Primera infidelidad
¿Qué, a que es más gorda que la de tu marido?
—¿Qué, a que es más gorda que la de tu marido?
No contestó; ni le interesaba darle pistas de si tenía pareja ni le parecía apropiado que se la recordara mientras la follaba. Pero tenía razón: aquella polla era más gruesa que la de Juan; normalita también, pero algo más gruesa. De cría, durante su verano salvaje, había podido constatar que todas las pollas eran iguales para un coño ávido. Y el suyo, con la oportuna discreción, las albergó entonces de todos los tamaños y colores. Luego volvió a...