es que no estoy muy seguro, pero me parece que ella también esta un poco por mi. Esas frases con doble sentido, esas insinuaciones, ese continuo provocar… ha de ser por algo, digo yo. Pero, ¿y si me equivoco? Ella es muy natural, muy espontánea y no le da ningún corte decir lo que piensa, aunque pueda parecer una barbaridad.

Por ejemplo. El día que las conocí, a ella y a mi mujer, Conchi. Fue en el bar de un amigo, y estábamos en fiestas, todos alegre...

Mi hermano me desea – 04

Mi hermano me vigila, me acosa, nunca pensé que quisiera acostarse conmigo hasta que una noche se metió en mi cama… y llegó un día en que las dos nos vimos con él

Faltaba una semana para que se fuera de casa. Veía a mi hija contenta, ya no le trataba mal, incluso le hacía cariños y le daba besitos al despedirse. Se la advertía complaciente.

  • ¿te estas acostando con él los días que no viene a mi cama?

  • si, es fabuloso, tenias razón. No hay día que no me regale un orgasmo, o dos.

  • espero que tomes precauciones.

  • si… nunca lo hacemos sin preservativo, a no ser que me la meta por detrás.

  • ¿por el culo? ¿Te la ha metido por el culo?

...

Mi hermano me desea – 03

Mi hermano me vigila, me acosa, nunca pensé que quisiera acostarse conmigo hasta que una noche se metió en mi cama… pero un dia descubrió los encantos de mi hija y

Un día que volvía un poco tarde a casa después de una merienda con las amigas, escuché hablar en el cuarto de mi hija a dos personas. A veces llevaba algún amigo y le gustaba charlar con él en su dormitorio, una completa leonera llena de ropa por el suelo, sus bragas usadas por cualquier sitio y la ropa tirada por la cama o las sillas.

A mi no me gustaba, aparte de la mala impresión, no me parecía el sitio mas apropiado para recibir a nadie, pero la verdad es que nunca cerraba la puerta.

Pasé de...

Mi hermano me desea – 02

Mi hermano me vigila, me acosa, nunca pensé que quisiera acostarse conmigo hasta que una noche se metió en mi cama… y lo cogió por costumbre.

-¿Qué hacía el tío Vicente saliendo de tu habitación esta mañana en pelotas?

  • ¿tu tío? No se, no le he oído.

Mi hija y yo éramos uña y carne. Éramos amigas, confidentes. Éramos una sola, la reencarnación de cómo yo hubiera querido ser de joven, lista, espabilada, tranquila, segura de si misma. Dos años de carrera y con nota en todas las asignaturas. Era yo con más posibilidades, más medios, más gracia y desenvoltura; para mi era imposible engañarla o confundirla.

  • ¡venga mamá! Que te cre...

Mi hermano me desea – 01

Mi hermano me vigila, me acosa, nunca pensé que quisiera acostarse conmigo hasta que una noche se metió en mi cama

En casa somos tres: mi marido que trabaja en una línea aérea, mi hija de 20 años y yo, Maria José. La vida en familia es muy sencilla y normal, cada uno se dedica a sus tareas o trabajos, nos vemos todos por la noche y yo me ocupo de todo en la casa.

Estoy acostumbrada a pasar largas temporadas sola por los frecuentes viajes de mi marido y no paso ningún apuro, me manejo muy bien, pero cuando llamó mi hermano para decirme que tenia que hacer un curso en Madrid por seis meses y que si yo podía alojarle...

Manuela y su complaciente marido (y 4)

Alfredo, arrobado, pensó que su mujer estaba guapísima. Que bien hecha estaba, que bien moldeadas tenía la cintura y las caderas la condenada… ¡ Y vaya par de tetas ¡

Acabo con la publicación de antiguos cuentos, encontrados en viejas revistas. Estos son los últimos, del maestro Dick Pickering, como final de fiesta. No tengo mas, y es una pena que nadie se haya animado a buscar alguno perdido, para esos lectores nostálgicos, que todavía los hay, que añoramos la calidad y el fino humor de aquellos tiempos. Venga, Edmundo, abre una página de Word y ponte a transcribir esas revistas…


Después de la aventura con el francés, Manuela y Alfredo fu...

Manuela y su complaciente marido (3)

Alfredo le había terminado de bajar las bragas y le quitó el sujetador y ahora estaba como Dios la trajo al mundo, enseñándoles todos sus tesoros ocultos, revelándoles todo su cuerpo

Sigo con la publicación de antiguos cuentos, encontrados en viejas revistas. Estos son los últimos, del maestro Dick Pickering, como final de fiesta. No tengo mas, y es una pena que nadie se haya animado a buscar alguno perdido, para esos lectores nostálgicos, que todavía los hay, que añoramos la calidad y el fino humor de aquellos tiempos.


En el mes de julio se fueron de vacaciones. Alfredo, muy tradicional para algunas cosas, las tomaba siempre desde el quince de julio al q...