El comienzo de un negocio (02)
Mi pequeño negocio se va ampliando y asentando gracias sobre todo a la gordita casada.
Durante una semana me despreocupé de los progresos como puta de mi vecina porque confié en la labor de Dorinda y además estaba ocupada en la captación de otra puta para mi incipiente negocio de burdel de calidad.
Había localizado una puta callejera en La Rambla que era muy atractiva. Asiática, de unos 20 años, y no parecía tener chulo porque, pese a su seductora figura, no conseguía mucha clientela ya que sus competidoras la marginaban a lugares poco estratégicos en la calle.
Era la segunda...