Los sádicos inventos de Samanta: El humanizador 2
Después de verse satisfecha por los encantos de su perrita, decide darle una vuelta por la ciudad, para ver su tasa de adaptación. Sin embargo, esto podría llevar a sorpresas inesperadas.
Vestir a Ángela fue una tarea complicada, le resultaba extraño y no se dejaba, sin embargo su lealtad terminó por hacerla transigir, ante lo que Sam le ordenada. Sam la vistió de cuero, de una forma bastante sexy, aunque no pretendía que pareciese una buscona.
_ Es que no puedes ir desnuda por la calle_ le explicó Sam, divertida por su ingenuidad_ Los humanos llevamos ropa, para permanecer calientes y ocultar nuestras intimidades.
Ángela asintió, dirigiéndole esa mirada tan inocente, carente...