Wendy, un ramo de rosas para ti...

Hoy que se cumplen dos años de que estás conmigo, haciéndome el hombre más feliz del mundo. Relato no erótico.

Luego de comprar un ramo de rosas, Alfonso tomó el autobús. Había pensado en regresar a su casa caminando, pero aún tenía que preparar la cena y no faltaba mucho tiempo para que su novia saliera de la oficina. No eran muchos los asientos ocupados. Además del conductor, viajaban en el transporte una señora con un niño y un hombre de avanzada edad a quien Alfonso, pareció reconocer. Se trataba del Padre Antonio, señor cura de la iglesia a la que asistía. Se sentó junto a él.

  • Buenas tardes, padre...

Juntos... para siempre

Palabras que, con la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo, ya no pertencen sólo al mundo heterosexual.

Me desperté con el sonido del correr de las cortinas. Inmediatamente, por el golpe directo de la luz del sol, cubrí mis ojos. Poco a poco, conforme estos se acostumbraban a la luminosidad, los fui abriendo y pude tener una mejor panorámica del cuarto que la noche anterior, como todas las noches desde hacía ya algunos años, fuera escenario de mis fantasías cumplidas. Fueron apareciendo las prendas regadas por el piso y los cuadros adornando las paredes. La mecedora y el televisor. Todo comenzó a ser má...

Mentiras piadosas

Relato no eròtico acerca de esas pequeñas grandes mentiras an las que, pensando no dañan a nadie, vivimos.

Mentiras piadosas.

Aldo se levantó violentamente de la silla. Golpeó con sus puños la mesa y repartió maldiciones. Estaba sumamente furioso; más que nunca. Era el décimo disquete en el mes que quedaba inservible. Esa computadora que tenía enfrente, al igual que podría haber sido cualquier otra en el laboratorio, era la culpable. El equipo de cómputo de la universidad era realmente malo. Eso le molestaba. Es cierto que su rabia se incrementó porque ese disco en específico, era el que contenía el...

El apartamento

Una joven sola en un apartamento. Un conserje misterioso. Una extraña atracciòn.

El sacerdote elevó su último rezo e hizo una señal a los sepultureros. Estos, ayudados de gruesas cuerdas y de manera lenta y cuidadosa, bajaron el féretro y sentí que media parte de mi vida descendía con él. La otra mitad se me fue cuando, por la tierra más oscura, el ataúd quedó cubierto por completo. Con el desaparecer de los azulados destellos que desprendía el metal al reflejo con el sol, llegó el hecho de que no había vuelta atrás, la certeza de la trágica desgracia: mi madre, mi mejor amiga, mi...

Pecado

Para algunos, esos que se empeñan en meterse en las vidas de la gente, serà pecado el amarte, pero no me importa. De una u otra forma, juntos descubriremos la gloria.

Pecado.

Es que en verdad está mal,

Esto que siento por ti?

Será que lo tengo que ocultar,

Y nunca permitirle salir?

He tratado de hacerlo desaparecer,

Por todos los medios sin poder,

Más todo intento en vano a de ser,

Pues de mi corazón no te lograré mover.

Por qué causa tanto horror,

Algo tan bello y natural?

No es otra cosa más que amor,

Con una intensidad descomunal.

Es qué en verdad está mal,

Esto que sientes por mí?

...

Julia, ¿quieres casarte conmigo?

Cuando la felicidad es causa de tristeza...

Sentada al borde del colchón, Julia levantó su mano izquierda y miró fijamente su anillo de compromiso. No pudo evitar, derramar unas cuantas lágrimas. Su novio, ahora prometido, se lo había dado en la cena. Entre el plato fuerte y el postre, Pablo, nombre del amor de su vida, se hincó a sus pies, sacó un pequeño estuche de su bolsillo y, al mismo tiempo que revelaba lo que éste contenía, le pidió fuera su esposa.

Ella no contestó a la propuesta del emocionado joven; se limitó a abrazarlo con to...

Vivir una vez más

Volver a sentir tu cuerpo, al menos una vez.

Vivir una vez más.

Ven, acércate.

Te necesito junto a mí.

Ven y abrázame,

Quiero recordar que es vivir.

Ha pasado tanto tiempo,

Desde tu última caricia,

Que he comenzado a olvidar,

La luz que me daba tu sonrisa.

Frío y soledad,

He pasado todas estas noches,

Devuélveme el calor,

Con mil y uno de tus roces.

Ven, acércate.

Quiero volverte a sentir.

Ven y bésame,

Que no quiero hoy dormir.

Pon tu brazo a mí alre...

Dos más para el olvido

Dos adolescentes, un amor en medio de una sociedad llena de prejuicios, un país condenado a la desgracia...

Dos más para el olvido.

Alejandro había perdido de vista al grupo. Hacía ya un buen rato, desde que el transporte en el que viajaban fuera sacado del camino por los rebeldes, que no sabía nada de sus amigos, que no oía si quiera un grito de auxilio. Tras la volcadura, al igual que sus compañeros, se apresuró a buscar un lugar para refugiarse; corrió sin importarle nada más que su vida. Luego de la explosión cuya fuerza derribara su vehículo, escuchó varias más. Con cada una de ellas, la voz de a...

Ya no me saben tus besos

Ni me estremecen tus caricias.

Ya no me saben tus besos.

Queriendo decirte algo,

Llevo ya bastante tiempo,

Pero cada vez que si quiera lo intento,

Siempre que a ti me acercó,

De mi se apodera el miedo,

Y ni emitir sonido puedo.

Y finjo que nada pasa.

Como si fuera la primera vez te beso,

Sin mirarte a los ojos para no llorar,

Sin encontrar ya en tus labios,

Si quiera un amargo sabor,

Al menos una pizca de aquel amor.

Muevo mi lengua dentro de tu boca,

Per...

Por mis tripas

Sufriré de las burlas de mis compañeros.

Pepito estaba muy preocupado. Si no hacía algo pronto, sería expulsado de la pandilla. En la reunión que, como cada martes por la noche, habían tenido el día de ayer, el tema principal había sido el sexo. Todos sus amiguitos, que rondarían entre los ocho y doce años, tuvieron algo que decir. Algunos, los más experimentados o mentirosos, quien puede saberlo, presumieron de encuentros con mujeres maduras. Hablaron de senos, coños y venidas. Otros, tal vez con menos imaginación, no confesaron algo más al...