Aventuras de un Benedictino (II)
La aventura de una Benedictino que sale de su monasterio a los mundos del demonio y la carne
EL VIAJE II
Salí del monasterio tras maitines , sin despedida alguna, con el mensaje del Padre Abad , un par de alforjas que cargaba Celedonio y un zurrón que llevaba al hombro, camine por caminos y trochas durante unas cuantas horas sin hacer descanso, pues por aquellos parajes las revueltas eran continúas y quería poner tierra por medio.
Tras recorrer unas buenas leguas, sentí necesidad de realizar mis necesidades y me fui tras unos arbustos, donde colgué mi zurrón con los mensajes alb...