El Descenso de Martha Stone 4
Sabrina cumple a rajatabla las órdenes de Victoria... pero no por ello carece de personalidad propia. Una cuya perversión sorprende incluso a Victoria cuando es ella misma la que le ruega que exploren su mente para destrozarla hasta lo indecible.
Martha pasó el día siguiente con relativa normalidad. Sabrina no asomó la cabeza. Martha no encontró extraño que en lugar de informarse sobre la empresa en la que iba a trabajar o en prepararse de ninguna manera, se pasó prácticamente todo el día masturbándose. Cada vez que estaba mínimamente distraída sus dedos se dirigían instintivamente a su coño y se lo tocaba compulsivamente.
Tampoco se paró a pensar en cómo iba en ropa interior por la casa, lo cual nunca había hecho. Cuando su padre se lo coment...