Una mansión para el sexo duro (02)

Me envicié con los placeres que proporcionaba aquella casa y no tuve más remedio que buscar soluciones para acudir lo más posible.

Considero imprescindible leer o releer el capítulo anterior ya que es posible que no se entienda cómo se llega a la situación actual.

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Ese sábado pasé por casa de mis padres a dejarles el bebé. Mi disculpa era que me habían invitado a una exposición de pintura, a la que saben soy aficionada, y que ya estaba cansada de tanto tiempo en casa tirando del nene. Me hacía falta una distracción. Mamá, como siempre fue comprensiva y se hizo cargo de mi bebé sin ningún reproche.

Salí...

Soy bígama

Cuento por qué soy bígama y quiénes son mis maridos.

Soy bígama y explicaré el porqué.

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Julián, mi marido, ya me había usado el coño y, según su costumbre procedió seguidamente a taparme el culo después de aplicarme el Analub. Mi postura era cómoda y disfrutaba placenteramente de la sodomización arrodillada sobre la moqueta y con el busto apoyado en el asiento del sofá del salón.

Nos gustaba follar en el salón, pero solamente podíamos hacerlo cuando los chicos, Alicia, de 16 años y Pablo, de 13 estaban fuera. Yo me llamo Silvi...

Pilladas in fraganti

Ninguna de las tres sería capaz de decir a mi marido "Esto no es lo que parece"

Era imposible decir aquello de "Joan, esto no es lo que parece". Y era imposible porque cuando mi marido nos pilló la cosa era innegable.

Estábamos en el salón como Dios nos trajo al mundo. Marta, mi suegra le comía el chocho a Lucrecia, nuestra exuberante chacha dominicana, mientras yo follaba con el puño el coño de mi suegra y me daba por el culo con un respetable consolador rojo chillón de doble cabeza.

Joan se quitó el cinturón del pantalón sin decir palabra mientras nosotras nos había...

Para Susana Torres

Aunque parezca inimaginable, así de crudo puede llegar a ser.

  • Papi, papi. Mira mi barriguita.

  • Si cariño, ya está gordita. ¿Cuántos meses son ya, que no recuerdo?

  • Son ya seis meses, me prometiste que cuando tuviese los seis meses ya trabajaría de putita.

  • Ya cariño, pero es que el que va a ser tu hombre no te ha reclamado aún.

  • Pues llámale y díselo. ¿Mi chulo va a ser el mismo que vino a preñarme?

  • No nena, a ese no lo verás nunca, solo vino a hacerte la barriguita por encargo de tu hombre.

  • ¿Mi chulo es joven o viejo...

Una mansión para el sexo duro (01)

Una discusión con mi marido me impulsa a apearme del coche. Dos galantes caballeros me recogen en autostop. Un mundo de placeres hasta entonces desconocidos se abre ante mi.

Una discusión con mi marido me impulsa a apearme del coche. Dos galantes caballeros me recogen en autostop. Un mundo de placeres hasta entonces desconocidos se abre ante mi.


Estaba de muy mal humor esa mañana. Bueno, estaba de mal humor desde hacía ocho meses en que me enteré de que estaba embarazada. No resulta plato de buen gusto quedarse preñada a los 40 años cuando ya tienes dos hijos de 16 y 14 años. Todo por complacer al estúpido de mi marido. Estaba de descanso de las píld...

Soy una sucia masoquista

Bueno. ¿Y qué?. Me gusta que mi hermana y nuestro amante me humillen y zurren.

Hacía unos días que no tenía noticia de Tomás, mi amante. No quiero decir que eso significase que estaba a dos velas. Tengo suficientes recursos para proporcionarme una buena sesión de sexo gratis cada día, y eso que voy a cumplir pronto los 50 años.

No me voy a describir más que someramente. Pese a mi edad conservo buen cuerpo. Nada excepcional en cuestión de formas o volúmenes. Conservo el pandero levantado y las tetas son apreciablemente grandes aunque algo pendulonas. Los muslos son fuertes...

Matilde, mi madura secretaria

Matilde es frígida, pero ello no impide que sea de lo más eficaz para vaciar mis testículos.

Se me había antojado hacerlo de nuevo. Follarme a una mujer casada delante de su marido. Ya lo había hecho bastantes veces. Bastaba ofrecer dinero. Los sitios más asequibles para conseguir parejas que se prestasen a ello se encontraban en los países recién ingresados en la UE.

Al llegar al despacho le encargué a Matilde la gestión. Ella conocía los contactos de las mafias importadoras de prostitutas que me conseguirían la pareja adecuada.

  • Matilde, quiero que quede claro que ella debe esta...

Mi amiga, el segurata, su perro y...

Cuando una está necesitada y escasa de medios y oportunidades, se tira a lo que haya. Y a veces lo que halla está muy bien.

¡Será zorra!. Me la va a hacer. Como me la haga se va a enterar de quien es Amelia. Lo juro. ¡Cerda vieja!. Me quiere dejar fuera, seguro.

Me estaba poniendo de un humor de perros y con los nervios a punto de explotar. Ya hacía rato que había visto salir de su casa a su marido y su hijo de 10 años con rumbo a la piscina. Lorenzo, el vigilante de la urbanización, y su perro habían pasado ya por delante de su balcón tres veces y en la barandilla no estaba la prenda roja de señal.

Seguro que...

Virgen por codicia (1)

Soy Marilia. Yo estaba obsesionada por ser millonaria. En mis circunstancias, para conseguir ese objetivo solo me bastaba con preservar la virginidad de mi coñito. Pero eso no me impedía pasarlo muy bien con mis dos chicos.

Estaba deseando regresar del viaje de luna de miel, pero el plasta de Federico se empeñó en permanecer tres días mas en Puerto Rico, cosa que le permitía su enorme fortuna. Encima no podía follar sino con él, porque mi empalagoso y flamante esposo no me dejaba ni a sol ni a sombra, siempre pendiente de mi y babeando tras mis pasos.

Pero todo llega y gracias a Dios aterrizamos en Barcelona para inaugurar la gran casa que los incalculables dineros de Federico nos había proporcionado. En cuanto est...

Virgen por codicia (2)

Pese a ganar un buen dinerito como putita, mi chochito seguiría virgen hasta el matrimonio.

La entrada de Marta en mi vida sexual significó duplicar mi actividad y mi desgaste energético. Tenía que ver menos frecuentemente a mis chicos porque me agotaban. Ello significó que saliese más frecuentemente con mi novio Fede quien, gracias a Dios seguía solamente contentándose con tomarme de la mano en el cine. Mi gasto en pañuelos de papel para limpiarme el sudor que exhalaban sus asquerosas manos aumentó significativamente.

Pasaron los meses y mi vida transcurría felizmente con mis chicos y...