Pasion pampeana
Un italiano joven pero cínico y un encuentro pasional e inesperado.
A mi me mandaron a las pampas argentinas como un castigo. Y así lo tomé. Eso ocurrió en 1980, y por ese entonces, yo trabajaba en Turín, Italia, para una publicación en decadencia y hoy desaparecida. "La Voz del Piamonte"
Todo comenzó, cuando me negué a dejarme chupar la pija por el director de la revista, un viejo baboso y repugnante, llamado Giusseppe Mangia Cavallo, una "loca" a la antigua, que perseguía a cuanto periodista joven se le ponía delante. Yo fui uno de sus perseguidos y como le d...