Intriga en la Universidad

Los esfuerzos del Decano por conseguir separar a Rino y Arnela, así como por fastidiar a Oli, a quien cree responsable en parte, no tienen límite... pero se pueden volver contra él.

Oigo como solloza muy bajito, y me vuelvo. Está dormida, mi Irina… pero está llorando. La verdad que no me extraña, la verdad que también tengo ganas de echarme a llorar yo, ojalá pudiera decir que no sé lo que le pasa, pudiera pensar que sólo tiene un mal sueño, pudiera despertarla y consolarla, pero, para nuestra desgracia, lo sé perfectamente, sé que no es un mal sueño, sino una mala realidad… de todos modos, me arrimo más a ella y la abrazo contra mí. Mi mujer se despierta al notar mi abrazo, se da cuen...

Picor ardiente

Consuelo y su suegro, tras la muerte del hijo de éste, han hecho el amor salvajemente, pero después del gozo, viene la culpabilidad y las promesas, que no son fáciles de cumplir.

-¡Hasta luego, Mamá! ¡Hasta luego, Granpá!

-¡Hasta luego, tesoro…! – Mi suegro y yo, desde la puerta de la casa de éste, decíamos adiós a mi hijita de apenas cinco años, mientras ella corría hacia el autobús escolar que venía a recogerla. Gloria estaba loca con su nuevo colegio, donde le estaban enseñando “un mogollón de cosas”, no como en el otro, donde pasaba la mayor parte de la mañana durmiendo, porque la profesora pasaba de ellos. Habían sido muchos cambios en muy pocos días; mi marido se había s...

De la nieve al fuego

Arnela sólo accede a hablar con Rino teniendo de por medio una puerta de cristal, pero la excitación será superior a ambos, y lo que era una barrera, se convertirá en juguete.

Joder, tengo los cojones pelaos de frío. La nieve será la hostia de bonita para ponerla en postales y mirarla desde casita, pero cuando estás debajo de ella, me cago en diez… Si esto me lo dicen a mí hace cuatro meses, me río en la cara del que sea, aunque fuese San Pedro que hubiese bajado del Cielo sólo para eso. Golpeo el suelo con las botas, intentando que me corra algo de sangre por los pies, porque apenas siento los dedos, y decido ponerme a dar paseos. Sé que así llamaré más la atención, pero es eso...

Me siento solo, Mariposa

Por motivos de trabajo, Imbécil estará un mes separado de su ama, y éste le impone severas penitencias... que puede aliviar si se atreve a llevar a cabo un trabajito especial.

No estaba cansado. No estaba agotado. No estaba extenuado, rendido y casi muerto… estaba lo siguiente. Y además de todo eso, deprimido, harto y triste, pensé mientras abría la puerta de la habitación del hotel. No conocía las islas Canarias, pero estar allí en aquéllas circunstancias, era lo mismo que no conocerlas y encima un pretexto perfecto para odiarlas pese a las ganas que en realidad tenía de visitarlas. Me llamo Miguel, trabajo para un banco, y me habían enviado a una gestión de fusión de empresas,...

Después del funeral.

"¿Qué clase de zorra soy yo? El cuerpo de mi marido no lleva ni doce horas bajo tierra, y yo me estoy tirando a su padre..."

-…Pidamos pues a Nuestro Señor que acoja en su seno el alma de nuestro hermano… - decía el sacerdote. Pero las dos, apenas lo oíamos. Yo tenía veinticuatro años, mi hija apenas cinco, pero las dos ya sabíamos lo que era el dolor. Mi esposo acababa de morir. Me había casado muy joven, con diecinueve años, y embarazada de ella. No me había importado, Gerardo y yo éramos poco más que niños, pero nos queríamos, éramos felices… es cierto, él era un soñador con muchas mariposas en la cabeza. Siempre estaba conven...

Tienes derecho a hacer el amor en silencio.

El cabo acariciaba los muslos de la joven y hacía cosquillas en ellos, mientras metía la lengua entre los labios vaginales de Aura. Su sexo sabía salado y caliente, y la lengua de Fugaz lo recorría a su antojo, acariciando por fuera, por dentro, metiéndose en el agujerito lo más que podía, y acariciando el botón...

“Debería estar dentro... en apenas una hora, empezarán a llegar parejitas, debería estar dentro y prepararme para despachar...” Se repetía Aura una y otra vez, pero no era capaz de frenar a Arcadio. Estaban en la parte trasera del chiringuito de la joven, eran casi las diez y no quedaba un alma en la playa, hasta César, el chico que pasaba el verano en el Hogar Juvenil y al que el juez había condenado a trabajar y sacarse la secundaria, se había ido ya. Sólo ellos dos. El joven policía del pueblo se había o...

Mala, egoísta, promiscua... y la quiero.

Oooh, conejito, eso es lo más bonito que me han dicho nunca, ¿todo lo tienes tan dulce como esa lengua...?

Virgo había pasado muchos momentos embarazosos en su vida, recordó el joven lavandero de la universidad mientras cargaba con el pesado barreño lleno de bolsas de ropa sucia para meter en las lavadoras. Se le había escapado el pis cuando tenía seis años el día de las notas, delante de medio colegio. Se le habían roto los pantalones el día de la boda de una prima suya, cuando él tenía ocho años y era el niño que llevaba los anillos. Le había venido una erección espontánea justo un día que le preguntaron por l...

De la nieve al fuego

Arnela sólo accede a hablar con Rino teniendo de por medio una puerta de cristal, pero la excitación será superior a ambos, y lo que era una barrera, se convertirá en juguete.

Joder, tengo los cojones pelaos de frío. La nieve será la hostia de bonita para ponerla en postales y mirarla desde casita, pero cuando estás debajo de ella, me cago en diez… Si esto me lo dicen a mí hace cuatro meses, me río en la cara del que sea, aunque fuese San Pedro que hubiese bajado del Cielo sólo para eso. Golpeo el suelo con las botas, intentando que me corra algo de sangre por los pies, porque apenas siento los dedos, y decido ponerme a dar paseos. Sé que así llamaré más la atención, pero es eso...

Nada en común.

Absolutamente nada en común tenían Pedro y Rino. Salvo ELLA.

Nada en común. Absolutamente nada tenían en común Pedro y Marino, desde niños habían sido tan distintos como la noche y el día. Pedrito siempre había sido un niño tranquilo, obediente, siempre callado, siempre formalito, el niño ideal para las visitas que llegaban a su casa y le veían con su trajecito y su corbata y le sobaban la cabeza durante horas y decían a su madre lo buenísimo que era y lo responsable que se le veía, y su madre sonreía orgullosa y no podía evitar sentir un poco de conmiseración por la...

Virgo y la tentación.

Virgo es el chico de la lavandería de la residencia universitaria femenina, y su primera norma es que las bragas, aunque sean tentadoras, son para lavarlas, no para hacer guarradas...

Toc, toc. –Lavandería… gracias. – El barreño pesaba ya bastante, era hora de bajar y vaciarlo, a ver si daba para terminar la planta, pensó, mientras pasaba a la siguiente puerta y llamaba dos veces como era su costumbre, quedándose a un lado, mirando hacia el pasillo y extendiendo la misma mano con la que llamaba – Lavandería… gracias. – La ocupante de la habitación le tendía una bolsa en la que guardaba su ropa sucia, Virgo la cogía sin mirar, daba las gracias y pasaba a la siguiente puerta. Siempre de la...