Retorno al porno, esta vez extremo (II)
Le dije que aquello era prostitución y yo nunca había caído tan bajo. Él me contestó que si prostituirse era ganar dinero mediante el uso sexual del cuerpo, lo que yo hacía, pese a llamarme actriz, era lo mismo.
Las sesiones de rodaje comenzarían en un mes, la primera película se rodaría parte en una vieja mansión cerca de Huesca y el resto en un plató de Barcelona. En ese mes me puse al día haciendo gimnasia y vigilando mi alimentación, pues las sesiones de rodaje porno son muy duras, sobre todo si se quiere una mínima calidad profesional y algo de pundonor para hacer bien el trabajo.
El día anterior al previsto para el inicio estaba ya presente en la casona. Esa noche me acosté con el que sería mi pri...