Mi compañero de viaje
Era o creía ser heterosexual, hasta que la deserción de un amigo, lo llevó a publicar un aviso buscando compañero de viaje. Ahí le cambió la vida.
Creo que todo comenzó casi en el momento en que la Fiesta de Fin de Año de la empresa en la que ambos trabajábamos, estaba terminando. Mi amigo y futuro compañero de viaje, Guillermo Laguna, se había conquistado a una secretaria suplente de Finanzas, de grandes tetas, culito de melón y boca de frutilla. Realmente era una "potra" estaba bien buena como diría un salsero, y encima tenía una cara de puta y de bombachita veloz que la vendía. Guillermo tenía suerte, se levantaba a las minas más hermosas, ó...