La lluvia dorada

--Quiero que la tires en mi garganta --me dice con la boca llena. Trato de acomodarme para que la ducha dorada complazca a ambos.

La lluvia dorada

por Clarke.--Quiero que la tires en mi garganta --me dice con la boca llena. Trato de acomodarme para que la ducha dorada complazca a ambos.

H ABITUALMENTE NO TENGO sueños eróticos, pero éste, que quiero relatarles, me sucedió semanas atrás. Me ha inquietado bastante y estoy pensando seriamente en llevar a la realidad la parte esencial del mismo. Pero mientras pienso en la manera en que lo plantearé a mi pareja, volveré a gozar escribiéndolo para ustedes. Est...

Chicago Hotel Adventure (1)

Silvia agarró el remoto de encima de la cama y encendió la caja boba. Se tendió sobre su estómago, y aquel culo maravilloso fue lo único que Wes pudo mirar.

*Esta es una versión inédita en español -no me atrevo a llamarla traducción ya que no soy un profesional en el idioma y seguramente se me han escapado detalles, habrá giros idiomáticos que habré entendido mal- de un largo relato, en cinco capítulos, publicado en inglés por un colega, en un portal de relatos eróticos. Me parece una historia atrapante sobre el desarrollo de la pasión y el amor en una pareja de estudiantes de música, muy bien contada, con ciertos pasajes de alto erotismo, que he disfrutado ley...

Chicago Hotel Adventure (2)

No tenía sentido tocar ni una tecla hasta que pudiera sacarse a Silvia del fondo de su mente. Su sangre fluía a todas las extremidades incorrectas cuando pensaba en ella.

Aventura en un hotel de Chicago

por Lothario the Great. - versión en español, por Clarke.-

Capítulo 2.

No tenía sentido tocar ni una tecla hasta que pudiera sacarse a Silvia del fondo de su mente. Su sangre fluía a todas las extremidades incorrectas cuando pensaba en ella.

L A ALARMA SONÓ MUY AGUDA cuando estalló. Wes ya se había despabilado, pero saltó ante ese sonido de todos modos. Roger gritó la palabra: "¡mierda!", sin levantar su cabeza de la almohada. Wes l...

Mi noche con la esposa de mi mejor amigo

Esto era todo lo que yo necesitaba. Ella estaba más caliente que cualquier mujer que yo hubiera tocado hasta entonces.

Mi noche con la esposa de mi mejor amigo

por Clarke.

Esto era todo lo que yo necesitaba. Ella estaba más caliente que cualquier mujer que yo hubiera tocado hasta entonces.

E l último verano, durante una licencia obligatoria en la empresa donde trabajo, que se encontraba en serios problemas, un amigo me ofreció un puesto en su compañía. Éste buen amigo vive y trabaja en Tucumán y eso significó que tuviera que separarme de mi familia en Bahía Blanca. Como necesitaba el dine...

Caprichos: Otras plumas (15)

Insisto con la sci-fi... esta vez: H.G. Oesterheld, un gran escritor argentino ¿Les gustará un poco más que mi anterior capricho de este género?

Una muerte

por H.G. Oesterheld.

Y O ANDABA INVESTIGANDO la muerte del Jon.

Las huellas, luego de contornear todo el pueblo, me llevaron hasta la pequeña casa junto al río, casi perdida entre los juncos.

No hacía frío, pero igual me subí las solapas del abrigo y hundí las manos en los bolsillos.

Subí cinco escalones no muy seguros, empujé la puerta, entré.

Jaulas, pajareras por todas partes. De fabricación casera.

Pájaros de colores: cotorras, cardenal...

Caprichos: Otras plumas (14)

Bierce es uno de esos autores que leo y releo. ¿Será motivo suficiente para presentarlo entre mis caprichos?

CHICKAMAUGA

porAmbrose Bierce.(1891)

Los efectos macabros son la especialidad del americano Ambrose Bierce (1842–1913) a la hora de representar los horrores de la Guerra de Secesión (en Historias de soldados ). Éste quizá no es un cuento fantástico: es la descripción documental de un campo de batalla después de un combate sangriento, pero el distanciamiento de la mirada que lo contempla confiere a las imágenes una transfiguración visionaria. La atmósfera fantás...

Dos chicas insatisfechas

"Tenés una deliciosa fruta aquí escondida... ". "Sí, puedo sentir cómo te gusta. Vos también estás deleitándome con la tuya, amor", murmuró mi amiga.

Dos chicas insatisfechas

por Clarke.

"Tenés una deliciosa fruta aquí escondida... ". "Sí, puedo sentir cómo te gusta. Vos también estás deleitándome con la tuya, amor", murmuró mi amiga.

L idia ha sido desde siempre mi mejor amiga, con frecuencia suelo refugiarme en ella como paño de lágrimas. Tiene casi mi edad -nací exactamente 23 días después que ella-, está casada con un morocho impresionante, que creo que trabaja demasiado, y comparte mi misma frustración erótica. Una...

Caprichos: Otras plumas (16)

Una broma-homenaje de Woddy Allen a su admirado Ingmar Bergman, citando una célebre escena de El séptimo sello.

Para acabar con Ingmar BergmanEl séptimo sello

por Woody Allen.

(El drama se desarrolla en el dormitorio de la casa de dos pisos de Nat Ackerman, en algún lugar de Kew Gardens, Nueva York. La habitación está enmoquetada. Hay una gran cama doble y un inmenso velador. La habitación está amueblada y acortinada de forma meticulosa y en las paredes hay varias pinturas y un barómetro no muy atractivo. Se oye una música suave cuando se levanta el telón. Nat Ackerman, un confeccionista de ...

Nouvelle 1: Otras plumas (06)

La nouvelle "Seda", de Alessandro Baricco: el final; última entrega.

Seda

por Alessandro Baricco.

56.

POR DÍAS Y DÍAS Hervé Joncour tuvo la carta con él, doblada en dos, metida en el bolsillo. Si cambiaba de vestido, la ponía en el nuevo. No la abrió nunca para mirarla. De vez en cuando le daba vueltas en la mano, mientras hablaba con un aparcero, o esperaba que llegara la hora de la cena sentado en la terraza. Una tarde se puso a observarla contra la luz de la lámpara en su estudio. En transparencia, las huellas de los minúsculos pájaros h...

Nouvelle 1: Otras plumas (05)

La nouvelle "Seda", de Alessandro Baricco, quinta de seis entregas.

Seda

por Alessandro Baricco.

45.

VIAJARON DURANTE días, hacia el norte, por las montañas. Hervé Joncour no sabía por dónde estaban caminando: pero dejó que el chiquillo lo guiase, sin intentar preguntarle nada. Encontraron dos pueblos. La gente se escondía en las casas. Las mujeres escapaban. Él chiquillo se divertía como loco gritándoles cosas incomprensibles. No tenía más de catorce años. A menudo soplaba dentro de un pequeño instrumento de caña, del cual sacaba los cantos...