Orgias en la Mili

La Mili, fue toda una experiencia en España, que se mantuvo durante años, para cabreo de muchos, pero tambien había sexo

LA VIDA MILITAR y SUS ORGIAS

.- Introducción.

Lo cierto es que servir a la Patria en estos pagos, por muy bucólicos que los encuentren algunos, que quieren que les diga, yo estaba a punto de colgarme del palo de la bandera.

Imagínense el cuadro: Un joven recluta al que sacan de su almohadillada vida de estudiante universitario allá en la lejana Galicia, en la tierra de ribeiros y  día de fina  lluvia en los que aprovechaba para encamarme con alguna amiga de la facultad.

Y ahora...

Las sorpresas zoofilicas

Un pariente llega a casa de su tia, en el campo, y asume el papel que le toca en el juego de orgias familiares

SORPRESAS ZOOFILICAS

Creo que fue a los 18 años cuando descubrí que el sexo es algo más que un polvo por la noche. Desde hace unos meses por motivos de orfandad vivo en el campo con una tía y su hija.

Mi tía una mujer de campo, en la misma fecha que yo me incorporé no hace mucho a su vida, se quedó viuda de un vigoroso camionero, que además de darle sus buenos revolcones allí donde la cogía : en la casa.., establos, en pleno campo, en el bosque.. le dio también una hija pura réplica de su madre ...

Un Fotografo en Ancadeira. la Sra Virginia (2)

Tenemos a nuestro fotografo por las tierras de Ancadeira, y al final se encuentra con la sra y ama del lugar que le sigue mostrando los placeres zoofilicos de la zona.

Segunda Parte:  Doña Virgnia...

Llegamos a la casona, inmensa y solitaria, aunque muy confortable y coqueta y con algunos puntos eróticos reflejados en  cuadros y fotografías...; creí que pasaría allí un verano de miedo con Belinda, pero esta se despidió de mí, dándome las buenas tardes-noches y  comunicándome que nos veríamos dentro de tres  días, hasta entonces la casa era para mi solito.

-. A disfrutarla chaval y que  te diviertas.

Que hijo puta de  jefe, me había separado de su...

Un salido fotógrafo en Ancadeira (1 )

Un extraño reportaje fotográfico por las montañas de Ancadeira hasta Aliaviapenas, donde conoce el mundo zoofilico

Parte Primera : El Viaje

Aquel caluroso día de Julio, no sucedía nada anormal que  rompiera mi plácido descanso veraniego, hasta que se me ocurrió encender el “ordenata” y comprobar mis “emilios”, y allí estaba uno que no me esperaba: el jefe que me ordenaba realizar una sesión fotográfica por unas mágicas montañas allá por la zona del Ancadeira, me comunicaba que se ingresaría  en mi cuenta la cantidad estipulada para un trabajo de unos 15 días, me daba las coordenadas del trabajo y una cita par...

Una Suegra muy especial

Mi suegra se traslada a nuestra casa y alli me muestra las debilidades de una noble señora en edad de merecer dandose al placer interracial

Una suegra muy especial

Mi mujer  Adela, y yo vivimos solo en un viejo y amplísimo apartamento de la costa, donde acostumbramos a vivir casi todo el año, entregados al trabajo de cada uno y después a los mil juegos y placeres de  la Erótica Universalis .

Como complemento a nuestros juegos por la casa existen mil y un utensilios, bolitas chinas y  asiáticas, vibradores de todo tipo, tamaño, forma, materiales unos que fuimos adquiriendo y otros que me fui trayendo de mis viajes como antropó...

La educación zoofilica de mi vecina

De como las cuestiones del sexo tienen que tener una serie de pautas para que este sea confortable, y el aprendizaje zoo es todo un arte

La educación zoofilica de mi vecina

Llevaba viviendo en aquella solitaria casita de campo casi tres años, al cabo de los cuales, alguien decidió que aquel lugar podría compartirse, y así empezó la construcción de un nuevo chalet enfrente del mío.

La verdad es que mi trabajo de traductor literario por Intenet me permite trabajar en casa de una forma relajada, y aunque durante un tiempo fue interesante la experiencia, cada vez me pesaba más la estancia en aquella solitaria casa.

Solitaria...

La belleza de lo rural. La vida pastoril.

Relato que recoge la vida sexual en la vida pastoril de Desiderio, que se mueve entre la más absoluta zoofilia a la heterosexualidad sin complejos

La belleza de lo rural, vida pastoril

Aquella mañana me dispuse a dar un larguísimo paseo por las montañas que rodeaban mi refugio estival, y así me puse en camino pertrechado con lo que yo creí más que necesario para una aventura montañera; las horas iban cayendo y cada vez tenía más la certeza de que había salido del camino que los lugareños me habían indicado entre mofa y mofa la noche anterior.

Estaba un tanto desesperado, pues el retorno se hacía duro, así que opté por un  sendero que me...

Follando en la aldea

Un urbanita se pierde en un paseo por la sierra de Malanda donde se encuentra con una paisana de pueblo con la cual tendrá sus escarceos amorosos.

Follando en la Aldea

Lo cierto es que los trabajos de campo me ponen  erótico-festivo y el cañoto, se me empina a la mínima. Debe ser cosa de la oxigenación del cerebro, cuestión que hacer reverdecer hasta los adminículos más dormidos de nuestro ser.

Llevaba algunas horas perdido por aquellos montes y sierra de Malanda, en la zona norteña, midiendo y buscando ciertas posesiones públicas, cuando me encontré por un estrechísimo camino que con un borriquillo  sobre el que cabalgaba una mujerona...

Experiencia zoofilica de una solterona

Una madura solterona de 40 años, decide dar a probar sus carnes a otras experimentados amantes. En concreto a su perro Kelly

UNA EXPERIENCIA ZOOFILICA DE UNA SOLTERONA

Soy lo que se llama una solterona de unos 40 años, más bien exuberante en carnes y deseos, que solo de vez en cuando consigo realizar mis desesperantes ansias de rabo de hombre.

El Domingo estaba siendo más bien tontorrón y aburrido, en medio del calor sofocante, que hasta el propio “kelly” (el perro “pointer” que mi sobrino me había dejado en casa durante unas semanas) desde la terraza pedía con suaves ladridos y embesaladas miradas, un poco de sombr...

Recompensa tras el accidente

UN hombre maduro, sufre un grave accidente, del cual le apuntan ambos brazos, pero entre su familiares y su perro Gordon le hacen la vida feliz

RECOMPENSA TRAS EL ACCIDENTE

Un inexplicable accidente, supongo que como casi todos, me llevó a una silla de ruedas. Mis piernas se mueven aunque pronto se fatigan, mis brazos como ya sabréis por el relato “En familia” me han sido amputados, dejándome unos muñoncitos que sus buenos servicios que tan buenos servicios ahora me presta.

Tras la ración de sexo que me doy, aun hoy, con la buena de mi nuera Lola, su madre y la tal Eutimia que hecho a faltar, pues el cabrón de mi hijo también se la be...