Bastian vuelve a casa.

Un adolescente , un camionero , la cabina del camión , la pasión entre dos hombres distintos y el fin de un exilio

Parece un mochilero de esos que recorren los caminos, con el equipaje al hombro para vivir aventuras. En cierto modo lo es. Pero también es un bicho raro, en ese paisaje de quebradas y cerros, en esa geografía casi desolada. Es un personaje exótico en plena pre-cordillera, aunque tenga puesto un sombrerito de lana tejido por los collas del Norte argentino. Es la única prenda autóctona de su vestimenta, pues todo su aspecto (aros, tatuajes, piercings) dice que no pertenece a ese lugar. Es como un marciano en...

Un cambio de planes

Cuando el sexo y el amor te dominan no hay plan que dure mucho, ni cuerpo que lo resista.

Cuando entré por primera vez a las imponentes oficinas del Estudio Jurídico Foster, Rodin, Goyeneche & Asociados, me acobardé un poco. O dicho en buen argentino, casi me cago encima. Tanto despliegue de despachos, secretarias, teléfonos, computadoras y gente dando vueltas, me impresionó..  Yo tenía veintitrés años, casi veinticuatro,  hacía poco que me había graduado de abogado, y el sólo hecho de tener una entrevista de trabajo allí, era un acontecimiento extraordinario.  Es cierto que tenía un buen “curri...

Los mellizos

Dos hombres extrañamente parecidos. Cada uno con su historia de soledad. Y una pasión incontrolable.

Un mes después de divorciarme, me fui a vivir al departamento que había habitado mi madre antes de morir.  Primero lo hice vaciar porque me daba mucha tristeza encontrarme con las cosas que le habían pertenecido. Después hice sacar los pesados cortinados que impedían que entrara el aire y el sol.  Ventilé los cuartos.   Regalé algunos cuadros, pequeños muebles, adornos,  la ropa y zapatos y muchos efectos personales. Pero el perfume de mi madre, esa fragancia que usaba desde hacía  muchos años, persistió po...

Noche soñada

Dos miradas en la noche. Dos extraños. Dos mundos diferentes, el deseo, la misma necesidad. El estallido.

Yo nunca tuve nada. Nada mío. Siempre quise tener algo sólo para mí en la vida.Algo propio. Ni prestado, ni regalado, ni heredado ni alquilado ni compartido. Pero no lo pude conseguir. He luchado trabajado, arriesgado todo, por el mismo objetivo Rogué, imploré, oré, pedí, solicité, competí, ofrecí, prometí, recé. Conjugué todos los verbos. Pero no se me dio. O mejor hasta esa noche. .

Soy Facundo Torres, 26 años, argentino, del interior, a punto de terminar mi carrera de Biología, en la UBA, pis...

Renacer

Cuando la vida te abre una ventana, y a tus brazos cae un amor distinto.

"Vocé nao sabe até onde eu llegaría para te fazer feliz"

INVIERNO La primera vez que nos vimos fue en mi viejo departamento. Era un sábado a primera hora de la tarde. No piensen mal. Aquella vez no pasó nada y su visita fue por un tema de trabajo Me acuerdo que esa tarde: hacía mucho frío, demasiado frío. Era el fin de un invierno muy crudo en Buenos Aires, un poco antes de la esperada tormenta de Santa Rosa, que siempre se da alrededor del fin del mes de agosto. La leyenda dice que después de...

Encerrado con el negro

Del sexo que se vende, de la pasión que se disimula al sexo de verdad, rotundo y desafiante.

Había ido al departamento clandestino de Enzo Domingo.Della Chiesa, uno de mis clientes. Clandestino porque es un lugar de trampa, donde esconde sus infidelidades a su amadísima esposa. Enzo es un matarife ordinario y exigente que tiene una verga gorda. Gorda y cabezona. De esas que hacen doler. El tipo es sádico. Muy sádico. Le encanta, más que nada en el mundo, causar dolor, lastimar, le da placer que yo grite fuerte, desesperadamente mientras me la pone, y que yo haga aspavientos como si me dolier...

El marido de la rosa

Un adolescente, su madre, su tía y alguien que le mueve el alma y otras cosas: el marido de su tia.

Vivíamos en un caserón grande que se caía a pedazos. Una de esas casas antiguas. con muchas piezas que daban a un patio con aljibe en el centro y macetas de malvones y geranios.. Paredes cubiertas de hiedra, y un perfume persistente a "Damas de Noche" cuya fragancia llamaba al silencio de los grillos y las cigarras en los días de verano Era una de esas casas que conocieron mejores épocas y que se fueron deteriorando por el paso del tiempo, las lluvias, la pobreza y el descuido. Éramos tres los que viv...

La herencia del tio Hugo

Me dejó su casa, sus muebles, sus libros. Pero también me dejó algo más: alguien que me quisiera

Me pusieron el nombre del tío Hugo por ser mi padrino. El insistió porque sabía que era el único modo de perpetuarse No tendría hijos. No se casaría nunca. Jamás haría el amor con una mujer. En pocas palabras, mi tío Hugo cuyo nombre llevo., era tan puto como yo.

Pero era un puto discreto. Un puto de antes., muy reprimido y en el armario, de aquellos que se guardaban muy bien en tirar una pluma por el aire, dar una señal, pronunciar las "eses" en forma sibilante o afeminada, hablar con voz de pi...

Pesadilla y tormenta

Un gay en un dia de tormenta. Una amenaza, algún desahogo y un encuentro imprevisto.

Rafi, alias "Paris Hilton", me invitó al cumpleaños de Matías y yo le dije que no podía ir. Estaba aburrido, y me molestaban esas fiestas llenas de alcohol barato, pizza incomible, música estridente y locas gritonas. Bueno no, quizás en ese momento me molestaban las fiestas, que en otras ocasiones me hubieran divertido. Siempre eran los mismos invitados, muchos con sus parejas y de los disponibles, los sueltos, la verdad ninguno me movía un pelo. No había nadie que me gustara, que me atrajera, ningu...

La condena del mono

Vino a verlo caer. El hombre que iban a condenar lo había hecho fanático del sexo con otros hombres. Muchos años atrás pero no había podido olvidarlo.

No sé porqué vine. No sé si me movió la curiosidad, la nostalgia, el deseo de venganza, o quizás el morbo de puto que siempre he tenido.

Pero estoy aquí, mezclado entre tanta gente, casi al fondo del salón, menudo y chiquito como soy, con mi 1,62 m de estatura y un pelo rubio angelical que, con los años, se ha transformado en una cabellera semi canosa e indomable.

Sé, que si él llegase a mirar al público, me va a reconocer Se que si el reo tiene la chance de ver a la audiencia que viene a...